Nosotros/as hemos venido liberando al estado, porque la
sociedad civil burguesa controló el estado venezolano
a su antojo, manejaban el gobierno, manejaban el
Poder Legislativo, manejaban el Poder Judicial,
manejaban las empresas del estado, manejaban la
banca pública, manejaban el presupuesto nacional;
todo eso ello/as lo han venido perdiendo,
sino totalmente, esencialmente. Presidente Hugo Chávez
La Reforma Constitucional a través de un referéndum para este domingo 2 de diciembre en Venezuela, entre otras cosas, busca fortalecer enormemente el Poder Popular. Esto significa que el pueblo venezolano va en búsqueda de seguir liberando al estado, lo cual a su vez dejará como resultado la liberación del pueblo.
Este asunto –un referéndum para darle mas poder al pueblo- en vocabulario de exclusión y opresión es un pecado capital contra las clases dominantes. De aquí entonces el tener que reconocer que esta consulta, popular es un ejercicio de la democracia participativa. O sea, aquí el pueblo decide lo que quiere. En la mayoría de nuestros países, muy en particular en Estados Unidos, con el disparate de la mal llamada democracia representativa, este tipo de cambios o enmiendas se realiza desde el Congreso sin consultar al pueblo.
De aquí el que cuando usted observa cuidadosamente, las controversias generadas en Venezuela con este referéndum es un reflejo de luchas entre quienes creen o no creen en igualdades sociales, económicas, raciales, étnicas, sexuales, género, culturales, religiosas, etc. Es por esto que no tengo la menor duda cuando digo que un SI a la reforma constitucional convertirá la Constitución Bolivariana en una de las más democráticas del mundo.
Ahora bien, de entrada quiero aclarar dos bazofias politiqueras que quienes se oponen a la revolución bolivariana siempre me están diciendo. Primera. ¿Por qué un sacerdote y catedrático puertorriqueño residiendo en la ciudad de Nueva York está tomando posición en lo que está sucediendo en Venezuela? Muy sencillo. Porque en este preciso momento lo que está ocurriendo en Venezuela, y particularmente contra la revolución bolivariana, es un mensaje que se le está enviando a todas a aquellas personas y/o movimientos que están llevando actividades de subversión del desorden que existe en este mundo. Ejemplo, quienes estamos realizando trabajos contra las políticas neoliberales donde la gente rica tienen nuestros gobiernos y gobiernan para ellos/as; contra el colonialismo, imperialismo, expansionismo y militarización por parte del gobierno de Estados Unidos; contra quienes violan las soberanías nacionales de nuestros países con presencia militar estadounidense y/o con mal llamados tratados de libre comercio que solo benefician a las multinacionales a la misma vez que intencionalmente subordinan o aniquilan nuestras economías; etc.
Segunda bazofia politiquera: ¿No hay que mezclar la política con la religión? Como nuestro Arzobispo Premio Nóbel de la Paz, Desmond Tutu, yo soy fiel creyente que no hay nada mas político que decir que la Iglesia no debe inmiscuirse en política. Lo que si la Iglesia debe de decidir es con qué tipo de política va a inmiscuirse: la política de derecha al lado de quienes oprimen y excluyen al pueblo de Dios o con una política de izquierda/progresista que camina con el pueblo en su liberación. Yo estoy en esta última.
Por otro lado, me asombra enormemente cuando estoy dialogando con personas en contra del gobierno bolivariano (venezolanas y de cualquier otro país) cuando les pido que me hablen de Venezuela y su supuesta democracia antes de las elecciones de diciembre del 1998 cuando Hugo Chávez fue electo. Esta pérdida de memoria de una manera selectiva les borró de sus neuronas la dictadura del 1958 y muy en particular los supuestos gobiernos dizques democráticos que llegaron al poder: Junta de Gobierno (14 noviembre de 1958 – 13 febrero de 1959), Rómulo Betancourt. (1959-1964), Raúl Leoni. (1964-1969), Rafael Caldera (1969-1974), Carlos Andrés Pérez (1974-1979), Luis Herrera Campins (1979-1984) Jaime Lusinchi (1984-1989), Carlos Andrés Pérez. (1989-1993), Octavio Lepage (21 de mayo de1993 – 5 junio de 1993), Ramón J. Velásquez. (5 de junio de1993 - 2. de febrero de1994) y Rafael Caldera (1994-1999).
