Esta es la pregunta estratégica que debe tener hoy en Venezuela una consulta educativa si en realidad es seria y responsable, porque cualquier otro cuestionario o una recogedera de firmas que no conduciría a nada por lo inútil, no pasa de ser respectivamente, o una vulgar maniobra dilatoria y engañifa del gobierno de maduro para neutralizar las luchas de los docentes, o , de otro lado, sirve para serle funcional a la demagogia de los cascarones vacíos de las burocracias sindicaleras que se han prestado para el negocio de las convenciones colectivas entregando los intereses de los trabajadores de la educación.

¿Acaso ya se nos olvidó a lo docentes la decisión de maduro, el pasado primero de mayo, de no aumentar el salario de las clases trabajadoras y de paso, con el argumento, de que tal decisión la tomó con base a la recomendación que le dieran las mismas burocracias sindicales?

A estas alturas las cosas deben decirse tal cual son, es en manos de los maestros, conjuntamente con los padres y representantes donde está la solución real al problema, no solamente lo que se refiere al salario, sino de todo lo que afecta a nuestro sistema educativo. Para ello necesitamos dejar de creer en los cantos de sirena de las burocracias sindicaleras y de las promesas mentirosas del gobierno, y por consiguiente, tomar la decisión de convocar a un Paro general de todo el magisterio, sin embargo, tal gesto de dignidad gremial para que sea exitoso debe deslastrarse de las burocracias sindicaleras y ser dirigido por la organización misma de todos los trabajadores de la educación a través del ejercicio de la democracia directa en sus planteles (docentes, empleados administrativos, obreros, padres y representantes y el movimiento estudiantil). De otra manera, no se ve claro una solución concreta y favorable al cuerpo docente. Ya el gobierno tomó la decisión exigida por los viejos y nuevos amos del valle, de por ningún motivo aumentar los salarios de los trabajadores porque tal medida disminuiría sus ganancias, adquiridas por cierto, con el esfuerzo de todos los trabajadores y de la extracción de las riquezas de la República. Y esa decisión todo el país la pudo constatar en cadena nacional.

Entonces, no tenemos otra opción como trabajadores de la educación sino obligar al gobierno y a todas las fuerzas oscuras que actúan solapadas detrás de este, por ejemplo fedecámaras, para obligarlos con la presión social que genere el Paro a que apruebe la indexación salarial para trabajadores activos, jubilados y pensionados, que respete la indemnización de las prestaciones sociales en particular, pero además, para que las reivindicaciones anteriores valgan la pena, que cambie en general el rumbo de la economía de la República, igualmente recupere los dineros públicos que sus políticos del gobierno y la oposición le han robado a la nación.

Hoy, afortunadamente, se cuenta con la voluntad de un pueblo que desea vivir mejor, y asimismo con la capacidad de un grupo de científicos sociales humanistas, que con un sólido cuerpo de argumentos demuestran que se puede acabar con esta grave y criminal enfermedad del sistema que lo que hace es producir mayor desigualdades e injusticia sociales y por el contrario, aunar esfuerzos para edificar otro modelo soberano, independiente y liberador.

En conclusión, no vemos, otra opción real y sincera que hacer uso de la herramienta de la rebelión popular, concretamente la convocatoria a un Paro general de todo el magisterio venezolano para terminar con este despropósito del gobierno de maduro y los mercaderes de la educación de asesinar a la educación popular.

El destino de la existencia de la República está en peligro. Nos arriesgamos a pronosticar, que si el problema de la educación venezolana no se resuelve ahora, en septiembre probablemente se comience a ver el derrumbe del sistema público de educación, que equivaldrá a decir, la destrucción del país. Entonces, no cabe otra pregunta en este momento en una consulta nacional educativa ¿ O Paro general o rendición total?