No para, va y se reúne con los trabajadores de las cementeras y les anuncia que a partir de ahora se les acabó el pan de piquito a los empresarios del cemento, se esmolleja al Zulia y con los trabajadores de Pequiven le da un tablazo a la dependencia tecnológica, poniendo en marcha la modernización de una de sus plantas. Sube el cerro en Caracas y allá en la bombilla anuncia los cobres pá la misión 13 de Abril. Impone la solidaridad no demostrada por sus ministros y lideres del PSUV para con los Yukpas y de paso baila Rap y Hip Hop con los chamos regetoneros del barrio.
Es indudable que nuestro comandante entró en campaña y no va a parar hasta lograr lo que él considera su mayor reto: ver cristalizado el sueño de posicionar su partido, sus candidatos y de paso obtener un triunfo contundente el 23N. Del camarada Chávez no se podía esperar otra cosa, es un hombre de propósitos y de grandes retos, solo que esta vez no todo parece tan promisorio; sobre todo si tomamos en cuenta que estamos obligados a rendir cuentas por la gestión de gobierno desarrollada en 19 gobernaciones, donde de entrada en 5 de ellas (Aragua, Sucre, Guarico, Yaracuy y Carabobo) se ha perdido el control político de esos liderazgos regionales.
Alguien debe ver el mapa de las fortalezas y debilidades de esta campaña, estamos ante una verdadera encrucijada histórica y no es retórica lo del presidente cuando señala que de perderse esta batalla irán por él y perderíamos el proceso mismo. Ya la oposición ha anunciado que irán en alianza perfecta en 19 de gobernaciones y esto tampoco es pura retórica, con el añadido que tan sólo a AD le postularon 11 candidatos y a Un Nuevo Tiempo (ex AD) le postularon 7 candidatos; mientras que de este lado, solo en 8 Estados el PSUV logró alianzas perfectas, demostrando con ello una arrogancia de tal magnitud que incluso llegan al extremos de excluir y rechazar cualquier tipo de apoyo de la organización “Nuevo Camino Revolucionario”, liderada por el diputado Luís Tascón, quien ha demostrado hasta la saciedad estar al lado del proceso pero exigiendo respeto y derecho a la crítica y autocrítica revolucionaria.
Quizás pequemos de persistente sobre este tema; pero ya en el caso de la reforma muchos advertimos de los errores que se estaban cometiendo y ninguno de los responsables directos del desarrollo y ejecución de esta iniciativa refrendaria, pudo ver los riesgos y excesos, sino después que el proponente comenzó a señalar las olvidadas tres erres.
Avanzaremos en la campaña y de todas forma la gente en sus casas aspira y suspira porque todos esos candidatos de verdad tengan algo del compromiso, la moral y la tenacidad en el combate, que ha demostrado con o sin campaña el infatigable, para no tener que repetir esta experiencia de haber tenido tantos Gobernadores y Alcaldes con gestiones tan pésimas que han obligado al presidente en ser también candidato en esta campaña.
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