El pasado sábado concluyó el II Congreso de la Unión Nacional de Trabajadores, cuyos resultados y resoluciones se constituyen en un sonoro triunfo de los trabajadores venezolanos, representados por cerca de dos mil delegados y directivos sindicales. El camino para lograr su realización estuvo empedrado de una ardua lucha con los sectores que dentro de la central creen que aún sigue prevaleciendo la situación de inercia y burocratismo que existió en el seno de la CTV, y no comprenden que los trabajadores ya no aceptan imposiciones de ningún tipo, y que están dispuestos a que la UNT sea una verdadera herramienta de lucha clasista, democrática e independiente.
Pero más allá de los avatares del congreso, del cual un sector minoritario optó por retirarse al no sentirse respaldado por la mayoría de los delegados, los cuales plantearon la necesidad de realizar elecciones democráticas este mismo año, así como elegir una coordinación provisional representativa de la actual correlación de fuerzas al interior de la UNT, es bueno rescatar el rico y fructífero debate político que se produjo en algunas mesas de trabajo.
Si bien es cierto que el punto central de la discusión, y el cual produjo los enfrentamientos que concluyeron con la retirada de un sector minoritario de los delegados, fue el de la realización o no de elecciones para escoger a la nueva coordinación nacional de la central, también es cierto que el congreso de la UNT fue muy productivo en cuanto a elaboración política para dotar a la organización sindical de bases programáticas, de principios y de un plan lucha, que guíen la acción de la UNT en defensa de los intereses de la clase trabajadora en el marco de la profundización del proceso revolucionario hacia el socialismo, sin patronos ni burócratas.
Nos tocó participar en la mesa No. 1 que estuvo dedicada a la discusión y elaboración de propuestas sobre el Programa y el Plan de Lucha. En tal sentido, es importante destacar que a la mesa donde se discutirían estos temas se llegó con un acuerdo entre los distintos representantes de las corrientes que hacen vida en el seno de la central. La comisión que discutió la propuesta de programa a ser presentada a los delegados del congreso, conformada por Néstor Ovalles (FBT), Thony Navas (Marcela Máspero), Régulo Barreto (Autonomía Sindical-PPT) y mi persona, en representación de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA), partió de un acuerdo básico y original reconociendo las bondades del programa aprobado por el congreso fundacional de la UNT. Ha dicho programa se le incorporaron aportes de las demás corrientes, particularmente los hechos por Ovalles y Navas.
En lo que respecta al plan de lucha, en las propuestas programáticas presentadas por los representantes de las corrientes en el seno de la comisión de Programa y Plan de Lucha, existían muchos elementos susceptibles de ser incorporados en este tema, es decir, al plan de acción concreto. Pero lo más importante fue la discusión y el alto nivel político de los delegados que participaron en la mesa constituida en el congreso para discutir estos aspectos. En este espacio se presentó un gran número de propuestas que fueron delineando la faz de un plan de acción muy completo, que recogía los principales problemas y conflictos que existen en el seno de la clase trabajadora, así como sus más urgentes necesidades y reivindicaciones. Igualmente, se propusieron medidas organizativas y de movilización para lograrlas. Algunas de estas propuestas son las siguientes:
• Crear un frente o coordinación de trabajadores de empresas recuperadas que permita articular política y experiencias para la construcción en lo económico de un modelo productivo socialista y colectivo.
• Hacer valer la inamovilidad laboral irrespetada continuamente por las empresas públicas y privadas.
• Impulsar la creación de inspectorías del trabajo en todos los municipios y que se nombre un representante de la UNT para velar que se cumplan las providencias que beneficien los derechos laborales de los trabajadores y evitar la corrupción.
• Reducción de la jornada laboral, incremento de salario mínimo, actualización de las escalas de sueldos y salarios, aumento del nivel salarial para la inamovilidad laboral
• La UNT debe hacer valer el referéndum revocatorio de los funcionarios públicos que no cumplan con sus funciones y no transferirlos a otros cargos.
