Esa es la guarimba verbal de los oposidisociados. Por supuesto no se dan cuenta que la REVOLUCION es eso, giro, cambio, nuevas situaciones.
El viejo poder, el cual generó un solo gobierno entre José A Páez y Caldera II (1998), siempre estuvo en manos de la clase burguesa dominante. Cuando llega el Comandante, se instaura el camino hacia el Segundo Gobierno Nacional y aquí vamos.
La instauración del PODER POPULAR, termina con el esquema piramidal de gobernar de arriba hacia abajo.
La triada Gobierno-Poder-Pueblo, queda rota y se instala el auto gobierno o el gobierno del Pueblo de abajo hacia arriba.
Hasta la actual Constitución, la forma de gobernar era cupular y dictaba sus preceptos de arriba hacia abajo.
La cosa cambia ahora con LA REFORMA y los gobernadores y alcaldes tendrán que gobernar en una forma totalmente distinta, para conducir a estados, municipios, ciudades, comunas y comunidades organizadas en Consejos Comunales.
No se podrá continuar con el viejo esquema de la repartición de los recursos al buen saber y voluntad de los gobernantes, aún si este reparto fuera equitativo.
Es así que gobernadores y alcaldes tendrán obligatoriamente que aprender a gobernar de abajo hacia arriba, porque si no fuere así encontraran terribles inconvenientes legales y para su advertencia, totalmente constitucionales.
Para construir, modificar, interactuar y otros actos de gobierno se deberá contar con la aprobación de los vecinos, quienes serán ahora el Primer Poder. Otra forma de gobierno prácticamente será legalmente imposible.
En consecuencia el gobernante deberá contar con las comunidades, mejor aún las deberá liderar, convencer, educar y en fin, tendrá que esgrimir todas sus artes para que sus puntos de vista sean aceptados por los a veces “duros” vecinos.
Se acabó la manguanga de hacer lo que se me ocurra. Esto es un mal y tortuoso camino.
Comunidad brava, en contra, alborotada, contestataria, negativa será una piedra grave en el camino. Comunidad satisfecha, atendida, oída, consentida, y puesta a trabajar en colaboración será la idea de oro.
La figura del mandamás, todopoderoso y alejado de las organizaciones comunitarias, está llegando a su irremediable final. RIP.
Sin embargo, es posible que varios futuros mandatarios no capten en su plenitud el largo camino que abre el nuevo Poder Popular, columna vertebral de la Reforma. Seguro que estos futuros ciegos, caerán violentamente en furiosos revocatorios fulminantes.
Dios, me dé vida para verlo.
Amén.
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