Son por cientos los correos que nos envían a quienes escribimos artículos excelentes, medianamente buenos y muy malos en aporrea o en otros medios. Y son por cientos los correos que nunca contestamos, porque muchas veces son “Hakeadores” que nos encaminan poco a poco para cuando demos la papaya, ¡tras!. Elisabeth Valdivieso, Raúl Bracho, Pérez Pírela y otros, sabemos lo que nos pasa cuando respondemos lo que no debemos responder.
Por esta razón pedimos mil disculpas a quienes con buenas intenciones nos felicitan o desean aportar algunas ideas. A muchos les contestamos cuando realmente nuestra experiencia nos da la confianza para intercambiar o responder; cosa que nos lleva a sugerir a los buenos y sanos correos lo siguiente: cuando quiera felicitar o aportar alguna idea, identifíquese adecuadamente con nombre y apellido, colectivo o medio, además de una actitud para nada sospechosa, para nosotros buscar la herramienta que nos brinda la web y saber quién es quién y evitar que lo mandemos a lavarse el paltó o le ignoremos.
Sabemos lo chocante y decepcionante de mandar un correo a un camarada o desconocido columnista porque nos gustó la nota o ensayo que escribió y resulta que no nos responde; no se preocupe, que estamos buscando las herramientas que al momento preciso le sorprenderá con la respuesta si usted insiste. Y recordamos además, que esto no sólo sucede en lo personal de cada quien, sino que sucede a nivel de instituciones públicas y hasta en lo “privado”.
Y a esos mala clase, donde encajan amargados, contrarrevolucionarios convencidos o de medio pelo, odiadores sin razones, Hakeadores chambones y los que saben, lambones y conspiradores, no pierdan su tiempo que con sólo asomar en cada buzón, los mandamos al spam o al correo no deseado.
Y a los compañeros y compañeras que reciben correos sin una identificación confiable, pónganse las pilas que la canalla se vale de todo para joder.
¡Viva Chávez¡ ¡Viva Chávez¡ ¡Viva Chávez!
nanditopico@hotmail.com