Obertura
“Es
mi creencia que un concierto sinfónico es la celebración de la
“sagrada historia” de las clases media occidentales y una afirmación
de su fe en sus valores como una imperecedera mitología de
la vida . Así como esos valores y la sociedad industrial en general
están cada vez más bajo el ataque tanto de la crítica como
de la presión de los eventos, el concierto se hace cada vez más vital
como ritual de estabilidad en un mundo inestable “(citado por John Balty en Ethnicity,
Identity and Music. The Musical Constructions of Place. Edited by Martin
Strokes. Oxford. New York.1987:19)
Andante ma..non tanto
Quise citar un fragmento de un importante trabajo de investigación “La Construcción musical del lugar” para compararlo con el Insólito razonamiento con el que comienza un artículo de Raúl Betancourt López publicado democráticamente en el portal aporrea.org:
“uno de los antecedentes de la Revolución Bolivariana fue la estupenda, sensible y visionaria iniciativa del maestro Abreu, de sembrar la semilla del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela. Iniciativa que contó con el apoyo inicial de la bordada frivolidad adeco-copeyana (y de cierta iniciativa privada más sensiblera que sensible) quizá más por su innegable tenor caritativo, que por la posibilidad de llegar a convertirse en una esencia eminente, que, ellos allá, con su privativa mirada excluyente, le podían presagiar”.
De manera que según el articulista, la Corporación de Orquestas (Sistema es un término Polisemico y una de sus características es la interacción entre sus partes, lo que no ocurre aquí en donde las directrices son verticales y unilineales) por si sola pudo haber cambiado el rumbo de la Historia Política de Venezuela..casi que se puede entender que si no llegaba el Caracazo y las rebeliones militares, la Corporación de orquestas, hubiera logrado un cambio en la mentalidad de todos los venezolanos, gracias claro, al mensaje ideológico que esa práctica contiene, consistente en la repetición al calco (y no me diga que están innovando sobre Mozart) de una música detenida en el tiempo y que solo representa 4 países de Europa central y doscientos años de Historia.
También parece que este articulista olvida algo esencial en esa tan desinteresada acción filantrópica de el doctor Abreu: que se vinculó con el grupo económico de los desarrollistas, que fue funcionario y Ministro de Carlos Andres Perez y que SIEMPRE ESTUVO VINCULADO CON LOS SECTORES OLIGARCAS DE LA EMPRESA PRIVADA Y LA CULTURA EN EL PAIS.
Pero según el artículo en cuestión, todo eso formó parte de un ardid del Doctor Abreu para ganar tiempo porque, seguramente ya él presagiaba la llegada de Chávez, y mientras tanto, les hacía creer a los oligarcas y fascistas que todo era en broma, nada en serio (como la extinta radio rochela de RCTV), pasando por el hecho de celebrarle sinfónicamente las Faraonadas a Carlos Andres Perez.
Quizás más insólito es cuando expresa:
“Y así ha venido viendo crecer su designio, y hoy aún sin límites, sobre todo luego del apoyo recibido por la Revolución, puesto que si en 30 años se crearon 89 núcleos, a partir de 2003 se han creado 230, y luego también de haber presentado al mundo un característico producto de su sistema: el hoy también muy respetado maestro Gustavo Dudamel, cuya consigna es que en los sectores de la penuria, y de la estrechez, hay que instaurar el saber musical y artístico a la vez que la suficiencia y la conciencia ciudadana…”
Lo importante es el incesante e ilimitado número de núcleos de la corporación (como si se tratara de núcleos socialistas o algo así) y pasa a elogiar a uno de sus “productos” (Hago constancia de que la calificación de Dudamel como producto es del articulista y no mía) después de 30 años.
¿No les parece muy mermado que después de 30 años nos presente a un director que repite la música de la heredad colonial? ..y no precisamente la nuestra.
¿No les parece poco resultado el que en los ostentosos y costosísimos viajes el repertorio central de las orquestas el repertorio de la corporación es de factura eurocentrista?
