La profunda crisis en Bolivia se debe a un cambio radical opuesto al poder social y político tradicional
Por primera vez un presidente de Bolivia
es indígena y dirige con un conjunto de fuerzas sociales y políticas
un proceso al socialismo que choca con la oligarquía blanca local,
las derechas de los países vecinos y el imperialismo norteamericano.
Evo Morales se une a Cuba, Venezuela, Ecuador, llama al presidente de
Irán “compañero revolucionario y hermano”, se pone del lado de
los países árabes en su conflicto con Israel. El gobierno realiza
una exitosa campaña de alfabetización, acuerda con Brasil y Argentina
un pago mejor por su gas, nacionaliza los combustibles y hace que las
compañías explotadoras sean mixtas de mayoría estatal logrando que
el país perciba el 82% de los ingresos y las petroleras el 18%, incrementa
así en 10% el PBI, aumenta el salario mínimo que supera hoy los 80
dólares, entrega unos 30 dólares mensuales a los mayores de 60 años,
decreta la entrega de 5 millones de hectáreas estatales a campesinos
indígenas pobres, propone la nacionalización de los latifundios en
provecho de sus trabajadores. En lo institucional el gobierno para consolidar
el nuevo ordenamiento logra la aprobación en el congreso de una nueva
constitución que espera su ratificación. La gestión del presidente
después de dos años y medio tiene la aprobación del 67.41% del electorado.
En respuesta a esos cambios los conservadores, responsables por casi dos siglos de la pobreza del país, con el respaldo de la clase media acomodada, levantan la consigna “derrocar al indio” y escudados en viejas demandas autonómicas lanzan una ofensiva fascista racista que persigue un separatismo capitalista de Bolivia.
Estados Unidos capitanea la estrategia
de subvertir el socialismo emergente
El imperio ha entregado en los últimos
tres años más de 120 millones de dólares anuales a la oposición
boliviana y usa como instrumento la demanda de secesión regional que
aplicó para alentar las guerras civiles de Angola y Mozambique. Como
consecuencia los medios de comunicación de la burguesía difunden las
demandas separatistas como “legítimas expresiones de la voluntad
popular regional manifestada democráticamente” en referendos.
Desde la
embajada, los departamentos y la prensa
se gestionó el plan de golpe de estado
Se internaron armas y organizaron grupos de choque, como la Unión Juvenil Cruceñista, compuestos mayoritariamente por marginales y delincuentes, se trajo paramilitares peruanos y brasileros y con la consigna de formar un nuevo país se desencadenó la violencia. Agresiones racistas a mujeres pobres, palizas masivas a soldados, saqueo e incendio de comercios y empresas del Estado y ONGs de derechos humanos, quema de casas, escuelas e instalaciones públicas, asalto a cuarteles, toma de edificios públicos de todo tipo, paralización de gasoductos, explosión del gasoducto a Sao Paulo, ocupación de las oficinas policiales y de aduanas. En el ataque en Pando los fascistas asesinaron a unos treinta campesinos y dejaron más de doscientos heridos de bala.
Casi la mitad del país cayó en manos de los derechistas (Santa Cruz, Tarija, Pando, Beni) cercando en el Altiplano al presidente Morales que llamaba al diálogo sin resultados. Crearon una situación en que el gobierno es incapaz de mantener el orden constitucional y la integridad del país. Fidel Castro tiempo atrás había previsto una guerra civil.
Latinoamérica
ya no es la misma
Latinoamérica fue un espacio de dictaduras
fascistas dependientes de Estados Unidos pero hoy existe el socialismo
a pesar de los ataques del imperio. El presidente ecuatoriano Rafael
Correa apoya a Morales y sabe que si la oposición vence en Guayaquil
podrían reproducir allí la crisis boliviana desestabilizando su gobierno
con el discurso separatista. Después de ser víctima de un golpe militar
civil fallido el año 2002, en Venezuela se investiga a políticos y
militares que en complicidad con Colombia y Estados Unidos planeaban
nuevamente un golpe y asesinato de Hugo Chávez que de realizarse según
Fidel Castro sería una catástrofe para los venezolanos. A Fernando
Lugo elegido presidente de Paraguay militares le prepararon un golpe
de estado antes de asumir. Sin embargo en los “nuevos tiempos” sudamericanos
“ya las naciones no están solas ante las agresiones” imperialistas.