Por otro lado, cuando pregunto sobre la Masacre del Caracazo del 27 de febrero de 1989 en la ciudad de Caracas, durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez, en donde todavía oficialmente no se saben cuantas personas fueron asesinas por el ejército, hay como otra especie de una pérdida de memoria. Lo único que sabemos es que fueron miles de personas asesinadas y las mismas estaban demostrando en contra del aumento en la tarifa del transporte que el Fondo Monetario Internacional con el gobierno de Carlos Andrés determinaron. Podemos también sumarle a esta realidad la desaparición de más de 250 millones de bolívares de fondos públicos, razón por la cual él, Carlos Andrés Pérez, fue destituido de su cargo como presidente aunque con una especie de protección y bendición por parte de la oligarquía venezolana y sus instituciones jurídicas. Este señor, Carlos Andrés Pérez, es quien en la actualidad desde Miami quiere dar cátedras de democracia. Dirige un aparato ideológico en contra del Presidente Chávez confiando retornar al poder me imagino que para hacer más de lo que él sabe hacer muy bien: gobernar solo para la gente rica, matar, robar y entregarle el patrimonio nacional venezolanas de nuevo al Fondo Monetario Internacional.
Nadie puede ocultar que en la mayoría de estos gobiernos, anterior a gobierno de Chávez, ocurrieron una serie de irregularidades criminales serias como lo son la violación de derechos humanos, políticas públicas para beneficiar a la oligarquía venezolana, políticas económicas para beneficiar a las empresas extranjeras, y el completo sometimiento de la soberanía nacional venezolana a los intereses económicos de Washington, Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Ejemplo de todo esto lo podemos ver en la industria petrolera administrada prácticamente por el gobierno de Estados Unidos para sus necesidades.
Veámoslo de esta manera. La mayoría de estos gobiernos antes que Chávez, a quienes la supuesta oposición venezolana y el gobierno de Estados Unidos no les llaman dictaduras o gobiernos antidemocráticos, curiosamente estuvieron sometidos a dos dictaduras. La dictadura nacional administrada por la oligarquía venezolana (esto por supuesto incluye un liderato significativo de las Iglesias Católicas y Protestantes) y la dictadura global (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, G8, etc.). Estas dos dictaduras históricamente se han caracterizado por implementar unas políticas neoliberales que van en contra de los intereses del pueblo. La revolución bolivariana rechaza rotundamente estas dos dictaduras.
Ahora bien, yo sigo creyendo que el gobierno bolivariano no es perfecto y en algunos casos han cometido errores serios. Vuelvo y reitero, en algunas ocasiones. No tengo la menor duda cuando digo que en la mayoría de las veces –de frente a estos errores- el gobierno ha lidiado con soluciones democráticas a través de la restitución de la justicia. Por supuesto, yo no estoy hablando de errores como los que se cometen en el gobierno terrorista de George W. Bush –quien quiere darles lecciones de democracia a Chávez- donde se violan los derechos humanos y civiles con acciones ilegales pero dizque legítimas como el Acta (Anti) Patriótica; se roban las elecciones del 2000 (un golpe de estado made in the Supreme Court); se roban las elecciones del 2004 con unas máquinas de votación que tenían preferencia por Bush (ver el caso del estado de Ohio); se viola la Constitución; se invaden militarmente a otros países y al colonizarlos el gobierno de Estados Unidos comete crímenes contra la humanidad, genocidio y/o holocaustos; legalizan las torturas; secuestran, torturan y asesinan a la disidencia; han creado un pánico psicológico nacional; le quitan los servicios médicos y educativos al pueblo; criminalizan y deportan a sus inmigrantes; han establecido una dictadura de corte teocrática-cristiana; han fundamentado e institucionalizado el heterosexismo, sexismo, racismo y etnocentrismo, y muchas diabluras mas. Es por esto que no creo que el gobierno de Chávez sea un demonio. Ese título le corresponde en este momento al gobierno que se ha convertido en la verdadera oposición venezolana contra el gobierno de Chávez; el gobierno de Estados Unidos.
