Las guerras es uno de los inventos más inhumanos que en el acontecer histórico ha creado la humanidad, es esa aptitud sin sentido que ha llevado y lleva a los propios pueblos aniquilarse así mismo, es su mayor grado de animalidad, por donde se le mire o analice no tiene lógica ni perdón.
Hoy cuando los venezolanos vivimos una arremetida de acciones y medidas extraterritoriales por parte de quienes se consideran hegemones del globo terráqueo, donde estamos padeciendo una guerra polifacética, que por ahora no huele a pólvora ni a sangre, pero si a muerte lenta por las carencias de suministros de origen de importación; nos obliga a repensar y escrudiñar si los planes, lógica y respuestas que se están dando a la guerra económica, es o no es lo asertiva que ha debido o debe ser; si de buena fe, nos hemos convertidos en necios, que queremos con las "herramientas de la lógica capitalista", atacar o contrarrestar la enfermedad que como cáncer se ha irrigado en todo el tejido económico que hasta mediados de 2012 fue una economía que generaba satisfacción y felicidad a un pueblo que había salido de las catacumbas , para acceder por primera vez a lo que comenzamos a llamar "la gotita de petróleo", y esto fue factible porque el genio se salió de la lámpara, personificado nada menos y nada más que en el líder Hugo Chávez, ser humano devenido del mismo pueblo, quien volteo la arepa, para que las mayorías empobrecidas mejoraran su calidad de vida y alcanzaran ciertos grados de felicidad; lo que como es de entender, no agrado, ni agrada a las minorías burguesas que durante más de 100 años se erigieron y asumieron que éllas, eran copropietarios junto al imperio del norte y países europeos de La Patria, que nos legaron los ejércitos que condujeron esa Pléyada de héroes y al frente de éllos, el Libertador Simón Bolívar.
Por eso razón tenemos los de abajo, cuando consideramos que nuestro gobierno debe romper amarras de la lógica capitalista, y asumir de una vez por todas que el daño que fuerzas externas y endógenas le ha hecho a nuestra economía, nada tiene que ver, con la versión del llamado "dinero inorgánico", ya que la hiperinflación deviene en parte de la manipulación de los marcadores de páginas como $ Today, $ Cúcuta y como si fuera poco la Resolución número 8 del Banco República de Colombia, que permite a los cambistas colocarle el precio a nuestro Cono Monetario (Bs) que éllo (colombos/venezolanos), consideren a su favor en los ejes fronterizos. Para muestra un botón, hoy nuestro Bs es cotizado en un precio de 0,25 céntimos Peso colombiano.
De ahí que es urgentísimo romper con las reglas que nos tienen atados y hacer lo que hemos debido haber realizado hace tiempo atrás; colocar sin complejo más circulante monetario, que permita combatir con nuestro cono monetario, (hoy devaluado por el juego sucio del enemigo), quien sí bien es cierto por ahora no nos ataca con misiles, ni marines dentro del territorio, si nos asfixia con medidas ilegales emanadas de los departamentos de gobierno de los Estados Unidos y sus aliados de Europa y América latina. Por eso manejar la falacia que colocar dinero inorgánico en la actualidad no es conveniente para la economía, es tanto como no aceptar que la economía está enferma y no necesariamente porque haya había exceso de circulante
Me explico, si estuviéramos en la fase de guerra armamentística y en plena batalla y tuviéramos necesidad de enfrentar al enemigo con todo lo que tenemos para evitar que nos derroten y buscar con esa decisión la victoria, eso sería lo correcto; pero si por el contrario, entráramos a considerar que tenemos que ahorrar municiones, cohetes, misiles y demás logística, tal vez pondríamos en riesgo la victoria y con ello, correríamos el riesgo de no tener otra batalla y menos aún la victoria final.
Amanecería el siguiente día y entonces sería tarde para reconocer que no hicimos lo correcto, que nos equivocamos (que fuimos excesivamente pasivos) y eso no serviría de nada, porque el enemigo que es implacable, no tendrá ninguna consideración para con el pueblo y menos aún para con la dirigencia derrotada.
Llevada esta reflexión a la guerra económica, el día siguiente de la derrota, entonces nos percataríamos de la inmensidad de barras de oro y de reservas que teníamos en las bóvedas del Banco Central, pero eso de nada serviría, porque entonces los buitres del norte y burguesía apátrida seguramente estaría brindando dentro de las oficinas del Banco Central con el mejor whisky y champan, mientras sus contratistas y paramilitares masacran al pueblo llano sin misericordia alguna.
Por eso, para evitar lo que no queremos ni deseamos para nuestra Patria, entre otras cosas necesariamente se deben usar nuestro Bs como arma de defensa para que nuestro pueblo pueda acceder a bienes y servicios y el propio gobierno igualmente cumplir con sus planes, proyectos y metas, entonces nadie podrá decir o cuestionar que ese dinero es inorgánico, en razón a que las reservas en divisas e incluso en Oro con que cuenta el Estado; si revisamos que por la misma acción distorsionada del hecho económico, esas reservas haciendo la conversión en Bs , los mismo han aumentado exponencialmente.
Finalmente, algunas batallas, algunas causas sin querer se han perdido, por el retardo o pasividad para asumir y ejecutar lo que correspondía tomar; y eso en esta ocasión no se lo perdonaría el pueblo a los conductores principales de la Revolución Chavista que se hallan en el ojo del huracán; de manera tal que asumiendo que estamos contestes en que la guerra por ahora es económica , obliga a que solo respondiendo inventiva y eficazmente con acciones económicas ofensivas como aumentar circulante monetario sin temor al que dirá del enemigo, quien cuidando sus intereses adora como si fuese su Dios el método clásico monetaristas de mantener el menor caudal de papel moneda o dinero virtual en el circuito económico, bajo el argumento que ello genera inflación, cuando a la luz de los hechos son éllos mismos quienes han enfermado y llevado al punto de hiperinflación la economía venezolana.
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(*) Diputado Constituyente de La Patria.