Qué falta por hacer

Cuantos en atención a lo que les corresponde, la de atender a sus semejantes, hacen todo lo contrario, olvidando el por qué están asumiendo posiciones de importancia, para resolver lo que es en interés de las mayorías, y no traicionar el juramento dado a la población, por razones que contravienen a las necesidades imperativas de la nación, del Estado, de las instituciones, del gobierno; prescindiendo de todo esto, están en primer lugar las personas de carne y huesos, dotados de alma, espíritu, conciencia, que son el principio y fin último de cuanto se debe cumplir, es lo que primeramente está de antemano en esta viña de la creación que hacemos entre todos y todas desde una única mente exclusiva, que es soporte de todo lo demás. Tales supuestos conceptualizados a tenor de los conocimientos previos y posteriores a las causas y sus consecuencias, a efecto de lo que se pretende resolver. Pero vemos a ojos vista, las pruebas sobran, de cómo quienes gobiernan hoy en el mundo, hacen todo lo contrario de lo que se debe hacer, para lo que fueron elegidos, no para volver y seguir beneficiando a los pocos que son quienes han acaparado los beneficios, y acumulado en cantidades ingentes, a sabiendas de que es lo que hace falta para muchos que no tienen nada. Son las falacias y las fallas que se han venido acumulando, y es lo que produce el atraso, las carencias, porque no se asume conforme a la verdad, sino que se antepone una realidad que de verdad no es.

Basta poner de manifiesto lo que sabemos de la historia humana, del universo en el cual estamos inmersos, de cómo se pone a pasar trabajo intencionadamente a las mayorías, con el único fin de que los pocos que tienen secuestrado el poder, bajo una lógica perversa, mantengan las mismas condiciones desde hace milenios, bajo una estructura material, donde sólo se cubren las necesidades de minorías, como si de seres privilegiados se tratara, cosa del ego, que despavorido frente a la sombra, no hace sino dejar pasar y dejar correr las horas, sin ponerle coto al desequilibrio y la cerrazón de un juego perverso entre los hombres que olvidaron de que son dioses y juegan al juego de las criaturas cegadas por las ambiciones espurias. Las opciones son claras, se debe escoger hacer lo correcto, tener la fe puesta en las convicciones que surgen de las mayorías organizadas y a criterio de lo que se haya previamente acordado, conforme a las reglas de juego establecidas de antemano. Ya basta de seguir alimentando las diferencias de todo tipo, comenzando por las de las clases sociales. Acaso se seguirá alimentando el cuento de que hace 7 mil años fue la creación y debemos atenernos a principios y finales, cuando son las patrañas más grandes y las tergiversaciones más supinas, entre las manipulaciones con que se echó en el saco a tanta gente incauta, que no sabe distinguir entre creación y evolución, entre la fe, la creencia, y las razones que hay detrás de esa trama con la que se ha tejido el universo.

Hace mucho se creía que nada y vacío, tiempo y espacio, partícula y masa, esencia y presencia de las entidades de la existencia corresponden a senderos que se han propuesto para tratar de entender lo que hay a partir de lo establecido. Es posible hoy, seguir alimentando vanas esperanzas de que debemos aferrarnos a lo que se pretende seguir amasando un desvencijado aparato de orden y sumisión. Se trata de eso, o de que los extremos se toparon y en realidad no ha sido la manera más trasparente, en base a un diagnóstico de la situación actual en el planeta, donde las medias verdades evidencian la cruda realidad, la irresponsabilidad en los asuntos más caros para la condición humana, que es el rescate de los principios y valores para que podamos preservar la vida en el planeta y no seguir en una carrera desenfrenada por alcanzar la inmortalidad del cuerpo, a costa de empeñar el alma a la perdición eterna, por preferir hacer el mal, y desaprovechar el momento único de la redención justa y verdadera, dándonos cuenta de que hay una tramoya urdida de la cual sólo enfrentándola develará el bojote al descubierto.

Por eso hay lo que hay, y de ello se encargan de dilucidarlo los filósofos, los psicológico, los psíquico, los mentalistas, los elementales seres dotados de conocimientos, que se refieren a los astros, o a lo astral, a la materia, pero también al espíritu, que como sea que se vea es sueño, es ilusión, es conectarse con la fuente desde los niveles, planos, dimensiones, que atañen a cada aspecto de la experiencia de esta existencia, que se nos hace cierta y verdadera, porque desde donde quiera que se la mire es lo que nos testimonia que hay una evidencia, hay algo, lo oigo, lo veo, lo puedo decir. Pero al final, a fin de cuentas, cual es el tino, qué es lo que se incorpora para ser histórico, qué es lo que llena cada ángulo para conformar las formas entre los objetos que requiere la ciencia y sus metodologías, el criterio que le dará la coherencia debida, el mayor rigor a los contenidos, soportes necesarios para que las preguntas sean satisfechas por las respuestas que queremos oír. Cuál es tu posición, de qué lado de la barda estás, hacia donde te inclinas a la hora de resumir de qué va todo esto, cuando se nos ha dicho hasta el cansancio que ya la existencia tal como la conocimos ya no va más, que ya hay demasiada contaminación, que el mundo, eso que es la tierra, todo lo que biológicamente, lo físico y lo químico, están colapsando, y nos encontramos en terapia intensiva, conectados a respiradores artificiales, y los doctores, los médicos que deberían estar trabajando en atención a sus pacientes, están en el cafetín, programando las próximas operaciones, calculando cuanto les aportará, porque necesitan cubrir el pago de la próxima avioneta, yate o mansión por adquirir.

Se toma en cuenta lo que ocurre de verdad en un mundo donde las infinidades de posturas atienden a lo que desde que el mundo es mundo, hay todo lo que hay, y suponemos, lo queremos suponer, que hubo un principio, hay unas consecuencias, por lo tanto, habrá un final. No es lo que se ha dicho desde que esto ocurre entre los seres dotados de razón, sobre lo que hemos edificado bajo el cielo en la tierra. Dónde dejamos los prejuicios, los colocamos debajo del colchón, mientras nos instalamos en la asamblea nacional a seguir con el show, burlándose descaradamente el presidente de ella, o los diputados y diputadas que están al turno del debate, que son la mayoría de la minoría con poder, que se han hecho del control a sangre y fuego, eliminando los obstáculos de cualquier índole, y si de eliminar físicamente a cualquiera se trata, ya se ha demostrado con creces, lo hacen sin que les tiemble el pulso, puede que sí, pero eso una vez ejecutado el acto, ni se nota. Además, los verdugos serán bien y mejor recompensados, calarán mejores uniformes, mostrarán sus dientes cada vez más afilados, sus garras más cuidadas y con tratamientos estéticos, basta con un solo gesto y todos contestes aplaudirán como focas amaestradas; de todas, son quienes tienen la última palabra, atentos y prevenidos para oprimir el botón del detonador aniquilador. Los que administran este mundo bajo un férreo control por no humanos, llámelos dioses, demonios, potestades divinas o depredadores de mundos, saltando de planeta en planeta haciendo lo que mejor les parece que hacen y pasando la hoja.



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Franco Orlando


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