No va a ser sencillo 2011 y para cualquier cosa se necesitará a la Clase Media.
Dos mil once no será año electoral pero sí pre-electoral y la cuenta está pareja. Chávez hará lo posible por recuperar electores perdidos porque de lo contrario no habrá Socialismo y él mismo se verá en peligro. Sus enemigos han declarado que lo procesarán y llevarán a juicio una vez pierda el poder. El se defenderá antes adoptando medidas que le otorguen o devuelvan mayoría. Para eso necesitará a la Clase Media.
Pero los opositores no son tontos y saben que de repetir Chávez se acabará definitivamente la Venezuela de la cual lucraban. Sus posturas políticas no llegan al pueblo grueso, pero sí a la clase en medio. Mantenerla y ampliarla será su reto.
¿Y la tal clase cuál es? Hoy día es difícil diferenciarla por ingreso o Educación. Esos parámetros de ubicación ya no sirven porque hay proletarios que ganan más que un Médico, y Médicos que estudian menos que un proletario. Entiendo que en el INE están debatiendo el asunto pero no sé el resultado porque Eljury, que es mi amigo, prometió enterarme pero nunca cumple lo que me promete. Intentaré entonces yo sólo.
Permítanme precisarla como sé hacerlo. Es una clase emprendedora y fajadora que abandonó la pobreza pero la mantiene cerquita. En alguna generación próxima pasada o en edad temprana, fue pobre y salió del gueto a pulso. Su lucha por mantenerse no es diaria como la de los más necesitados, pero sí quincenal. Suda y sangra para pagar alquiler o hipotecas, condominio o caseta de vigilancia, mensualidad escolar, luz y agua -que nadie le regala-; paga los giros del carro y cumple la obra milagrosa del mercado regular. No hablemos de lo que le cuesta dar dinero a la adolescente que quiere ir al cine, o al jovenzuelo que pide un regalo para la novia. Al final del año llega extenuada y “limpia” y la salva el aguinaldo; con el paga los picos de sus deudas y le queda un respirito para la prenda nueva y la celebración en familia. Ellos son los empleados públicos y privados; los profesionales; los maestros y profesores, siempre preteridos; las amas de casa que también trabajan; los jubilados y pensionados que acuden a las “taquillas preferenciales” donde los tratan con displicencia; los que siempre deben la tarjeta de crédito, y en fin, una amplia gama dentro de un estrato social que algunos creen que no es fú ni fá, pero que sí es fú y es fá, tanto que de ella depende diciembre de 2012. Y defenderá sus avances, ¿saben? ¡Con uña y dientes!
¿Podría ganarla el “chavismo”? Sí porque no es clase explotadora ni enemiga natural de los cambios. Todo lo contrario: es la más explotada de todas y la que con sus sueldos y ahorros nutre al Capital que la roba y endeuda. Para estafarla, en Venezuela, se creó por ejemplo el “Federal”. Pero a pesar de todo y al confundirla con los ricos, la revolución cometió el error de no presentarle propuesta. La revolución debe enmendarlo.
¿Podría ganarla la oposición? Sí porque es una clase que quiere progresar o al menos mantenerse, y tiene terror de regresar a la pobreza. Pero oigan: es la que marchaba y ya no marcha, la que no cree más en líderes políticos y está hastiada de pugnas. Es una clase abandonada que también sabe abandonar.
El asunto no me luce sencillo porque si antes esa clase no tenía conciencia de ser, ahora la está adquiriendo y se dará cuenta que para muchos es crucial, ella incluida. ¿Qué deberían hacer entonces los líderes de ambos bandos? Bueno, dejar de creer que es la más pendeja de todas sería un buen comienzo.
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