Mais o meu anceio agarda…"
Para el autor del epígrafe, entonces revolucionario en pos del poder y hoy ministro del poder revolucionario triunfante, es razonable pensar que la espera haya concluido y que, ya con varios años en el poder, su anhelo (“anceio”) haya sido razonablemente satisfecho…, bajo las circunstancias. Contemporáneamente, es también razonable que much@s otr@s revolucionar@s de aquellos mismos tiempos no hayan visto fructificar la revolución en sus términos; que igual que entonces, sigan sin un ápice de poder; que se consideren revolucionari@s triunfantes marginad@s, frustrad@s, embaucad@s…
Para
quienes están en el cenit, si encuentran un rato para leer esto, catalogarán
lo anterior de hipérbole, por definición comprometida con la exageraración.
Por el contrario, quienes navegan (amos) la cotidianeidad cuan masa
sin serlo – ni desearlo ser -, sometid@s a la inercia social de la
gran masa que no deja de serlo, pese a su voluntad socialista, pensarán
– y dirán, si son “buenos revolucionarios” – que “hay que
darle tiempo al tiempo”, que “todo llegará en su debido momento”.
El tiempo económico y ético que nos roban los grandes episodios de
corrupción “robolucionaria” es “pecatta minutta” pre-calculada
por la sabiduría revolucionaria del “soberano”, políticamente
omnipresente como actor dramático “representado” y socialmente
personificado como actor protagónico del drama que la política profesional
mimetizada, magistralmente representa en su nombre en una multitud de
escenarios tan plausibles como los del drama mismo donde discurre nuestra
circadiana, recurrente e indetenible cerril tragedia que los “medios”
del valle sólo reportan fraccionalmente en la medida que el “negocio”
lo permite y aconseja.
¿Socialismo?
¡Esa palabra es la clave de la querella íntima que desde hace años me mantiene ética/estética silenciosamente callado frente al Ministro Sesto! Sí…, silenciosamente en términos públicos, porque nadie desea confrontarse con quien estima como familia… Las buenas memorias son tantas… Entre tales la que motiva esta nota.
Desde
el principio de su gestión, Farruco ha venido insistiendo en la “masificación”
de la cultura. Aun cuando su jefe se declaró socialista
hace algún tiempo, Farruco sigue insistiendo en “masificar” lo
menos masificable… No se trata del pan antes de meterlo
al horno, no, sino de la “cultura”… “Socializar”
no parece ser término que exista en su glosario… socialista.
No deja de ser curiosa tal revolucionaria reticencia…
Sabiéndolo honrado, me pregunto: ¿Será que no quiere engañarnos?
Pero
la razón de esta nota es otra. (Tampoco tiene que ver con
el “Partido” que milagrosamente nace “Unido”, aunque tal tema
tanto me interese… - si bien menos que el de los Consejos Comunales…,
maravilla de atajo revolucionario potencial - “ Con ética y moral,
Estado Comunal”).
Según
Zares Ganci y Criss Monterrey, el Ministro Sesto, al instalar el II
Encuentro de escritores Cuba-Venezuela, expresó: “Tenemos
dos objetivos fundamentales en este encuentro:
buscar la integración y
construir el socialismo, visto desde la escritura,
pero también ver la óptica de los escritores, cuáles son sus aportes
y cómo visualizan esos pasos para llegar al socialismo”.
“Farruco Sesto precisó que en los próximos días ofrecerá más
información acerca del proyecto Palabras en Puerta que surgió en los
pasados encuentros de intelectuales en defensa de la humanidad realizados
en varias partes del planeta, como Roma, Oviedo (España) y Venezuela.”
Antes de que sus “Palabras en Puerta” nos lleguen, unas cuantas obligadas, “en familia” – entre tod@s l@s de adentro -.
“Buscar
la integración” y “Construir el Socialismo” son objetivos sin
discusión encomiables y focalizarlos como temas de trabajo en un II
Encuentro de escritores de Cuba y Venezuela es indudablemente acertado…,
pero complejo en su arranque, a la vista de luenga tradición de intercambio
político y cultural que los pueblos de ambas naciones han mantenido
a través de sus respectivas historias… (¡y no hablemos de deportes
y sones…!).
