Requisitos:

1. Conocedor de la materia de salud, por tanto debería ser un profesional de la misma y no un militar.

2. Que no sólo se dedique a dotar y a dotar de equipos a los hospitales del IVSS en donde parece dejó su corazoncito; sino que lo haga con todos los hospitales que dependen del Ministerio que ocupa.

3. Que despache desde su oficina en el Ministerio del Poder Popular para la Salud y no desde su antiguo “Bunker” de Altagracia, en donde repito, parece que dejó sus intereses.

4. Que sea cortés y atienda a las comunidades; a los programas de salud; a las misiones que tiene a su cargo como: la Misión Barrio Adentro, la Misión Milagro y la Misión Sonrisa; a los gremios y a todos los trabajadores del Ministerio que de él demandan su atención.

Estas reflexiones las asumo, después de ver a través de Venezolana de Televisión el pasado viernes 21 de septiembre y en cadena nacional, la inauguración de la unidad de diálisis Dr. Edgar Moglia en el hospital Luis Ortega, dependiente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en la ciudad de Porlamar, Estado Nueva Esparta, por parte del Comandante y Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez en compañía de un desconocido Ministro de Salud llamado, Tte. Cnel. (Ej) Jesús Mantilla.

Al Ministro, el comandante lo raspó en medio del auditórium que ahí se congregaba y ante las cámaras de televisión y por supuesto, ante millones de personas cuando le preguntó el número total de quirófanos que se estaban reacondicionando en el mencionado hospital y éste no le supo responder. El flamante Ministro, que debe saber de temas de salud lo mismo que sabemos nosotros del tema militar, es decir: nada, salió además regañado por el Presidente Chávez, cuando aceptó el susurro que el Tte. Cnel. Carlos Rotondaro, Presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, le hiciera a Mantilla para que no respondiera a la pregunta que le estaba formulando el ciudadano Presidente delante de millones de venezolanos que seguíamos la transmisión en cadena nacional de radio y televisión.

Este incidente, para quienes vimos la transmisión en vivo, nos da una idea del talante de Ministro que en materia de salud se gasta el gobierno revolucionario.

Adicionalmente, el Comandante, líder del proceso y padre putativo de la maravillosa Misión Barrio Adentro, comentó que en días pasados, cuando la caravana presidencial se desplazaba por una indeterminada localidad, observó un Módulo de Barrio Adentro abandonado. Comentó el Presidente que se bajó del automóvil y preguntó la razón de ello y la respuesta que obtuvo fue, que el mismo estaba solo desde hace tiempo ante la partida del médico cubano. Seguidamente, le indicó a su flamante ministro de salud, que tuviera mucho cuidado en no descuidar el primer nivel de la atención de Barrio Adentro; es decir, Barrio Adentro I por estar ocupado, como lo está, de Barrio Adentro III y IV en donde su trabajo es “dotar” de equipos a los hospitales; es decir “compras”- transacciones en “dinero” ante proveedores, porque eso significaría el fracaso completo de la Misión Barrio Adentro.

¡Qué inocente sigue siendo el Comandante Chávez!

Quizá el grado de “amor paternal” que dice sentir hacia ese “muchacho”, como llama Chávez al Tte. Cnel. Jesús Mantilla, no le permita ver la pésima gestión que ha venido desempeñando este funcionario en el poco tiempo que tiene al frente del Ministerio del Poder Popular para la Salud y ojalá sea por poco tiempo y no por mucho; igualada, en mal cometido, quizá sólo, por la gestión de la ex ministra de salud Dra. María Urbaneja, a quien le arrebató Mantilla, por cierto, el galardón de peor gestión ante este Ministerio.

Acontece que el Ministro Mantilla desde su arribo al Despacho del Silencio, ha mantenido justamente eso, un silencio total en torno al tema de las Misiones.

Al Ministro Mantilla se le podrían presentar situaciones desagradables al frente de su ministerio sino se enseria en sus funciones y ser arrastrado por el proceso mismo que siempre pasa factura. Ya de eso hay antecedentes con ministros anteriores.