Si no se lucha se cede a la burguesía
El pueblo boliviano combate y pide armas. Sectores de trabajadores inconformes con la conciliación de Evo Morales están organizando por iniciativa propia frente a la impotencia del gobierno central sus propias milicias, cercos y bloqueos.
El presidente expulsó finalmente al
embajador norteamericano después de denunciar reiteradamente a Washington
por su intervención en la política interna. En solidaridad Venezuela
hizo lo mismo con el embajador en Caracas por lo que el gobierno de
Estados Unidos expulsó a su vez a los embajadores de los dos países.
La prensa destacó que al abandonar La Paz el diplomático sostuvo que
Estados Unidos siempre defenderá el principio de que los bolivianos
encuentren "su propio camino… sin interferencias y en pleno desarrollo
de su soberanía", pero la información no dijo que sus embajadores
siempre tuvieron influencia en la política interna, incluso en la designación
de ministros, que horas antes de una audiencia con el presidente Evo
Morales los prefectos estaban reunidos en la embajada, ni que el gobierno
boliviano anterior entregó a Washington para ser “desactivados”
28 misiles tierra-aire chinos que se encontraban en los arsenales.
Venezuela vuelve a la solidaridad de armas de la guerra de Independencia
La intervención militar norteamericana
se acepta como la única posible, se hizo a Cuba, Panamá, Nicaragua…
Pero ocurre un hecho completamente nuevo en la historia reciente de
Sudamérica. Ahora Venezuela anuncia oficialmente que intervendrá militarmente
en defensa de Evo Morales y la democracia boliviana. Antes Cuba en forma
secreta envió armas a la resistencia chilena. El presidente Chávez
expresó: "Si a Evo… llegara a pasarle algo, si llegan a derrocarlo,
no voy a quedarme de brazos cruzados", (me) estarían "dando
luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia"."¿Invadir
Bolivia? No. Son otras cosas"… "… ya estamos actuando
(...) así como muero por Venezuela, estoy dispuesto a morir por Bolivia",
sentenció. Advertencia que ratificó días después al comandante en
jefe de las fuerzas armadas bolivianas. Chávez hizo un llamado a los
soldados de Bolivia a que cumplan el compromiso histórico de luchar
por su país y por la democracia.
Se le consultó a un asesor del presidente de Brasil sobre ese apoyo
armado a Bolivia y contestó que todavía no está planteada esa alternativa
y que no la descarta. Sobre lo mismo el embajador de Bolivia en Venezuela
aclaró que el presidente Chávez no intervendrá en Bolivia a menos
que haya un golpe de Estado.
Ante el apoyo al gobierno de Evo Morales las fuerzas armadas bolivianas están divididas
El comandante en jefe de las fuerzas armadas de Bolivia, general Luis Trigo, proclamó: "Al señor presidente de Venezuela, Hugo Chávez y a la comunidad internacional les decimos que las FFAA rechazan enfáticamente intromisiones externas de cualquier índole vengan de donde vengan". Afirmó que la entidad castrense defenderá y conservará la independencia y la unidad del país y que no se permitirá que ningún militar o fuerza extranjera pise territorio boliviano en trasgresión a la soberanía nacional. El General Trigo dejó trascender que el no haber actuado con violencia y no haber empleado las armas en los últimos acontecimientos en las regiones en conflicto: Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija, no significa que las FFAA estén en contra del orden constitucional vigente.
Las informaciones que tenía el presidente Chávez decían que el mismo
sábado Trigo estuvo con las tropas de EEUU en una de sus bases dentro
de Bolivia, que mientras unos soldados bolivianos estaban acatando órdenes
de Evo Morales otros obedecían disposiciones "extrañas"
como cuando el general Trigo se fue a Pando, "pero en vez de ir
a hacer cumplir el decreto presidencial del estado de sitio (...) ordenó
que las tropas se acuartelaran y abandonaran el aeropuerto y la protección
a la ciudadanía", que en la madrugada "oficiales de otras
jerarquías y soldados leales al Gobierno sí están cumpliendo la orden
del presidente Evo Morales" y que, en el mismo sentido, Fidel Castro
le comunicó que “hay fuerzas leales” que han recuperado el aeropuerto
de Pando, donde la policía local amparaba en buena parte el terrorismo.
El presidente Chávez comparó al general Trigo con oficiales venezolanos
que lo desobedecieron a él en las horas previas al golpe de Estado
que lo derrocó, “una… actitud de brazos caídos (para) facilitar
al fascismo.” Un general, denunció, que “calla ante la injerencia
grosera del imperio”. Recordó a los generales gorilas como el dictador
de Chile que "se le paraba firme a Allende un día antes"
de derrocarlo.
