Proliferan cualitativa y cuantitativamente los trabajos que se ha escrito sobre la cuestión de la transición del capitalismo al socialismo. Cuantas luchas, mucha sangre se ha derramado, muchas vidas se han entregado, en procura de éste anhelo revolucionario. Marx y Engels dejaron colosales ideas al respecto, que Lenin trató de sistematizar (amen de sus colosales aportes), y que Trotsky, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Mariátegui, El Che, Fidel y Chávez entre otros, han actualizado. Mucha agua ha corrido bajo estos puentes. Sí hay teoría y práctica revolucionaria. Sí hay una hoja de ruta hacia el socialismo.
Ludovico Silva sostiene que SI HAY una propuesta sobre la transición hacia el socialismo, pero poco acabada. Afirmación que validamos con toda certeza. Fidel sostiene que el socialismo es la teoría y el comunismo su práctica, los dos marchan juntos. La tesis que han tenido más éxito en la práctica, para desgracia de las revoluciones y los revolucionarios, han sido la tesis reformista socialdemócrata, que consideran que al socialismo se llega por la vía pacífica e institucional, de la suma de reformas. En Europa, acusados los Partidos Comunistas de dogmático, y algunos partidos de izquierda, temerosos de ser señalados de ortodoxos, fueron desfigurando sus premisas, hasta aproximarse a los partidos socialdemócratas. ¿Qué le está pasando hoy a la izquierda europea? La Europa de la revolución industrial, de la revolución francesa, de la revolución bolchevique y no sé cuantas revoluciones más, hoy luce empobrecida, ultrajada, endeudada. Honor y gloria a La Comuna de París. A la Revolución bolchevique en sus inicios. Huyéndole al modelo soviético, se hicieron socialdemócratas y por ende, aliados del capitalismo. Que sirvan estas lecciones para los revolucionarios venezolanos y latinoamericanos de hoy. Si esto no es suficiente para curarnos de los errores, miremos lo que ha pasado con los fracasados intentos revolucionarios en México, Angola, Argelia, Corea, Viet Nam, Laos, Camboya, China, Europa oriental, la Unión Soviética, y otros intentos conocidos.Cría cuervos y te sacaran los ojos. Es imperioso conocer el metabolismo del capital, el desempeño de la alienación, la enajenación y la cultura controlada por el mercado. Es en la cultura, donde la dominación capitalista ha penetrado con mayor fortaleza. El capitalismo sabe que tiene que ser legitimado por el explotado. Si la ideología (toda ideología es contrarrevolucionaria) es dominación; inversión de la realidad, ocultamiento de la realidad, reproducción de las condiciones de explotación y ocultamiento de la etiología del capital, conciencia revolucionaria es liberación total.
Marx consideró que para que una revolución socialista triunfara, debería darse una conjunción de factores objetivos y subjetivos; una profunda crisis social del capitalismo en todos los órdenes, con una presencia organizada y activa de la clase trabajadora construyendo su propia historia. Esta es una verdad a medias. De ser absolutamente cierta la concurrencia únicamente de los factores objetivos y subjetivos como premisa revolucionaria, hace tiempo que en África, Asia y nuestra América, se hubiera instalado el socialismo. A esta tipificación de lo objetivo y subjetivo, hay que incorporarle la presencia de la conciencia revolucionaria y el partido revolucionario. Claro, el Partido no crea las condiciones, las aligera, organizando al pueblo. El Partido jamás debe sustituir al pueblo. El partido debe ser autónomo, no controlado por ningún funcionario medio o alto del gobierno. Ser vigilante y contralor de las acciones gubernamentales. Su dirección debe ser horizontal y sus autoridades elegidos por sus bases. El peligro de un partido, y en particular de un partido revolucionario, es que sus autoridades sean verticales, piramidales, lo que posibilita la formación de roscas y el impulso al burocratismo y la corrupción.
