Dos proyectos, dos sistemas, un acuerdo: Venezuela

Tema recurrente durante las conversas que se desarrollaron en Miraflores entre la Revolución Bolivariana encabezada por su líder, Nicolás Maduro Moros, en su calidad de Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, y los componentes partidistas de la Mesa de la Unidad (MUD) bajo la responsabilidad de Ramón Guillermo Aveledo. La mesa se sirvió, los comensales asumiendo sus respectivos roles y la audiencia atenta a cada palabra y, algunos, a cada gesto, sonrisas, duras miradas y decepciones personales. No vamos a entrar a exponer las ideas de cada exponente aunque las mismas están a sus disposiciones para sus propias y personales conclusiones; nos avocaremos a entrar a discurrir ideas sobre los temas en título pero desde una óptica, estrictamente, personal; es decir, bajo y únicamente asumiendo todas las responsabilidades correspondientes; es decir, expresaremos nuestra visión a futuro de cómo observamos “el futuro venezolano”.

En primera instancia, se sentaron en la larga mesa factores políticos que decidieron escuchar cada palabra, cada frase de cada uno de los exponentes que actuaron en representación de ambos factores en sub-conjuntos político-ideológicos: la Revolución Bolivariana y la MUD. Básicamente, exceptuando las correspondientes “no-verdades” cuales se expresaron por ciertos factores políticos, el escenario en acto, se desarrolló en perfecto respeto entre si aunque en ocasiones conteniendo la respiración para no responder, inmediatamente, a ideas expuestas por algunos de los expositores políticos; solo se expresó un solo caso que entró en un “intercambio de opiniones” entre Ramos Allup y Diosdado Cabello pero nada que el “zorro del desierto” no supiera vacilarse con ese tan personal estilo político que pudimos observar con cierta frecuencia en Diputados durante la 4ta. República.

Desde lo metodológico se expresaron dos (2) metodologías: la expuesta por la Revolución Bolivariana y la expresada por la MUD; mientras que la Revolución diseñó su estrategia sobre la dialéctica, la MUD se expuso en el más puro positivismo (lógica formal). Es obligado precisar que Nicolás Maduro Moros se mantuvo en sus calidades ejecutivas como Presidente de la República cooperado por el Vicepresidente Jorge Arreaza quien, por cierto, en algún momento pareció un “gallo de pelea”; quizás, por ello, el Comandante Chávez sacó del “saco” aquel nombre de “el gallito”.

Nos referimos a ambas metodologías porque ello es fundamental cuando, en privado, ambos conjuntos decidan “entrarle al capote” a tocar temas muy sensibles y fundamentales para el futuro de Venezuela y la Revolución Bolivariana. La metodología desarrollada por la MUD nos permitió precisar fuertes diferencias internas en ese conjunto político de oposición; precisemos. En primer lugar, Henry Ramos Allud expresó sus propias ideas; toda una terapia como bien lo expresó cuando le reiteraba al Vicepresidente Arreaza que llevaba muchos años sin poder exponer sus ideas; reiteramos, “sus ideas” cuales en nada se parecen no solo en contenido sino en exposición a las palabras previas de Ramón Guillermo Aveledo; es decir, desde lo político-legislativo, Ramos Allup fue contundente pero sin llevar esas ideas a la dialéctica; es decir, fue lineal. En segundo lugar, la exposición del sindicalista Velázquez fue muy interesante porque sí extraemos cada uno de sus precisiones y los comparamos con los señalamientos que la Secretaria de Estado estadounidense, las directrices de María Corina Machado, el señor Antonio Ledezma y Leopoldo López, sustentó su argumentación en una sola idea: los estudiantes. Es decir, en un simple análisis dialéctico muy personal, la paz en Venezuela depende de los estudiantes; la economía en Venezuela depende de los estudiantes; los acuerdos que se pudieran alcanzar entre la Revolución Bolivariana y la MUD, dependen de los estudiantes. En ese orden discursivo, nos preguntamos: ¿Por qué, entonces, bien, únicamente, la Revolución Bolivariana conversa, directamente, con los estudiantes y/o, sencillamente, les solicitamos a esos estudiantes su propuesta de programa gobierno para la salvación de la Patria –Venezuela-, y, obligadamente, la ponemos en ejecución estructural y super-estructural; ah! estamos refiriéndonos, precisamente, a los estudiantes contra-revolucionarios y de derechas?