Pero el colofón de lo increíble es cuando afirma que la consigna de Dudamel es ¡!!INSTAURAR EL SABER MUSICAL Y ARTÍSTICO A LA VEZ QUE LA SUFICIENCIA Y LA CONCIENCIA CIUDADANA!!!!, ¿debemos entender entonces que nada de eso existe en Venezuela y que sólo es posible alcanzarlo imitando al joven Director? ¿qué piensa el articulista que hay en la población venezolana de las zonas populares? ¿un montón de ignorantes? ¿sin arte, ni ciencia, ni parte?..¿En qué consiste esa Suficiencia? ¿No hubo saber musical y artístico en Venezuela hasta que llegó el joven director a INSTAURARLO?
Al final del artículo nos deja esta otra perla:
“con su férrea voluntad de revolucionario verdadero, cambió esa fallida política tradicional en el campo musical, mediante la promoción de su gran revolución signada por la esclavitud del placer de servir a los demás y, en especial, a los más desabrigados”.
¿A qué revolución se refiere?, si es al ámbito gerencial, le apoyo, es cierto, es una manera muy corporativa y eficaz de “gerenciar” los bienes culturales. Pero si el Doctor Abreu es un revolucionario verdadero quien suscribe podría ser entonces un marciano o un gavilán tocuyano (pío-pío o tao-tao).
Beethoven en cambio, si fue un revolucionario, no quiso prestar servicios a los poderosos y prefirió recluirse en su pueblito de toda la vida, a hacer su música sin rendirle pleitesías a la decadente Aristocracia o a la ya pujante Burguesía.
Hay aquí un peligroso juego semántico que desvirtúa la condición Humana misma, ¿será que podríamos comparar a el Doctor Abreu con Ghandy, con El Che Guevara, con Nelson Mandela? O con Humanistas como Rigoberta Menchú o la mismísima madre Teresa de Calcuta quien creía, de muy buena fe, que con la oración y la entrega a Dios, se podía lograr la transformación social que aliviara el hambre, la miseria y la desigualdad.
Y hablando de desabrigados,
hasta donde sé, las entradas a estos conciertos (que no tan a favor
de la capa de Ozono y en contra de las masacres de los Imperios) no
son accesibles a los ciudadanos europeos de a pié. Claro, los costos
del viaje tan desinteresado (pura Filantropía) obligan a recuperar
la “Inversión”.
No se si es una burla, pero no creo que servir a los desabrigados a través de la alienación cultural sea lo más idóneo, más bien creo que el resultado que se deriva de el ejercicio de esta corporación de orquestas es la "totalización" de la vida cultural en el campo de la música, que al igual que la economía en el capitalismo neoliberal, promueve un criterio unilineal en este caso, en el ejercicio de la música y es excluyente desde el punto de vista cultural, con el agravante de que en Venezuela se acusa a los mismos excluidos de su exclusión a través de la criminalización o satanización de la crítica, con el cínismo de decir que no hay otras propuestas. En todo caso, creo que confunde usted el término y lo que está haciendo Fesnojiv es ayudar a los “desarraigados” a terminar de desarraigarse.
Este último aspecto, la criminalización o banalización de la crítica a este mega-proyecto antinacional desde e punto de vista cultural, se hace indispensable para neutralizar obstáculos, utilizando para ello grandes recursos mediáticos con periodistas, empresarios, políticos, diplomáticos y hasta intelectuales, que funcionan como guardia Pretoriana.
Puedo dar fé de innumerables propuestas que son negadas en las instituciones públicas por el desenfreno desmedido con que se apoya esta corporación de orquestas. Ni siquiera podemos recibir apoyo para asuntos patrimoniales que deberían ser una PRIORIDAD para los venezolanos.
La inclusión cultural de los venezolanos en estas orquestas se justificaría si se afirma que gracias a la Revolución Bolivariana ahora somos todos Vieneses, Alemanes, Franceses, Ingleses e Italianos…Universales pues, pero nada de Venezolanos o Caribeños.
Al participar de manera irreflexiva en una orquesta de las llamadas infantiles, al niño se le aísla de su realidad contextual y comienza a operar en él, mediante categorías aprendidas, un proceso de clasificación que es reforzado por la Percepción Categorial (es este un universal integrado al sistema nervioso). Se forman así progresivamente, las “clases” de sonido y de sonoridades, según un orden jerárquico aprendido, lo que se llama también, clases conceptuales, que son la base para las teorías relacionales en cuyos términos concebimos, elegimos y actuamos en el mundo.