Marx señaló la necesidad del desarrollo de las fuerzas productivas. No es esta la única necesidad. Sí sólo el desarrollo de las fuerzas productivas, condujera al socialismo, ya debería estar instalado el socialismo, en los países altamente desarrollados. Faltan otros elementos fundamentales, que tienen que ver con la conducta, las creencias, los valores, las prácticas sociales, es decir: la cultura. Marx acotó, que el ser social determina la consciencia y no es la conciencia la que determina el ser social ¿Pero, que ha pasado? Podemos presenciar en muchos países, como la clase explotada sale a la defensa de sus explotadores. No piensan, ni actúa como viven. Marx escribió sobre la necesidad de liquidar el Estado liberal burgués, destruirlo, no convivir con él, pero encontramos, que donde la revolución popular ha tenido posibilidad de llegar al poder, el Estado burgués ha sido fortalecido y transformado en una trinchera de intereses personales o grupales, llegando a desarrollar un capitalismo de Estado. Sabido es que desde las instancias institucionales internas de un Estado Liberal burgués, no es posible hacer una revolución socialista. Precisamente, éste Estado liberal burgués, está diseñado para impedir revoluciones. Se ha escrito seriamente sobre un Estado obrero en transición al socialismo. Los anarquistas niegan estos procedimientos; quieren todo el poder ya. La transición como evolución, conocida como etapas, dibujadas por los soviéticos como Modos de Producción, cuyo génesis es Hegeliana, puede ser una falacia. Suponer que hay que hacer todo un recorrido histórico para llegar al socialismo, es negar las luchas de clases y los partidos revolucionarios. El desarrollo de la conciencia de clases, puede acortar este largo e impreciso camino.
Marx con su indestructible método, partió de lo concreto para al final volver a lo concreto siempre por la vía de lo abstracto, y lo más inmediato y concreto en la sociedad, es la producción de los bienes necesarios para la reproducción de la especie, pero, cuando se trata de trabajo asalariado, la producción de bienes, reproduce a su vez las condiciones de dominación requeridas por el sistema. Aquí, El Moro supera a Hegel. Mientras que Hegel parte de la idea y por medio de un malabarismo metafísico (¿supuesta dialéctica?), le da vida y la convierte en actor central de la sociedad, que no es más, que el mismo hombre de la Ilustración, por el contrario, Marx parte de los seres humanos concretos y reales, o lo que es lo mismo, los seres produciendo sus bienes y reproduciendo su existencia social, reproduciendo su propia dominación en términos inconscientes. La forma o manera como ocurre esta producción, es clave para la comprensión del todo social. Marx llamó entonces a pasar de la conciencia en sí a la conciencia para sí. Esta labor revolucionaria la depositó en el proletariado. Hoy sabemos las aberraciones que allí existen; la posibilidad del surgimiento de élites proletarias, al servicio incondicional de los explotadores. El economicismo sindical, descompone las bases fundamentales de las organizaciones laborales de los trabajadores. La socialdemocracia procura esta vía etapista. No niega el socialismo, o mejor un tipo de socialismo, que en verdad es el mismo capitalismo solapado, pero sabe que este camino está lleno de incertidumbres.
Marx superando a Ricardo y Smith entre otros, develó como el trabajo asalariado es la cárcel del trabajador. Su único capital es su fuerza de trabajo. La lucha de los trabajadores es entonces por la emancipación del salario, para liberarse como clase explotada. Los socialdemócratas, vociferan las luchas economicistas salariales; es este el camino de convivencia de clases, no de la revolución. Marx denunció como el valor de cambio, se le impone al valor de uso, y las leyes del mercado son impuestas a la sociedad, donde la plusvalía, es el núcleo central de la acumulación del capital. Trabajo no remunerado, o robo a la fuerza de trabajo. Por esto decía El Moro, las ideas dominantes de las minorías son las ideas dominantes en estas sociedades de clases, para anestesiar su conciencia. Marx escribió sobre las consecuencias de la propiedad privada. Su influencia absolutamente en todos los espacios de la sociedad. Mientras más trabajan los explotados, más se empobrecen. La liberación de la humanidad dependerá de la liberación de la fuerza de trabajo como clase explotada. Para éste propósito, Marx señala la necesidad del desarrollo de las fuerzas productivas, y que éstas se apropie de los medios de producción. Es prudente incorporarle la elevación, el desarrollo de la conciencia social de los trabajadores. Sí la ideología invierte y oculta la realidad, la revolución libera. Marx, entendió que la práctica era teoría y la teoría era práctica; las dos van unidas. Marcuse habla de una teoría-practica. Luckas acompaña esta tesis. Quien esto escribe también. La práctica demuestra o desmiente la valides de la teoría. Cuando estamos haciendo práctica correcta, la hacemos para demostrar una teoría correcta. Cuando estamos haciendo teoría, la llevamos a la práctica. Hablamos de teoría revolucionaria y de práctica revolucionaria. Marx denunció la hipocresía de la clase media que también es explotada (mejor pagada), y por miedo se alía con su opresor. Quiere subir y le aterra bajar. Vive del fiado. Marx planteó la necesidad del partido revolucionario, que más tarde Lenin organizó. Lenin propaló sobre los peligros que acechan a los revolucionarios y a las revoluciones. El tareísmo sin saldo revolucionario, el espontáneismo, el burocratismo, la corrupción, el empirismo, la teoría sin sustento práctico. Son estos impedimentos para conquistar el socialismo. Lenin dio el salto de un partido socialdemócrata a una Partido Comunista, (Tesis de Abril). Lenin tomó de Marx la dictadura del proletariado, como acción transitoria en la construcción del socialismo.
