"La patria es América" señaló el Libertador Simón Bolívar. "Patria es humanidad" afirmó José Martí. "La patria es el hombre" vociferó Ali Primera. Más que nacionalistas, somos internacionalistas. Nuestro socialismo tendrá que ser continental y un día lo será mundial. El Poder Popular no puede ser suplantado por ningún líder o héroe; "Sólo el pueblo salva al pueblo". La Topofilia, la toparquía, es el vientre donde nacerá el socialismo. "Será en América donde se despejará la incógnita del hombre en Libertad". Bolívar.
Ecuador y Venezuela tienen muchas similitudes. La misma historia nos apaña. El mismo libertador nos une. Los dos venimos de gobiernos neoliberales. Nuestras burguesías son apátridas, especuladoras, parásitas, importadoras y saqueadoras del erario público. Tenemos el mismo enemigo histórico: el imperialismo. Nuestros dos gobiernos son "progresistas" y socialdemócratas. Se discute si estas modalidades políticas son tránsitos hacia el socialismo. Yo afirmo con certeza que NO. Experiencias de fracasos revolucionarios en muchos países, donde medidas socialdemócratas han sido determinantes, nos advierten del peligro. La ceguera y la tozudez nos onubla la realidad.
Asuntos más puntuales nos preocupan, el Presidente Maduro y el candidato Lenin Moreno tienen similitudes, los dos fueron nominados por el híper liderazgo (mesianismo) de Chávez y Correa. Los hechos señalan que los híper liderazgos tienen efectos negativos en los procesos revolucionarios: reducen la política al mandato del "caudillo" pospone la insurgencia del Poder Popular y burocratiza a sus partidos. En ambos casos (Ecuador y Venezuela), se valida la vía electoral como único camino al poder y el partido de gobierno queda sujeto a ser meramente una maquinaria electorera, los que le sigan correrán la misma suerte. Errores sin atisbos de corrección son comunes en los dos países. Nuestro gobierno cree que la imagen del Comandante Chávez sería la del CID CAMPEADOR. Nuestros enemigos trabajan sin descanso, para borrar de la mente del pueblo el imaginario de Chávez. Para esto, aprovechan los errores de Maduro, para culpar a su mentor. Provenientes de una cultural judeocristiana, el mesianismo está instalado en la mente y los sentimientos de nuestros pueblos. En ambos casos, se trata de personajes (mesías), vienen "a cumplir un mandato divino". Este mito cercena la crítica revolucionaria, que denuncia los desvaríos gubernamentales, constriñendo la imperiosa y necesaria autonomía que debe tener la dinámica popular revolucionaria, factor clave para el desarrollo de la conciencia popular, lo que puede inducir a nefastos factores como el burocratismo, la corrupción y la ineficiencia.
También encontramos semejanzas personales entre el candidato de allá y el Presidente de aquí: los dos son en exceso tolerantes, en particular con la oposición terrorista y antidemocrática. No olvidemos que se trata de un jefe de Estado y de quien aspira a serlo. Sobre sus hombros pesa una enorme responsabilidad histórica. La oposición reaccionaria de allá, de igual talante que la de acá, tiene clara visión de esta debilidad, conocen el talón de Aquiles de estos personajes, saben de sus opacidades y por donde son más efectivos sus ataques.
Ambos líderes creen en el Estado burgués. Practican alianzas tácticas con el capital privado, enemigo histórico de los pueblos. Como socialdemócratas alfin, desde Bernstein hasta hoy, este es el camino, que los conduce seguramente a la derrota. Las advertencias de Marx en su "Crítica al Programa de Gotha", no les da ni frio ni calor. Están instalados en el etapismo, en la suma de reformas y evoluciones que nos conducirá según ellos, a "un" socialismo rosado. Los dos son cristianos practicantes y si le dan por una mejilla, "ponen la otra". 2018 será un año supremamente difícil para Venezuela, año de grandes definiciones. Los de adentro, con los que dialoga el Presidente Maduro y los de afuera, en convivencia agredirán a nuestro país. Hoy, la unidad latinoamericana no está segura, gobiernos de distinto tenor tenemos en el continente. Queremos que gane Lenin Moreno en Ecuador, pero al igual que Maduro no tienen en lo inmediato el socialismo como proyecto en construcción. La oposición ecuatoriana jugó en la primera vuelta a ir a la segunda vuelta, ahora si gana, Ecuador retrocederá no menos de diez años, si pierden, esos piromaniacos terroristas pretenderán incendiar la patria de Manuela. Trabajan incansablemente las redes sociales y hacen aparecer "noticias" infundadas, como investigaciones científicas. Las ambigüedades de los dos gobiernos que quieren cohabitar con Dios y con el Diablo y sus faltas de carácter político, son sus peores defectos.
El de aquí ha hecho de Chávez casi un santo, palideciendo su discurso político antiimperialista y anticapitalista. Moreno se aferrará de Correa, sabe que lo que le viene si llega a Presidente, es "candanga con burundanga". La oposición allá y acá, está calentando calle y echará el resto, sabe lo que quiere. Este querer moverse en la cuerda floja, es parte de los problemas que los hiperliderazgos nos dejan. Mixtificada la conciencia popular, imposibilitada la construcción popular por este "gigantismo" político, el extravió o la devoción endiosada, condena a los procesos revolucionarios a ser simples "potes de humo".
Los mesianismos son terribles; quieren lealtades incondicionales y sumisas. Los castrados aprenderán a castrar. La ubicuidad y de la infalibilidad atribuida, no admite dudas ni discusiones. El candidato es "fulano" y punto. No cuesta mucho atisbar lo pernicioso que son estos errores para un proceso revolucionario. Si logran masificar y concentrar pueblos, también la ausencia del mesías, puede desmovilizarlo.
Los socialdemócratas saben lo que defienden. Controlar las insurgencias populares es su propósito. Se apela al "gatopardismo": "cambiar todo para que nada cambie". En cualquier caso, de piedras está lleno el camino al infierno. No perdonará la historia a los líderes que de la izquierda se mueven al centro, y se hacen "progresistas", como si el progreso no fuera una falacia de la teoría capitalista. Estos adefesios políticos, pueden conducir a los pueblos al fascismo. Ni en Venezuela ni en Ecuador estamos vacunados contra esta posibilidad. La derecha avanza en el mundo. Clarinadas de alerta se han dado. "En guerra avisada no muere soldado y si muere es por descuidado". "El cielo encapotado anuncia tempestades", hasta una tercera guerra mundial pronostican quienes no ven otro sino este camino. Pero, también las crisis pueden ser fabulosas circunstancias para ir a la raíz social y vivenciar triunfalmente una revolución. ¿Qué está pasando hoy en Europa y los Estados Unidos? Hagamos conocer con prístina claridad, los peligros que nos acechan, partiendo de nuestros propios errores. La crítica revolucionaria es fundamentalísima para corregir entuertos y avanzar por senderos correctos. Más que la guerra económica, son las nefastas prácticas culturales que nos han colonizado, las que nos tienen narcotizados, pensamos y actuamos como el enemigo le conviene. En todas las instancias de nuestras vidas, en todas las edades y los espacios, la dominación del capital se reproduce. Tener al capital como aliado táctico, es tener al enemigo en casa. "Cría cuervos y te sacarán los ojos". Nos encontraremos el próximo sábado.
JESÚS M VIVAS HISTORIADOR PROFESOR UNIVERSITARIO.
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