¿Tendrá Lina Ron una lámpara maravillosa como la de Aladino?, realmente no sé, pero pienso que logró en el Zulia con la inscripción del Partidos Socialista Unido de Venezuela (Psuv), lo que mucho político revolucionario sueña cada vez que estamos al frente de unas elecciones: concurrencia masiva.

Particularmente opino que el problema radica en que esa virtud se gana en el terreno de batalla y Lina Ron se metió inteligentemente en esa pelea y a manera de barco de guerra, sin hacer mucho ruido, hizo que la cifra de inscritos en el Psuv, superara cualquier estimación al respecto.

Obviamente, esta no es una elección, pero que recuerde, es la primera vez que se da un evento político de tal envergadura en esta calurosa región y no prevalecen las divisiones y los intereses de los propios chavistas.

Mi amigo Germán Hernández, instructor de la Misión Che Guevara, considera que tal situación ocurre porque la dirigente, primero, no vino a velar por intereses particulares y, segundo, estuvo vigilante de que en esta jornada como todo lo que tiene que ver con el proceso revolucionario, tenga un solo protagonista: el pueblo.

En ese sentido, cree que Lina Ron condujo la misión encomendada en el Zulia. De hecho, el instructor en diseño de obras, dice que eso es algo evidente. A pesar de que la dirigente es una política controversial, no se vio ni siquiera debatiendo amistosamente.

Y verdaderamente, de la señora Ron sólo se supo lo que se coló en algunos medios de comunicación social. Es más, cuando la mayoría de los zulianos nos enteramos que estaba en estos predios, ya tenía tiempo en el terreno y no nos habíamos dado cuenta. Luego se marchó y el jueves 21 de junio regresó para organizar unas asambleas. Muy pocos se enteraron.




Lo cierto es que estas inscripciones en el Psuv no dejan de ser una sorpresa. Aquí en el Zulia fue algo arrollador. Rompió con todos los pronósticos, aún cuando los chavistas sabemos que esta es una entidad revolucionaria, no se había podido demostrar con hechos concretos, más que con las manifestaciones de afecto y simpatía hacia el presidente Hugo Rafael Chávez Frías.

Un caso para evaluar. Presumimos que eso también es una tarea encomendada a Lina Ron. Si no es así, hay que hacerlo. A estos terrenos llega Chávez y la gente se desborda de alegría, apoyo, cariño, solidaridad, pero apenas sube al avión de regreso, pareciera que se llevara el corazón de la gente en los bolsillos, pues quedan sin sentimientos y no responden al llamado de sus dirigentes regionales. Viene Lina Ron y ahí están los resultados.

Un aspecto muy interesante, repito, porque siempre se ha dicho que el Zulia es una entidad incómoda para los políticos. En esta jurisdicción, para muchos, la gente aparentemente desentona con la del resto del país.

A veces este comportamiento pareciera estigmatizar. Pero es que mientras tenemos a un país en su mayoría chavista, en el Zulia gobierna el máximo líder de la oposición. Y en medio de este panorama que a mí me luce desconcertante, las inscripciones del Psuv baten record.

Por supuesto, como maracucho eso también me llama la atención, pero realmente no creo que como venezolano pensemos diferente, ni mucho menos seamos impredecibles.

A mi juicio, el problema consiste en que algunos políticos que llegan a esta región, no interpretan la realidad de lo que acontece en el Zulia y les resulta más fácil decir que somos una población complicada, con características muy particulares.

Se niegan o, por lo menos, no quieren considerar el hecho simple de que más bien podría ser, que los dirigentes naturales de esta región no atraen a la gente, sino que por el contrario, generan el rechazo de los zulianos.

No veo otra interpretación. Cómo explicar que un gobernador opositor se crezca donde se demuestra que existen chavistas para exportar. Pienso que sencillamente no quieren apoyar a los políticos revolucionarios de su entorno o verdaderamente Lina Ron tiene la lámpara de Aladino, para llevar a inscribir a tanto maracucho junto.

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