El paro de los trabajadores de la educación planteado o llamado para hoy y mañana espero sea un éxito y estoy seguro que nunca tuvo un paro mayor justificación, el educador venezolano e igual todos los trabajadores venezolanos (no cuentan como trabajadores alcaldes, diputados, concejales, militares, gobernadores, ministros, miembros del TSJ, constituyentes) no cuentan con salarios justos, respeto a los contratos colectivos, sistema de salud, escalafón. Solo cuentan con salarios de tres dólares mensuales, falta de transporte, alimentación, jefes de zona educativa sacados de manuales de la represión franquista o nazi.
Bien los hoy enemigos del paro llamado por el magisterio y lo digo con propiedad en el caso de Carabobo son antiguos militantes del GAR, PRV, LS, MEP y su comportamiento es cual bandas fascistas de los años más oscuros del totalitarismo sudamericano. Van por ahí con algún verso de Valera Mora entre los labios y apuntando en una libreta los nombres de quienes se sumaron al paro, van tomando nota y llamando para amenazar a sus viejos amigos y mientras tanto cuentan cómo fue su actuación en las huelgas magisteriales en el pasado y mientras tanto delatan, entregan, detienen y avalan con su silencio o su pluma el envió de trabajadores a juicios militares. Pero entonces Valera Mora les responde a estos quijotes de paja, a estos agentes con nombre y apellido. Mejor vayamos a Valera Mora:
Estrella de las ingentes energías
Estrella de las huelgas generales
Estrella de la canción de los ríos
Estrella lavada en los combates
Estrella que ciega los ojos del verdugo
Estrella más libre que los carceleros
Estrella altiva impostergable
Salud
http://www.elperroylarana.gob.ve/wp-content/uploads/2017/02/amaneci_de_bala_y_otros_poemas.pdf
Dámaso, Christian, Flor, Pulsio, Marta, Aristóbulo y ellos saben quiénes son están por ahí lastimeros y lastimando, persiguiendo, acosando a quienes se atrevan a levantar cabeza, a quienes se atrevan a discutir a enfrentar un gobierno que reprime, tortura, persigue, desaparece. L@s maestr@s estan ahí en la primera línea de batalla, enfrentado inventos perversos como los de "chamba juvenil" que son una escuela de esquiroles, de perseguidores, de porros, de grupos de choque apoyados por militares, militantes y policías para aplastar a quien se oponga a un gobierno tremendamente ineficaz, corrupto, criminal pero "revolucionario" claro está.
Todos y cada uno de estos esquiroles que van hablando con verbo encendido, que apoyan al gobierno, sus medidas y se postran y entregan y golpean con saña y persiguen con barras de hierro, y exhiben fotos si una víctima intenta defenderse, sirven de testigos secretos en los juicios en contra de sus viejos amigos, les quitan el pan, los eliminan de las listas de distribución de alimentos, los secuestran, amenazan a los hijos de quienes levantan la voz.
Si es que parecen sacados de aquel poema de Miguel Otero Silva:
No hay manos que agravien tanto
como las del rompehuelga.
Manos que cuando se alquilan,
alquilan su honor con ellas.
Podrido barro en las uñas
y sangre verde en las venas
surcadas de maldiciones
las manos del rompehuelgas.
Ojala que los míos los que tienen vínculos de consanguinidad con este mortal estén apoyando a l@s maestr@s en su justa batalla por sus reivindicaciones, ojala y no estén diciendo "pobrecito Maduro" como escucho algunos y mientras quienes lo dicen están como radiografía, con los zapatos rotos, la ropa deslavada, los bolsillos y la barriga vacía y Maduro y sus generales, capitanes, ministros engordan, embarnecen, crece su cintura y tienen todos los servicios de salud garantizados. Ojala y estén apoyando a los humildes trabajadores y no a los dueños de la hacienda pública, estén apoyando a los suyos y no a quienes reprimen y persiguen ojala.
Nota a pie de página: A mis amigos de El Palotal en Valencia les pido que vayan a la escuela José Rafael Pocaterra y colaboren con los trabajadores, asistan, lleven café, algún bocadillo que esté por ahí, agua con azúcar y claro su presencia. Vivan los trabajadores de la educación dignos y con valores.