Nos han puesto a pelear por comida. O sea, exacerbarnos el instinto animal. En su estrategia de caotizar a la humanidad, el Imperio nos puso en modo de supervivencia para que perdamos nuestro don de gentes.
No funciona sino para hacerte daño porque no gana una, fíjate que lleva perdidas tres elecciones seguidas en 133 días y el gobierno no solo no cayó sino que se fortaleció.
Pero nos crispan en colas, comiendo lo mínimo y a veces ni eso. Sin medicinas, con apagones, lacrimógenas en el Metro, cortes de telefonía, agua y televisión por cable, persistente amenaza de invasión, terrorismo mediático… ¿Sigo? Sí, sigo: no firman el acuerdo en Santo Domingo a último minuto, sin una explicación creíble que desmienta la llamada desde Bogotá. Todo el tiempo esperamos el capricho de Dólar Today, el aumento disparatado de los precios, acaparamientos, secuestro del efectivo; el corralito de los límites de transferencias; las correrías de la dirigencia opositora para suplicar arrastrada que te maten de hambre. Sin tregua.
Movilizan lo sobrenatural, como un majareta que llaman Padre Palmar, adivinos mamarrachos como Adriana Azzi y Reinaldo Dos Santos, las guarimbas adoptaban símbolos vagamente medievales. Queman gente viva, ejecutan escraches incluso extraterritoriales porque una horda fascista puede asaltarte en la Torre Eiffel, nada más porque le pareces chavista, a su capricho inapelable. O en Venezuela. El Metro funciona con retardos inexplicados, el transporte privado amenaza con paros y aumentos desmesurados.
Bueno, creo que ya puedo parar, aunque debiera añadir que neumáticos, baterías y demás repuestos son inalcanzables. Ah, la amenaza de cortes de gasolina. Para no hablar de las traiciones, que también se han exacerbado, junto con el fariseísmo seudorrevolucionario que reivindica el «verdadero» legado de Chávez. También omití a Almagro, a quien me da flojera calificar. Perdón por callar la corrupción.
La idea es que nos peleemos en la familia, en el trabajo, en el vecindario, en las colas. Pero tenemos entereza, no caemos en provocaciones. Tenemos una elección general estratégica en el horizonte. Tenemos el petro y nos tenemos como pueblo heroico, que vale más que todo eso, desde Guaicaipuro hasta Yulimar Rojas.