Despecho

Del amor al odio hay solo un paso. A menudo menos. La criminología sabe que una puñalada puede ser un robo o una riña, pero cuando hay 34 cuchilladas estamos ante un crimen pasional con saña, encono, desmesura, rencor, despilfarro emocional. No estoy anunciando un descubrimiento que me acaba de aterrizar sino acopiando una idea manoseada aquí para iluminar allá.

Por eso la conversión y la deserción conducen a la desmesura emocional. No es que están en desacuerdo con esto o con aquello sino que quieren clavar 34 o más tajos a la izquierda de la que alguna vez fueron parte, generalmente con la misma saña, lo cual hace pensar en un desorden emocional de base. Mírales cómo se les retuerce la cara cuando hablan de la izquierda. Curioso: no se da el mismo fenómeno cuando alguien se pasa para la izquierda. Da que pensar.

Gran parte de la oposición venezolana padece ese síndrome y en esto descarto a la que fue siempre de derecha, aunque allí hay una que otra desfiguración anímica también, con alucinaciones y todo, pero esa no me interesa. Es el síndrome llamado de corazón roto. La ciencia tiene tiempo estudiando si el despecho puede literalmente romper el corazón, que puede quedar físicamente afectado, o sea, que lo de me rompió el corazón pudiera no ser una metáfora vulgar y anodina.

Todo esto puede iluminar cierto aspecto de estos 19 años de Revolución Bolivariana. Basta ver el encarnizamiento de gente que apenas ayer era de izquierda y ahora le mientas un concepto de izquierda y coge a dar gritos, se pone colorada, le sale sangre por las encías y se pone me como loca. Les importa un comino el cariño que se les tuvo en el ámbito de la izquierda, se ciegan, cuadran con lo peor de la derecha mundial, se le arrastran a Trump, que hay que ver. Piden la reanexión a la Corona Española. O sea, rompen con los fundamentos más sólidos de patria, justicia, horror a la oligarquía, puntos cardinales, se valen hasta materos.

Entiendo que alguien cambie de ideología, de bando, de criterio. Todo eso es válido, humano y lo defiendo. Lo que me desconcierta es el descontrol emocional que se les pone, la enajenación, la histeria, la gritería, el odio, el espasmo, la epilepsia.

Es gente altamente peligrosa, sobre todo para sí misma.

 



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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