"El reformismo, incluso cuando es totalmente sincero, se transforma de hecho en un instrumento de la burguesía".
LENIN.
Llamarse de izquierda, llegar al poder y no afectar severamente al Estado burgués y al capital, es ser de centro izquierda. Por mejor decirlo: izquierda reformista. La misma que hoy llaman: "Progresista". La que conscientemente oxigena al capital y merma progresivamente las posibilidades revolucionarias. El Estado no es el articulador del interés general de la sociedad, es el cuartel central del capital. Que el Estado burgués sea destruido y el Estado socialista se diluya (Lenin), es un asunto que pudiera no ser tan mecánico. Se llega allí para superarlo dialécticamente no para oxigenarlo. Debate…
En el plano interno de las izquierdas, el dilema es "Revolución o reforma" y en la lucha contra el capital, el dilema es Socialismo o capitalismo. Seguir usando la lógica del capital y sus mecanismos de control (País potencia), es caer en sus fauces. Peor aún, es ser su cómplice. La lógica del capital no es la lógica del bien común. El capital reproduce sin descanso sus características. En su reproducción está su continuidad. No permitir su reproducción es tarea revolucionaria. Es en la cultura, donde el capital ha logrado sus mejores anclajes. Controla la conducta humana en todos los ámbitos, hasta en los insospechados. La consciencia, que lo es, la claridad holística de la realidad y el alejamiento de la apariencia, es la vía necesaria del tránsito de "la consciencia en sí a la consciencia para sí". Es la subjetivación de la realidad objetiva. Las dos se conjugan para el empuje revolucionario.
La propaganda del enemigo es ingeniosa y llega donde ellos quieren que llegue: abajo y en las capas medias. Logran que los pueblos crean que las desigualdades sociales son naturales, y las igualdades imposibles. Procuran castrar el ontológico papel histórico revolucionario de los trabajadores. Han inhibido y pervertido el carácter intrínsecamente revolucionario que debe haber en la clase trabajadora. La revolución tiene que ser una subjetividad colectiva. "La revolución es cultural o no es revolución" Fidel.
El reformismo no se propone revolución sino mejoras. Salva al capital, al no modificar sustancialmente las relaciones de producción. Sus transformaciones son epidérmicas. Tenuemente, estos zurdos frágiles, cuando más, presentan a un Marx reformista con un Kant social. Les venden a los pueblos la mentira, que las inversiones de capital, son necesarias porque generan empleo, como si ésta es la única manera productiva conocida, y como si el empleo en el capitalismo no fuera explotación humana y destrucción de la naturaleza. Llegan a hacerle creer al trabajador, que gracias a su empleador, él trabaja y come. Que filántropo es Lorenzo…
El reformismo no quiere choques entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, quiere conciliaciones, acuerdos entre clases, aunque esto sea cambiar oro por lentejas, pero el metabolismo del capital visibiliza sus planes; la pobreza no puede ser ocultada. Las ofertas reformistas se mueven en los espacios coyunturales, allí es más fácil mentir. Quieren la paz entre clases y no la lucha de clases. La progresividad y no la insurgencia, alianzas con el capital y no la confrontación con él. Los reformismos y no los radicalismos. Hablan de una burguesía nacionalista, ¿dónde, cuál, quiénes? Mitómanos.
La revolución (científico-tecnológica) capitalista, tiene que destruir todo lo comunitario, para poder imponerse, por eso sustituye lo social, por la competencia; es la modernidad. "Su" revolución científica, es involución social. Alienan de tal manera al trabajador, que éste se siente propietario de las ideas y prácticas que lo someten y explotan. No saben, que "Las ideas de las mayorías son las ideas de las minorías" Marx. El socialismo tendrá que restablecer todo lo que humanamente nos une, y destruir lo que alevosamente nos separa. Exorcizar todo lo humano que tenemos por dentro, para devolvernos nuestro humanismo, es tarea revolucionaria. Es "El hombre y la mujer nueva" del Che. La cultura en el capitalismo es un entramado ideológico que oculta la verdad y expande la apariencia. Ideologizar es confundir para controlar. Desde la ideología no se hace revolución, se hace contrarrevolución. LA COMUNA ES EL MEJOR ESPACIO PARA EL VERDADERO CAMBIO CULTURAL. "Comuna o nada". Pero…otra comuna. ¿Cómo fueron las comunas prehispánicas?