Dicho de otra manera, al instrumentista se le inculca una clase conceptual como universal, reforzada en la mente del niño a quien se le ha privado de la elección inteligente o voluntaria o a quienes se les ha disociado de su entorno real y cotidiano.
Una vez que la sintáctica de la música occidental representada en las orquestas infantiles, han sido aprendidas como categorías elevadas de la percepción, toda música que no obedezca a estos parámetros será percibida como inferior, folclórica, experimental, de bajo nivel.
En palabras de Alan Lomax :
El niño comienza a aprender el estilo musical de su cultura en la medida en que el adquiere el lenguaje y los patrones emocionales de su gente. Este estilo es así, un importante vínculo entre un individuo y su cultura y más tarde, en la vida, retroalimenta inconscientemente al adulto toda la textura emocional del mundo en el que fue formada su personalidad…Así, desde el punto de vista de su función social, el efecto primario de la música es darle al escucha un sentimiento de seguridad, porque ella simboliza el lugar en donde nació, sus primeras satisfacciones de infancia, su experiencia religiosa, sus placeres realizados en comunidad, su courtship y su trabajo- cualquiera de todas esas experiencias de formación de la personalidad.( citado por John Balty en Ethnicity, Identity and Music. The Musical Constructions of Place. Edited by Martin Strokes. Oxford. New York.)
No se nos permite hacer este debate publico, muy pocos son los medios que lo han permitido, entre ellos aporrea.org con un ejercicio bastante amplio en cuanto a la publicación de opiniones. Se nos minimiza acusándonos de ser enemigos de la supuesta Cultura Universal, utilizando la Gigantesca figura del genio de Beethoven (como ejemplo de valor de occidente) como una especie de espada de Damocles.
Al final de su artículo, López Betancourt nos insinúa que la actividad gerencial del doctor Abreu puede equipararse a cualquier otro hecho histórico trascendente para toda la humanidad: La Revolución Francesa, La Independencia de America, La Abolición de la Esclavitud, La Revolución Rusa, La Revolución Cubana.
Cuando no se
tiene conocimiento de los efectos secundarios que puede crear una institución
o, no se tiene certeza de la orientación ideológica que desarrollan
en la práctica que ella convoca, es fácil obtener respuestas positivas
dado el gigantesco respaldo publicitario multimillonario que tiene Abreu
y Fesnojiv.
Prestissimo..!Tutta
la Forza!
Pregunte a periodistas que han intentado hacer fotos y reportajes desde adentro para que vea como le va a decir que no los dejaron.
Trate de organizar un equipo con sicólogos y trabajadores sociales para entrevistar a estos niños y a sus padres (no a los que escoge Abreu) para que vea también que no lo dejan.
Trate de solicitar una auditoría que de cuenta de la inmensa cantidad de dinero y recursos que recibe y de como se utilizan y vera que no puede.
Trate de que en el repertorio que llevan a los viajes, se represente nuestra cultura en mayor porcentaje y verá que no lo dejan...a menos que usted crea que Beethoven (a quien admiro y escucho, en especial sus cuartetos de cuerda) nos representan..o en todo caso, es usted Vienés o Alemán.
De las orquestas y sus jefes solo se ve lo que aparentan...¿No ha visto usted a Obama? luce como todo un caballero, educado, mesurado, bien hablado...pero es un asesino.
Permítanos hacer el debate en torno a los VALORES que allí se cultivan.
Le recomiendo
leer el artículo “Abreu El Ogro Filantrópico” en un ejemplar de
la Revista Exceso que se agotó antes de llegar a los kioskos, pero
como buen investigador la podrá conseguir.
El problema
no es la orquesta como instrumento heredado, ni su repertorio, el problema
es la ausencia de manifestaciones venezolanas, latinoamericanas, y de
otras culturas no europeas, en este desproporcionado manejo de los recursos
a favor de una sola visión de la música, en desmedro de las otras.
Diego Silva
Silva
Salud!!!
diegosilvasilva@cantv.net