A un año de tu siembra te lo vuelvo a decir: Perdóname mi Presidente Eterno ya que mi reacción al saber que te habías ido fue de mucha rabia porque tú mi héroe amado no podías abandonarnos de esta manera tan cruel. Te pido perdón, reconozco fui egoísta ya que me olvidé que eras un ser humano de carne y hueso.
Hoy siento remordimiento ya que te dejamos solo con tus dolores, con tus sufrimientos, con tus fiebres, con tus malestares, mil perdón te pido.
Recuerdo aquel 13 de abril de 2002 cuando dijiste: “el pueblo llegó a palacio para quedarse”, mucho antes pronunciaste aquel honorable “por ahora”, ese día te metiste en lo más profundo de nuestros corazones para vivir por siempre.
No tengo pena en decirte todo lo que he llorado y seguiré llorando por mucho tiempo.
Dios mío te ruego que este llanto y este dolor se transformen en energía. Y te digo, esas lágrimas están pagas ya que nos hiciste reír mucho con tus cosas y nos llenaste de felicidad y de alegría con tu amor. Dios yo entiendo que tú nos hiciste un préstamo con este gran hombre, hoy lo necesitas y te lo llevas, dios amado, no te recrimino nada, sólo te pido dale fuerza a este pueblo que hoy sufre tanto y sobre todo dale fortaleza a sus padres, a sus hijos. Dios mío hazme un favor, ese hombre que hoy se nos va préstaselos a mis hermanos africanos, americanos del norte y a los pueblos oprimidos del mundo, ellos lo necesitan para que los ayude a levantar la bandera de la verdadera libertad.
Gracias mi presidente eterno por liberarnos, gracias por hacer respetar a mi patria y hacer de Venezuela un país reconocido en el mundo; antes de ti nos conocían como un paisito que sólo tenía petróleo, gracias por enseñar a mi pueblo a leer y a escribir, gracias por enseñarnos lo grande que fue Bolívar, Sucre, Zamora, Miranda, gracias por enseñarnos que nuestra música es la más bella del mundo, gracias por devolvernos la música de Alí, gracias por enseñarme a creer en mí y en mi patria, a amar la agricultura y sentirme orgulloso de ser agricultor, te agradezco por hablarnos del nuevo orden mundial, del grupo Bilderberg, de los transgénicos, de ese monstruo llamado Monsanto y sobre todo gracias por quitarle la máscara a los imperios criminales; gracias por hablarnos de la carta de Guaicaipuro Cuauhtemoc, gracias por enseñarnos a derrumbar en la historia la estatua de los conquistadores y decretar el 12 de octubre como día de la resistencia indígena y no seguirle rindiendo culto a los malvados que acabaron con nuestros aborígenes, y llenaron esta tierra bendita por dios, de saqueos muerte y miseria, gracias por las misiones que han traído tanta felicidad a nuestro pueblo. Gracias por ser fiel a tus ideas, sobre todo mil gracias por no haber defraudado nunca el amor y la esperanza de tu pueblo.
Tú nos prometiste una nueva constitución y juraste que la veríamos, no sólo la vimos, la vivimos y la sentimos. Tu juraste que tendríamos patria y nos dejaste patria además liberada, siempre te veré en el rostro húmedo de mi madre, a la que veo llorar y sufrir en silencio como quien llora al más amado, al más preciado de sus hijos. Te veo cabalgando con Sabino, Maisanta, Sucre, Bolívar y Zamora; te veo riendo con Joselo, Danilo, Lina, William Lara, Tascón y Carlos Escarrá, veo al padre Vives Suría echándoles la bendición.
Mi sueño era conocerte personalmente para darte las gracias por tanto amor y decirte cuanto te amaba tu pueblo, te vuelvo a pedir perdón ya que tú sacrificaste tus sueños de pasar tus últimos días en una choza meciéndote en una hamaca en las orillas del Capanaparo, por todo lo que hiciste por nosotros viviremos eternamente agradecidos.
Recuerdo cuando mi pequeña hija tenía 4 años y escuchaba aló presidente y salía corriendo con su sillita y se sentaba frente al televisor a verte, se paraba y por la corneta interactuaba contigo, te decía secretos, cómo olvidar el primer día que llegó del preescolar estaba muy contenta porque junto con sus amiguitos cantaron tu canción, yo le pregunté que cuál era tu canción y ella se paró firme y me cantó el gloria al bravo pueblo. Cómo olvidar a aquel niño guariqueño al que llamaste el ángel de la sabana que en un aló presidente llegó con una cajita y te dijo que él venía a limpiarte los zapatos, tú te reíste y le preguntaste ¿cuánto me vas a cobrar? Y él te dijo: yo no te puedo cobrar porque tú eres mi amigo, lo ayudaste y lo convenciste de que un niño a su edad tenía que estudiar.
Hoy yo digo el que tenga corazón que sienta, contigo aprendí que la humildad es un sentimiento del cual carece mucha gente en este mundo de dios, me enseñaste que la humildad cuando se combina con el amor puede derrumbar barreras y perpetuar al ser humano en el tiempo. Yo resumo tu vida en un pequeño fragmento de la oración de ese gran hombre que fue Ghandi “oh mi señor enséñame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentira para ganarme el aplauso de los débiles, si me das fortuna no me quites la razón, si me das éxito no me quites la humildad”, por todo esto fue que te convertiste y serás por siempre un gigante, gracias por ser el libertador de los libertadores, tú no puedes decir que has arado en el mar ya que tu sembraste en nuestros corazones y te vestiste con el amor de tus pueblos.
Hugo Rafael Chávez Frías, hombre de fe, hombre de amor, hombre de dios, estoy convencido de que fuiste el hombre de las dificultades y las venciste todas y tu hermosa obra en favor de los pobres sólo pudo ser posible de la mano de dios. Mi eterno amor, mi eterno agradecimiento. Dios te bendiga y bendiga a nuestra amada Venezuela. Vivirás por siempre en el corazón de tus pueblos, en la sonrisa de tus niños, en la mirada de fe y esperanza de tus ancianos y de tus indígenas, te amaremos por siempre comandante eterno!!!!!!!!
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