Para dominar, el capital debe separar al productor de sus medios de producción. Debe revolucionar científica y tecnológicamente sus instrumentos de producción y mercadeo, para la obsolescencia inducida de las mercancías, reducir costos, mano de obra y competencia. El capital no puede ser justo, porque su injusticia le es implícita. Debe monopolizar los medios de producción, para poder explotar al trabajador, despojado históricamente de todo lo comunal. Es una expropiación histórica. Es un engaño a la clase trabajadora, ofertarle ayudas, sin que ellos puedan modificar sustancialmente sus relaciones de producción. La independencia económica debe salir de la independencia política. Los pobres ya no aguantan su pobreza y a los ricos no les cabe su riqueza.
La izquierda reformista, quiere convencernos que hay una burguesía liberal nacionalista en pugna con el capital neoliberal imperial, y que ésta burguesía liberal, debe ser llamada a "ayudar" a construir "el progreso" y la paz social nacional. Hasta nos hacen creer que "El Estado de bienestar" es una creación socialista, cuando en verdad es una creación del capital en su lucha contra el socialismo. Por cierto, el neoliberalismo, considera atávico "El Estado de bienestar", y lucha por su destrucción. Es urgente que los explotados eleven su conciencia a la idea clara, posible y necesaria, de ser ellos la clase dominante; hegemonía del pueblo.
Revolución y reformas son asimétricas, polos opuestos. El socialismo no es una simple escala de valores, como lo presentan los reformistas, es otra manera más humana de convivir. El capital, le temen a la democracia popular. Los progresistas, ni comparten ni ejecutan el "mandar obedeciendo" zapatista. La democracia popular tiene que ser más democrática que la democracia burguesa. No es solo igualdad de oportunidades lo que los pobres necesitan, también igualdad de condiciones. No es mejorar a los pobres, es acabar con la pobreza.
La democracia burguesa, no es que sea democracia restringida, es que no es democracia; es la libertad del capital. ¿Por qué la izquierda tiene que compartir los descréditos sociales con la derecha? Derechas e izquierdas, hoy se disputan el descontento social. Por qué si los males de todo tipo de la sociedad, los crea el capital, porque la izquierda reformista, usa la lógica del capital, y propone alternativas tan conservadoras, como "País Potencia". Será verdad que hay dos izquierdas latinoamericana: una "vegetariana" come cotufas y otra "carnívora" minoritaria pero más vidente. Si esto se propaga para dividirnos, por qué no discutir lo esencial del asunto, para construir UNA HOJA DE RUTA COMÚN, respetando las particularidades.
Para su defensa y penetración, el progresismo suele ofertar un socialismo abstracto. Hablan de un anti capitalismo pero apoyan al capital. Hablan de revolución y se quedan en las reformas. En su electoralismo, el reformismo progresista, nos mete a todos en un mismo saco de gatos, como si no hubiera clases sociales e intereses completamente opuestos. No se desmantela éste Estado, se le fortalece. Los gobiernos progresistas, son desarrollistas, asistencialistas, populistas, todo esto, menos revolucionarios socialistas.
"País Potencia" es, poner en manos del capital, más espacios públicos productivos. Es legislar a favor del capital. Es hacer del PsuV, un movimiento sumiso al capital. Es colocar el mercado por sobre el interés social. "El Bien Común" es socialismo. "Nicolás…es una orden… Comuna o nada" H. Chávez.