Ni el Psuv ni la MUD han podido salir del contundente shock electoral: ni el primero esperaba semejante descalabro eleccionario, ni la segunda tantos votos a su favor.
Mientras se imagine que las causas son reacciones populares ante malas políticas del gobierno, generoso en demasía, y que por tanto le sea necesario cambiar sus estrategias de comunicación, de contacto gobierno-pueblo, por una parte, y por el otro bando, mientras las desunidas fuerzas de la MUD sigan creyendo que el pueblo ha cambiado en su favor y que esos votos son una suerte de retoma de adeptos perdidos desde hacía varios lustros, ambos, gobierno y oposición, no hallarán explicación real a semejantes y atípicos resultados.
Por el contrario, si vamos a los hechos, a la economía que es fuente de las reacciones o versiones que al pueblo les da su quehacer de día a día, no resultaría difícil ver que simplemente la economía nacional ha sido objeto de un marcado desequilibrio oferta-demanda en ambos bandos, mudistas y psuvistas, en perjuicio de la segunda-la demanda-representada por una inmensa masa de compradores a los que les ha estado faltando en cantidad y oportunidad hasta lo más esencial de su cesta básica, sus medicinas de consumo diario, el pan y la leche para sus bebés, el azúcar de sus niños, los cereales de la familia, el jabón para su limpieza, etc.
Ese déficit sufrido y expresado en elevados precios, en acaparamiento inducido, en inflación acelerada y en angustia ciudadana, se ha traducido, a su vez, en fabulosas y súbitas ganancias derivadas de las mismas transacciones comerciales sometidas a escasez y demandas desbalanceadas.
Súmesele a esas condiciones y a ese desequilibrio oferta-demanda, la escasez previa de capacidad instalada en los centros fabriles, centros que siempre fueron deficitarios, habida cuenta de que estamos ante un empresariado rentista y parasitario, como bien lo conocemos.
De allí que debamos buscar entre los beneficiarios de esta situación económica y en sus perjudicados una buena causa de peso que nos explique semejantes y sorpresivos resultados: los bachaqueros o comerciantes improvisados que se cuentan en cientos de miles, y los escuálidos que afectados igualmente que los chavistas, no pudieron ser captados en las misiones del "1x10".