A mi juicio, el gobierno de Chávez es uno de los mejores gobiernos que han pasado por Venezuela. Ahora bien, ¿Por qué molesta tanto este referéndum a Washington y a la oligarquía venezolana? Contrario a los gobiernos anteriores, el gobierno presidido por Hugo Chávez es un gobierno electo, reelecto, ratificado, confirmado y re-electo por el pueblo venezolano. Este es un gobierno que sigue gobernando en contra de tres poderes: la oligarquía venezolana, el gobierno de Washington y las oligarquías de otros países, muy en particular Latinoamericanas. Por lo general históricamente los malestares, desazones y protestas, vienen de los pueblos contra las oligarquías nacionales y las políticas capitalistas de Washington. En Venezuela es lo contrario. En este país la oligarquía y quienes ejercían dictaduras constantemente están criticando, rechazando y tratando de sabotear a un gobierno electo democráticamente. Este gobierno cuida del pueblo venezolano, evitando que Washington, la gente rica o las dictaduras económicas del imperialismo corporativo como lo son el ALCA, Fondo Monetario Internacional, G8, Banco Mundial, etc., puedan tomar el poder de nuevo.
Por otro lado, yo me pregunto: ¿hay una verdadera disidencia dentro de la Revolución Bolivariana? Yo creo que si y los procesos democráticos deben de garantizar su existencia y permitirle que se exprese. Este es uno de los ejercicios más bellos de un proceso democrático. La disidencia puede venir tanto desde la revolución como desde afuera. Ahora bien, una cosa es disidencia y otra cosa es una banda de criminales que se hace llamar oposición la cual está inspirada ideológicamente y a la misma vez financiada por el gobierno de Estados Unidos. Vuelvo y lo repito, en los procesos políticos de Venezuela se ha demostrado que la verdadera oposición contra el gobierno de Hugo Chávez está financiada, organizada y movilizad por el gobierno de Estados Unidos. Hay un interés de retornar a Venezuela a lo que era antes de la revolución Bolivariana: una neo-colonia a su servicio. Para facilitar este proceso colonial es necesario tener unos gobiernos marionetas en el poder como Carlos Andrés Pérez. El proceso histórico venezolano ha demostrado que Chávez no es y no será una marioneta al servicio político estadounidense. Por lo tanto, se hace necesario el poder dañar su imagen política a través de los medios de comunicación al servicio de la oligarquía. De aquí el que lo criminalizan, le llamen dictador, narcotraficante y loco, con el propósito de lograr una ingobernabilidad a través de la desestabilización social. Y todo esto con el único propósito de desmotivar al pueblo para que no vote con un SI en el referéndum. Mientras tanto, en medio de tanta mentira y terrorismo psicológico de los medios de comunicación al servicio de la oligarquía venezolana y del gobierno estadounidense, podemos encontrar a un pueblo en las calles creyendo que Hugo Chávez es su profeta, por esto lo defienden.
Ahora bien, la lucha contra el gobierno revolucionario bolivariano que dirige Hugo Chávez va más allá de las fronteras venezolanas. ¿Por qué? La revolución bolivariana se ha convertido, al igual que la cubana, en una amenaza a las oligarquías de cualquier parte del mundo. Es una revolución que cada día va mas en búsqueda se seguir liberando al estado, lo cual a su vez dejará como resultado la liberación del pueblo. Esta revolución bolivariana –dicen los/as opresores/as- brilla con luz propia y es un mal ejemplo para imitar porque inspira a la insubordinación, a la liberación, a la descolonización, o sea, a la liberación económica, social, política, etc., de los pueblos. De aquí el que en este preciso momento muy orquestadamente estas clases dominantes y opresoras en su red de la globalización se comunican y planifican estrategias comunes contra lo que es su doble amenaza de existencia: la revolución bolivariana y Hugo Chávez.
Es por todo esto que no solo invito a votar SI en el referéndum de la liberación. Recordemos, un SI significa mas poder para el pueblo venezolano y un rechazo abiertamente al imperialismo estadounidense. Por lo tanto, en este referéndum del pueblo también le doy mi humilde bendición al SI, a la revolución bolivariana, al pueblo venezolano, y muy especial a nuestro Profeta-Comandante Hugo Chávez. Paz con justicia.
P. Luis Barrios
Iglesia San Romero de Las Américas
New York, New York
1 de diciembre de 2007
lbarrios@jjay.cuny.edu
No se vive celebrando victorias, sino superando derrotas. Santo Ernesto Che Guevara
Do not live celebrating victories, but overcoming defeats. Saint Ernesto Che Guevara