Por último, en este tema, la verdad que Henrique Capriles Radonski no necesitaba exponer “lo no importante” de su discurso participativo sino exponer que estaba completamente de acuerdo con lo expresado por Ramón Guillermo Aveledo. Cuidado! Hemos usado la frase: “lo no importante” porque Capriles Radonski expuso situaciones que tuvieron que ser muy bien respondidas, primeramente, por el Vicepresidente Jorge Arreaza y, en segundo término, por Jorge Rodríguez. En nuestra modesta opinión, Capriles Radonski demostró que no es un político curtido; es decir, no tiene ni botiquín ni prostíbulo como se dice en los ruedos políticos por lo que le aconsejamos que tome algún intenso curso con Henry Ramos Allup.

Pero nos estamos desviando de nuestra propuesta en título. En ese orden, entrémosle al tema de “los sistemas propuestos” tanto por la Revolución Bolivariana como por la MUD. En primera instancia, para aclarar en precisión, suponemos que la MUD “comulga” plenamente con el señalamiento de la Conferencia Episcopal Venezolano (CEV) de rechazo al “Plan de la Patria”. Pero seamos más precisos. En nuestro modesto criterio, es muy probable que la CEV considera que el “Plan de la Patria” nos lleva hacia el más horroroso de los “comunismos” del mejor estilo cubano; ergo, la MUD suscribe, profundamente, esa tesis. Es decir, en lógica lineal, todo el conjunto de la oposición venezolana con lo cual estamos apuntando a la MUD, la CEV, los estudiantes, Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, se adscriben a esa tesis. Por esas curiosidades intelectuales, las derechas no están suscribiendo las ideas y propuestas del checo, Václav Havel.

La Revolución Bolivariana está, claramente, precisando, permanentemente, que la Revolución Bolivariana es socialista. Pero ¿qué significa el socialismo venezolano? Es decir, en última instancia: ¿qué significa el socialismo del siglo XXI? En ese orden, conocemos a que se opone la oposición venezolana, por cierto, plenamente apoyada por las derechas mundiales; esa oposición se sustenta en el rechazo al “Plan de la Patria”. Ello obliga a la Revolución Bolivariana a desglosar en profundidad cada propuesta contenida en dicho plan, realizar un desarrollo teórico de cada contenido sustentado en el desarrollo tanto de la estructura como su impacto en la super-estructura en cambios profundos del Estado venezolano. Es decir, la Revolución Bolivariana tendría que demostrar a toda esa oposición cómo se irá desarrollando la economía nacional en su lógica económica socialista en transición; para ser más precisos: en el marco de la lógica dialéctica del desarrollo del capitalismo rentista venezolano hacia la profundización en desarrollo de ese capitalismo hacia su lógica evolución a lo económico-socialista venezolano. Precisemos.

Uno de los paradigmas que la MUD expone como producto de la crisis económica es el tema de la “propiedad” en, por ejemplo, el factor del campo venezolano. En el marco del sistema capitalista es una condición sine qua non que la propiedad de la tierra sea privada, es decir, que dicha propiedad sea referida, jurídicamente, a una sola persona. Otro de los temas que critica la MUD es el tema de “la ganancia”; es decir, el lógico beneficio que todo capitalista debe obtener por “sus inversiones”. Así podríamos seguir desarrollando los diferentes paradigmas que se sustentan sobre la base de las realidades del sistema capitalista. En ese escenario, todo ello, filosóficamente, es base fundamental en el concepto de la “libertad” del “ser creado” como “ser social” según aquellos pensares filosóficos y teológicos tanto del africano, San Agustín, como del dominico, Santo Tomás de Aquino.