Los motivos, varios:

1. No le ha dado respuesta a las llamadas Defensoras de la Salud, este es un grupo de trabajadoras a quienes les hicieron tomar un curso para formarse como tales y después de ello nadie les sabe informar bajo qué figura existen en el Ministerio del Poder Popular para la Salud. Ellas, se pregunta y con razón ¿QUÉ SOMOS?

2. En esa misma lucha están: odontólogos, médicos, enfermeras, camareras, cocineras; en fin, todo el contingente humano que con amplio sentido revolucionario y alto sentido patriótico que creemos no conoce el Ministro, se han incorporado a las filas de la revolución con el firme propósito de garantizarle salud al pueblo y que hoy son víctimas de un ministro que no deja de pensar en su “bunker” de Altagracia. ¿Por qué será?

Hay que aclarar que todo este personal cumple una jornada laboral de ocho horas como cualquier trabajador, sin tener otro beneficio que no sea el de: Muy bien, gracias. Olvidando el derecho que tienen estos compatriotas a disfrutar, por ejemplo, de sus cotizaciones a la seguridad social que le propenderá a futuro de una pensión de vejez; ley de política habitacional o como se le llame ahora; bonos vacacionales, bonificaciones de fin de año, prestaciones sociales y hasta jubilaciones.

3. En cuanto a la Misión Barrio Adentro, de acuerdo al Convenio Cuba Venezuela, de lo cual me atrevo a jugarme la vida no sabe nada, pero nada, el ministro Mantilla, ni lo habrá leído, es deber del Estado Venezolano, aportar los insumos para los consultorios, tales como: anestésicos, guantes, tapabocas, gorros, agujas para las jeringas, algodón, gasa; así como también materiales y artículos de limpieza para los ambientes de trabajo. Pues, acontece, que el Ministro se mantiene en morosidad desde el segundo trimestre del año en curso hasta la fecha, sin aportar los recursos que tiene asignado para tal fin motivo por lo cual mantiene casi paralizada la Misión Barrio Adentro I.

4. Y de la Misión Sonrisa, ni hablar. Recientemente leímos en el matutino Ultimas Noticas que a la Misión Sonrisa se le acabó la sonrisa. Da lástima que una Misión tan hermosa, creada por el camarada Comandante Presidente Hugo Chávez, cuyo fin último, como su nombre lo indica, es devolverle la sonrisa a un edéntulo (Ministro, eso significa “desdentado”; un ser humano “sin dientes” - usando el lenguaje coloquial - y que los necesita para masticar, para comer) haya sido abandonada por el Ministro Mantilla.

Desde su lanzamiento, en sus centros pilotos ubicados en la Clínica Popular del Valle y el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo, la Misión Sonrisa, de acuerdo a ese artículo de prensa, no ha recibido la dotación necesaria para la elaboración de las prótesis dentales; producto final del trabajo de odontólogos y técnicos mecánicos dentales que reciben los pacientes dados de alta del primer nivel de atención, Barrio Adentro I; que son referidos a estos centros de rehabilitación protésica para devolverle la sonrisa y que por irresponsabilidad de este pobre Ministro de Salud, vergüenza para la revolución, no se pueda llevar a efecto, saboteando esta noble Misión.

Como vemos, el Ministro no está tomando muy en serio las recomendaciones del Presidente cuando le advierte no descuidar las Misiones en su primer nivel porque son el pilar de toda la Misión Barrio Adentro.

Siempre hemos pensado, que para el Ministro Jesús Mantilla, su salida del Despacho de Altagracia, es decir, de la Presidencia del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, aún cuando sigue perteneciendo a su directorio, y su llegada al Despacho del Silencio, es decir al Ministerio del Poder Popular para la Salud, no fue un ascenso ni mucho menos un premio, sino una perdida; un castigo para él. ¿Por qué será Ministro?

Quizá, algún día se sepa.
¡El que tenga oídos, que oiga!

Eliécer Alvarado es médico

elieceralvaradocantv.net