Los programas de acción social en Venezuela refleja una planificación de coherencia desde años atrás, reflejando un criterio solidario sobre las personas necesitadas que se convierten en el tiempo como un símbolo de búsqueda hacia la justicia, como una tendencia natural de programas hacia un gran voluntariado nacional. Jamás puede existir pasividad y rigurosidad en las personas que rigen estos programas del Estado Bolivariano de Venezuela.
Aquí, debemos aplicar un concepto de eficiencia como equidad para equilibrar los gastos públicos de la nación y los funcionarios públicos deben velar para que se cumplan estas funciones que marcan un compromiso y respeto entre los beneficiarios de estos programas, para esto, debemos poseer una formación de relación espontánea entre los miembros de ese gran voluntariado que aprenden, gracias al Estado, cursos de diferentes tendencias artesanales, plomería, albañeria, libreros y aquellos que con sentido común se dedican a dar conferencias.
El programa de Reforma al Estado Bolivariano de Venezuela debe ser aplicado cualquiera sea la tendencia política que debe seguir gobernando el país, el programa documental del Socialismo del Siglo XXI manda un alerta de activar todos los mecanismos previstos para dinamizar el estado productivo y acortar la historia para activar algunos conceptos económicos que marcan un precedente en la región.
Tanto el oficialismo como la oposición, deben tener una capacidad de decisión para lograr voltear algunas medidas que han provocado distorsión en los conceptos del mercado y que imponen medidas de reformas a la misma ley, con el fin de aprovechar mejor la venta de hidrocarburos en los mercados externos. Sin duda, algunos precios se han disparado y se especula sobre el precio de la gasolina, algo delicado para cualquier gobernante.
Tanto Nicolás Maduro, como Randosky deben fijar techos que le fijen condiciones económicas a los trabajadores para avanzar en los programas de desarrollo de la Nación y para fortalecer el espíritu de los venezolanos, quienes estudian en universidades populares del gobierno para crear solidez en las futuras formaciones jurídicas y empresariales. Es el gran desafío que debe tomar uno de estos dos hombres, cuando asuma el más aventajado el nuevo período presidencial, donde el oficialismo cuenta con el legado del fallecido presidente, comandante Hugo Chávez Frías.
Es el momento de configurar un plan de choque económico ante la crisis europea, que, exige por parte de Venezuela asumir directrices para enmendar algunos puntos del plan económico Simón Bolívar 2013- 2019. Teniendo como referencia una seña de identidad, los derechos sociales. Es el momento de tener capacidad de decisiones ante el gasto y los mecanismos de crédito, hay que evitar la fragmentación social que empobrece la democracia en los Estados.
La austeridad es un camino cierto y a la población se le debe encauzar a no tener consumos excesivos y aprender a razonar sus gastos ante alimentos que solo tienen como señal, una publicidad engañosa y corrupta, por no tener las condiciones básicas de el elemento proteico.
Nicolás Maduro debe hacer un esfuerzo para seguir capitalizando los votos de su líder y mentor, el guía de este movimiento bolivariano Chávez Frías, mientras la centro derecha debe reagruparse y obviar sus planes mayameros y españoles.