Hablamos hoy, de un partido revolucionario autónomo, que no sea confiscado por la dirigencia del Estado burgués en ninguna circunstancia. Un partido vigilante y contralor del poder político. Un partido totalmente horizontal, donde el protagonismo del pueblo sea decisivo. Gramsci nos recuerda la necesidad del saldo orgánico en las tareas políticas. Lenin y Marx, plantearon, los beneficios del internacionalismo para los trabajadores. Ejemplos de luchas revolucionarias, las hay en todos los países. Logros sólidos, contundentes y trascendentales pocos.
PODEMOS AFIRMAR QUE SÍ HAY UNA RUTA REVOLUCIONARIA, UN CAMINO PARA LA TRANSICIÓN DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO, QUE LOS REVOLUCIONARIOS DEBEMOS PERFECIONAR. ¿Dónde quedan todas estas experiencias revolucionarias? ¿Será que ni aprendemos ni olvidamos?. No podemos desconocer las cuantiosas luchas revolucionarias. No debemos olvidar las nefastas lecciones del burocratismo y la corrupción. Debemos tener en cuenta, las peculiaridades de cada país o sociedad, (Mariátegui). El capitalismo es uno sólo y el socialismo también, sólo que los dos están actualizados con las circunstancias históricas. (con sus peculiaridades regionales y nacional). Es la lucha dialéctica, entre clases sociales profundamente antagónicas. La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases.
Afirmar a secas que no hay ni teoría ni práctica anunciadora del camino al socialismo, es casi condenar éste tránsito a la suerte, al empirismo, a la casualidad. El desarrollo de la conciencia de clase (develación de la realidad oculta, cuestionarla y superarla revolucionariamente), es un motor, una práctica vital, fundamental para acelerar el tránsito del sistema capitalista al sistema socialista. El desarrollo sólo de las fuerzas productivas, y la apropiación de los medios de producción no es suficiente. ES FUNDAMENTAL EL DESARROLLAR A PLENITUD DE LA CONCIENCIA CLASISTA REVOLUCIONARIA. Conciencia es crítica. Conciencia es develación del metabolismo y fisiología del capital. Conciencia es teoría y praxis revolucionaria al unísono. Conciencia es destrucción de lo viejo y construcción de lo nuevo. Conciencia es crítica y autocrítica, para avanzar. Conciencia es el hombre y la mujer nueva del che. Conciencia es emancipación y liberación plena. Conciencia es revolución permanente. Conciencia es ética revolucionaria. Conciencia es sentir en carne propia, el dolor de los otros. Conciencia es denuncia y enfrentamiento contra los poderes burgueses. Conciencia es confrontación abierta contra los sofismas socialdemócratas. Conciencia es hacer la revolución en cualquier lugar que estemos. Fidel nos conmina a no quedarnos en casa viendo pasar el cadáver del imperialismo, hay que acelerar su desaparición. Marx nos llama a PASAR DE LA CONCIENCIA EN SÍ A LA CONCIENCIA PARA SÍ. El tránsito al socialismo no es una aventura, debe ser un plan revolucionario fundamentado en la realidad. SÍ HAY UN CAMINO TEORICO-PRÁCTICO AL SOCIALISMO. NUESTRO DEBER ES, DEPURARLO DE TANTAS ALIMAÑAS, HACER QUE EL PUEBLO SE RECONOZCA EN LA REVOLUCIÓN, QUE LA HAGA SUYA, QUE TENGA CLARA CONCIENCIA POR LO QUE LUCHA.
Historiador y Profesor Universitario.
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