Podemos
comenzar la historia de nuestras relaciones bi-nacionales serias con
Cagigal y Miranda, seguirla con Antonio Maceo, con Martí…
Protocolarmente es inevitable el pasar por esos ilustres nombres…
Pero cuando nos trazamos como objetivo “construir el socialismo”
desde la práctica activa de hacer letras y con las letras comunicar
ideas…(socialismo), y con las ideas fabricar revoluciones, entonces
el compromiso se agranda, se enseria… si somos ministros serios de
un gobierno revolucionario creíble… que está siendo observado por
todo el mundo esperanzado…
Y…
lo que me lleva a escribir esto, teniendo en mente a este Ministro concreto,
a él y a mí – como a tantos amigos comunes – puede parecernos
cómico, pero en el fondo, es trágico. Obra de un género
extraño…, pero infortunadamente frecuente. Vean el caso:
José Manuel Castañón, hombre de finas letras fallecido hace cuatro años en Madrid, nació en Pola de Lena – Principado de Asturias, cuya capital es Oviedo -; hizo la guerra en el bando franquista y, terminada ésta, se enroló en la División Azul. Derrotado Hitler regresó a España donde, estudió derecho y se dedicó a vivir como un militar de media España, triunfadora sobre la otra mitad, mucha de ella – la sobreviviente – encarcelada; la otra mitad – la carcelera – también cerrada en una cárcel mayor: España.
Triunfador
de conciencia incómoda, publicó en 1956 su primera novela, “Moletú-Volevá”,
“la novela de la locura dolarista”, y en 1957 “Bezana Roja”,
ambos trabajos pasaportes para su exilio obligado. De la
mano generosa de Don Mario Briceño Iragorry, llega a Venezuela en 1958
y con nosotros se queda todo el resto del siglo. Sus publicaciones
aquí crecen sin cesar en calidad y radicalidad; con unos quince títulos
en treinta años es uno de los autores más prolíficos en la Venezuela
de nuestro tiempo. Los últimos diez años de su vida
los dedica a dos grandes tareas literarias francamente proselitistas
a favor de América y del Socialismo:
“Entre dos Orillas”,
serie de tres libros de memorias
hispano-americanas pobladas por gente de letras de allá y acá (Larrea,
Vallejo, León Felipe, Neruda, Abril, Storni…) y
“Cuba, hablo contigo”, otros tres libros de recuento
apologético de la Revolución Cubana centrado en la heroicidad popular
del “período especial” y la resistencia anti-imperialista del heroico
pueblo de Cuba. El primero de los tres libros
de esta importante colección – de enorme valor histórico para nosotros
– lleva un bello y profundo prólogo de Cintio Vitier…
sobre los valores cristianos
del Socialismo… (Mi ejemplar se lo llevó hace años
el amigo José Fraga Castro).
¿Por qué Castañón hoy y aquí?
Porque, querido Ministro, su señor padre, mi buen amigo Pepe Sesto (qdtasd), fue en vida uno de los interlocutores predilectos de José Manuel Castañón (temas dominantes: cristianismo y socialismo), quién nunca dejaba de traernos – con la alegría de autor y padre - ( a él, a Mateo Manaure, a Oscar Noya y a mi) los primeros ejemplares “salidos del horno”… (Tales ejemplares – los entregados a su Señor Padre de usted - seguramente están en la biblioteca hoy de Jaime Sesto).
Y
porque… ¿Cómo hacer un evento de escritores cubanos y venezolanos
sin honrar – realmente ignorando
– al Maestro Chema Castañón?
Pero…
aun se puede desfacer el entuerto… señor Ministro; entre las
“Palabras en Puerta”, incluya las de
Castañón, haga publicar
“Cuba, hablo contigo”.
PauliNonius
Altamira, Marzo 27, 2007