Presidente Maduro, disuelva la Asamblea Nacional. Se lo propone un jalabola

Evito usar malas palabras pero me hallo tan indignado al ver compañeros que lejos de asumir la autocrítica por la derrota del 6-D (síndrome de la negación), proponen soluciones falsas. Son como el borracho que no asume su alcoholismo y presenta un chicle mágico que le elimina la pea.

Uno de ellos es un tal Guillermo Guzmán quien aparece en Aporrea como autor de esta obra maestra: "Maduro puede disolver la Asamblea Nacional, dado el caso en defensa de los trabajadores, Art. 236 num 21 de la CRBV"

Menos acostumbro a pronunciarme por lo que escriban terceras personas, pero en horas donde se encuentran en "terapia intensiva" el gobierno, el PSUV, sus aliados y ese ente abstracto que se llama "Revolución Bolivariana" donde teóricamente cabemos todos los revolucionarios (y no solamente un grupito) me veo forzado a evitar que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela sea usada como papel toilette (tualé) por ignorantes de la ciencia jurídica, quienes proponen criminales disparates que son leídos por mucha gente, aprovechando el cuadro de stress postraumático, angustia, desconcierto y depresión severa que sufre el pueblo chavista como resultado de la aplastante derrota electoral sufrida el pasado 6 de diciembre de 2015.

Permítame ilustrar al genial autor que posa en la foto de Aporrea con su llamativa peluca gris, quien aparentemente redactó este adefesio jurídico. Permítanme los lectores salvar del engaño a quienes mansamente cayeron en la estafa. La verdad es que el único supuesto donde puede aplicar esa atribución es el siguiente:

Artículo 240 constitucional, primer aparte: La remoción del Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva en tres oportunidades dentro de un mismo período constitucional, como consecuencia de la aprobación de mociones de censura, faculta al Presidente o Presidenta de la República para disolver la Asamblea Nacional. El decreto de disolución conlleva la convocatoria de elecciones para una nueva legislatura dentro de los sesenta días siguientes a su disolución. (negrillas nuestras)

Pero la gravedad del error no reside en interpretar erróneamente el texto fundamental de la nación sino lanzar esa basura al espacio. No todo el mundo sabe derecho, pero por sentido común (y eso lo debe tener un revolucionario) sí debiera ser prudente evitando publicar "estoraques" o mamarrachos no verificados que debiliten, confundan, embrutezcan o siembren falsas expectativas al pueblo chavista con una mágica fórmula leguleya que solo contribuye a hundir más al movimiento revolucionario.

No escribiré yo aquí una Tesis de Derecho Constitucional, ni haré gala de los certificados jurídicos que obtuve en Nueva York, Sur de España o Venezuela Bolivariana; ni empezaré a hablar inglés ni ninguno de mis otros tres idiomas (como ex traductor de congresos internacionales de comunistas) aunque otros académicos chavistas frecuentemente alardean del francés. Yo prefiero no usar adornos y ser directo, claro, preciso y apto para todo público. Mi certeza es: si mi conocimiento no llega al pueblo, entonces vale menos que el papel toilette.

Veamos los hechos y el Derecho:

1) Sólo el caso específico del 240 constitucional permite al Presidente disolver el parlamento. Ya ocurrió en Ecuador y se llama en doctrina "Fuego Cruzado".

2) Disolver el parlamento invocando la defensa de los trabajadores no tiene base constitucional ni legal.

3) Si el parlamento viola derechos de los trabajadores, no se puede disolver ese órgano, sólo podría solicitar concretamente la nulidad del acto violatorio que ocasiona la violación de un derecho específico de los trabajadores. El procedimiento sería exclusivamente por vía judicial y lo dictaría el Tribunal Supremo de Justicia. Ejemplo: Ramos Allup y su nueva Asamblea Constitucional dictan una "Ley que contra el ingreso de militantes chavistas a cargos públicos". En ese caso yo actúo judicialmente denunciando la violación del principio de no discriminación que dice:

Artículo 21: Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia: No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona.

Pero hablemos de política: Lo menos que necesita el gobierno es negar que ocurrió la apabullante derrota del 6-D mediante la fabricación de una fórmula mágica. La obligación ahora es la crítica y la autocrítica para entender la causa de este escandaloso fracaso. Lo menos que necesita el gobierno es contarse electoralmente (si se disolviera la Asamblea, inmediatamente se llama a elecciones para escoger a una nueva) porque si el 6-D el PSUV y sus amigos obtuvieron 42% de los votos tengo certeza de que un 13 o 20 o 27 de diciembre obtendrían el 21% o menos, ya que cuando la gente ve un árbol caído se aleja y busca al nuevo árbol dominante. Eso se llama oportunismo, y en Venezuela no crea nadie que son pocos los oportunistas y muchos los militantes formados ideológicamente con disposición a luchas y sacrificios.

La estupidez que propone este genio leguleyo es un suicidio. Es como el boxeador malcriado que recibe tremendo golpe y cae a la lona. Entonces a duras penas se levanta y en vez de evitar el intercambio de golpes, correr un poco, amarrar los brazos del enemigo (o sea, inteligentemente ganar tiempo para recuperarse) prefiere continuar la lucha golpe por golpe y por desbocarse le propinan el definitivo nocaut. De boxeo conozco bastante, lo estudio y practico desde niño:

Yo por sentido común, evitaría ir a otra elección hasta que no se normalice la situación económica resolviendo la escasez de alimentos y medicinas porque de lo contrario la derrota sería peor que la del 6-D. El mensaje del es: con Guerra Económica, el PSUV no gana más nunca una elección en Venezuela.

¿Acaso no se ha dicho que quien ganó el 6-D fue la guerra económica? Pregunto: ¿eso ya se resolvió?

Yo le agrego a la solución, la urgencia de corregir el sectarismo, el voluntarismo, el culto a los funcionarios, la desunión entre revolucionarios, la falta de espacios amplios para la discusión interna más allá de los partidos y la ausencia de tolerancia para la crítica y la autocrítica. No todo el que critica es imperialista, capitalista, pityanqui, ni pelucón. Por lo menos yo soy comunista adaptado al siglo XXI (pero no de los que apoyaron a Caldera, mosca) Ver video: 

Por favor señor leguleyo Guillermo Guzmán, piense antes de abrir la boca o usar el lápiz o el teclado o el email. No incites a Maduro a un suicidio político, electoral y constitucional. No te comportes como los jalabolas que por aplausos complacientes nos llevaron al matadero electoral del 6-D.

Si quieres saber la guerra que viene para 2016, observa este video: Guerra Constitucional en 2016:



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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