• Velar por el cabal cumplimiento de la solvencia laboral tanto en las empresas públicas como privadas.
• Integrar la lucha obrera a la lucha campesina, formando un frente de lucha con todos los trabajadores y un plan nacional de movilización.
• Que se eliminen el contrato a tiempo determinado a todos los trabajadores de la administración pública y que se elimine la figura de los colaboradores que no les pagan ni les dan constancia de trabajo en dichas instituciones.
• Instar a la UNT a activar los mecanismos legales a través de los órganos competentes con el objeto de hacer cumplir las decisiones administrativas y jurisdiccionales en materia de trabajo, especialmente en los casos de reenganche y pago de salarios caídos.
• Derogar el régimen actual de prestaciones sociales y volver al régimen anterior.
• Profundización de las misiones de vivienda, salud, educación en beneficio de los trabajadores y sus familiares.
• Instar al presidente de la asamblea nacional diputado Nicolás Maduro a nombrar una comisión negociadora y sentarse a discutir las contrataciones colectivas de los sindicatos bolivarianos Intocan y Untralan.
• La UNT debe impulsar el control obrero de las empresas Cadafe, Pdvsa, Invetex, Invepal, Inveval y Sideroca.
• Plan económico y social alternativo discutido con los trabajadores que incluya un plan nacional de obras publicas y vivienda para enfrentar el desempleo y la informalidad y escala móvil de normas de trabajo sin afectar el salario.
• Constituyente petrolera para que los trabajadores de Pdvsa gestionen democráticamente esta importante industria estadal.
• Reestatización de empresas privatizadas como Cantv y Sidor.
• Movilización hacia Miraflores el próximo 21 de julio para proponer una mesa de negociación y solución de los conflictos e instar a la asamblea nacional que sancionen la ley de salud.
• Propuesta del estatuto de la función publica donde se le reconozca el derecho sindical y el fuero sindical de los funcionarios públicos.
• Instar al ministerio del trabajo y el ministerio de Energía y Petróleo para que los sindicatos de base en el estado Anzoátegui discutan su convención colectiva con las empresas de la faja del Orinoco y asociaciones estratégicas del estado Anzoátegui.
Entre otras muchas propuestas, que enriquecieron el debate y sirvieron para constatar la difícil situación que aún confrontan los trabajadores venezolanos.
Como se puede ver, lo acabado del plan de lucha, refleja el alto nivel de discusión política que demostraron los delegados presentes en la mesa, situación que se repitió en todas las mesas del congreso. Esto, sin lugar a dudas, evidencia el elevado nivel de conciencia política y de clase de los trabajadores venezolanos, logrados sin duda, en el marco del proceso revolucionario que vive el país.
Todo lo anterior deja en claro que no sólo se discutió sobre la necesidad de realizar elecciones este año y relegitimar a la dirección de la UNT. También se avanzó en la elaboración de los estatutos, en los principios, en el debate sobre el tipo de central que los trabajadores necesitamos, pero, fundamentalmente, en lo que tiene que ver con el programa político de la central y en el plan de lucha y acción.
Por otra parte, es bueno dejar en claro que la discusión alrededor de la realización de las elecciones, estuvo directamente relacionada con este último aspecto. Ya que para los delegados estaba claro que la UNT necesita una dirección legitimada ante las bases y elegida democráticamente, con el objetivo central de asumir el programa y el plan de lucha aprobado en el congreso, y que a su vez, se ponga a la cabeza de la movilización por darle respuesta a los más urgentes reclamos de la clase trabajadora venezolana. Pero no sólo para darle satisfacción a sus necesidades más apremiantes, sino para convertir a la UNT en un bastión esencial de la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo, en el camino de la construcción del socialismo sin patronos ni burócratas. Es decir, no se trató sólo de un plan meramente reivindicativo, ni de insistir en las elecciones como un simple capricho o una formalidad democrática, sino con un propósito político que trasciende lo inmediato y que intenta asumir tareas políticas estratégicas para los trabajadores venezolanos, la UNT y sus sindicatos.