Pero cuando entramos en un serio análisis dialéctico de esas propuestas, inmediatamente, entramos a la primera pregunta: ¿Cómo funciona la economía venezolana? ¿Cuánto capitalismo y/o cuál es la cualidad de ese capitalismo está presente en el escenario actual de la economía venezolana? Es Asdrúbal Batista quien a dicho, “por todo el cañón”, que la economía venezolana es “rentista”. Entonces, debemos preguntarnos para poder responder ambas cuestiones arriba en propuesta: ¿Qué significa que la economía venezolana sea rentista y cómo se relaciona ese calidad rentista en el desarrollo del capitalismo venezolano y, en última instancia, inquirirnos sí esa realidad rentista es cónsona con la actual reingeniería del capitalismo mundial-global actual?

Por favor, no nos califiquen de “bernstianos”, ergo, “reformista”;  nuestra intención es precisar en cuál etapa del desarrollo se encuentra la economía venezolana en el marco del capitalismo venezolano; qué significa que nos encontremos, actualmente, en esa realidad en el entendimiento que la Revolución Bolivariana viene desarrollando equilibrios de decisiones de políticas económicas para el desarrollo de “la estructura” de la economía rentista venezolana con esa conjunción de dos (2) paradigmas: el capitalismo venezolano en su proceso de desarrollo en “su estructura rentista-criolla” actual en curso como realidad inobjetable conjuntamente con políticas en ejecución de los paradigmas de la realidad objetiva de la economía socialista a la venezolana todo ello sin descartar sus impactos a nivel de la super-estructura del Estado venezolano en sus cambios profundos.

Regresemos a la CEV. Los monseñores obispos, moto proprio, han declarado que rechazan, así, de plano, el “Plan de la Patria”. Entonces: ¿Cuáles son los contenidos del “Plan de la Patria” que rechazan los purpurados; son todos sus contenidos; son, solamente, algunos; es obligante que lo precisen? Cuando nos obligamos a adentrarnos en dicha propuesta, independientemente, de que la misma haya sido producto del desarrollo intelectual en propuesta de crecimiento de la Patria venezolana por nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías (por aquello de la siquis contra-revolucionaria), como revolucionarios, en nuestro análisis dialéctico, tendremos que comenzar a caminar hacia la Plaza Bolívar (Caracas), entrar en los predios del edificio del Episcopado, sentarnos en una mesa redonda y comenzar a conversar sobre las contradicciones del “Plan de la Patria” que le “erizan” los pensares a los purpurados venezolanos porque, en última instancia, la Revolución Bolivariana, en el marco de las presentes conversaciones acompañadas, nos encontramos con dos (2) contradicciones: la CEV y Washington pero como revolucionarios en análisis dialéctico estamos obligados a diferenciar ambas contradicciones.

¿Por qué exponemos que la CEV es una de la dos (2) contradicciones de la Revolución Bolivariana? La CEV se ha expuesto, a si misma, como “la vocera autorizada” de El Vaticano. La MUD ha declarado, públicamente, que “ha invitado” a El Vaticano a ser “testigo de excepción” de las conversaciones por “la paz y el desarrollo económico” de Venezuela. La MUD es la vocero oficial de la CEV en la palestra público-política nacional de la oposición venezolana a pesar de voces en contrario. La CEV y la MUD suscriben lo sustancial de la Encíclica “Rerum novarum” apoyándose en la Doctrina que viene desarrollando el Papa Francisco.

En el marco de las extrañezas políticas venezolanas nos preguntamos: ¿dónde está la social-democracia venezolana e internacional? Para responder en palabras de Joselo: “los adecos se dejaron de eso”.

Dejemos el resto del desarrollo para “endespués” y/o “aluego”.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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