Un reporte reveló que la semana pasada
se produjo un altercado en Palacio Quemado cuando el presidente de la
república le cuestionó al comandante en jefe la incapacidad de los
militares para evitar las tomas de instituciones en Santa Cruz y otras
ciudades y fuentes parlamentarias recordaron los incidentes que Trigo
tuvo en octubre del año pasado con la dirigencia cívica de Santa Cruz
cuando encabezó la recuperación del aeropuerto de Viru Viru quedando
desde entonces afectado y al parecer sin ánimos para proseguir en el
mando ante la intimidación de los dirigentes regionales. Trigo, oriundo
de Santa Cruz, es un general de la Fuerza Aérea. Entonces se pensó
en el comandante del Ejército, arma decisoria entre los militares bolivianos,
pero se supo que estaba involucrado en algunos movimientos irregulares
previos a 1º de mayo, incluida una misa de opositores en La Paz. Luego
de que la tropa fuera ultrajada por bandas de delincuentes y “unionistas”
el comandante de la Octava División del Ejército dijo: “Preferimos
morir en nuestros cuarteles (…) antes que muera el resto de mi país,
de mis ciudadanos”.
En los últimos meses al menos dos
ex comandantes de las Fuerzas Armadas ligados a los gobiernos de la
derecha, junto con otros militares retirados, fustigaron al gobierno,
al Alto Mando y al general Trigo, así como al ex comandante del Ejército,
César López. “Alto Mando cobarde”, acusó el prefecto responsabilizado
como autor de la masacre de Pando mientras que desde Santa Cruz el cívico
Branco Marinkovic espetó: “Ejército asesino”. De acuerdo con fuentes
parlamentarias, el objetivo de los ataques es dividir a los jefes militares
para resquebrajar las decisiones de Alto Mando, propiciar el incumplimiento
de órdenes y seducir a los jefes de tropa recién desplegados para
que se vuelvan contra el gobierno. El método se utilizó en Chile lanzando
maíz en los cuarteles para llamarles gallinas porque no derribaban
al gobierno socialista.
El gobierno boliviano se muestra vacilante
El ministro de Defensa de Bolivia respondió sobre el ofrecimiento de ayuda militar de Venezuela que su país no necesita intervención extranjera porque "el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ha sido muy enfático" "en el sentido de que (ellas) están con el país", y agregó que fortaleciendo la unidad y cohesión interna se desvirtúa cualquier otra declaración de que se necesita una intervención externa. El ministro se tranquilizó sin preguntarse con qué clase de país está el general Trigo y rehuyó el problema de que justamente por no haber unidad el tema es quién se impone en Bolivia.
En realidad no es fácil juzgar al
gobierno de Evo Morales. Efectivamente carece de instrumentos de coerción
estatales, no puede fiarse de la lealtad de la justicia ni de las fuerzas
armadas, y su carácter popular le impide usar la represión; pero tampoco
da señales inequívocas de firmeza revolucionaria.
UNASUR encubre al imperio y apoya-presiona a Evo Morales
Por unanimidad la declaración de UNASUR respaldó al gobierno constitucional boliviano, rechazó una ruptura del orden institucional y de la integridad territorial, condenó la violencia de los grupos opositores que desestabilizan la democracia, condenó la matanza de Pando pidiendo investigarla para que no haya impunidad, llamó a un diálogo conducido por el gobierno para encontrar una solución sustentable en el marco del orden vigente.
El documento que en sus aspectos positivos
más importantes se debe a la lucha que dieron Chávez y Morales con
el apoyo de Ecuador y Argentina muestra clara la división política
de los gobiernos firmantes. No condenó a Estados Unidos intervencionista
histórico en el continente por la oposición encabezada por Lula y
Bachelet y seguida por Perú, Colombia y otros, que se negaron a cualquier
forma de alusión propuestas por Fernández, Chávez y Correa. La postura
de derecha se manifiesta también en el rechazo sólo a un golpe civil
sin mencionar uno militar, en que no establece un apoyo al presidente
Evo Morales que impida la caída de su gobierno, conformándose con
no reconocer a un eventual régimen golpista, en la presión soterrada
al gobierno boliviano para que ceda ante la oposición minoritaria bajo
la forma de pedir un diálogo con una solución sustentable.
Los peligros de la situación boliviana persisten y quizás aumentan
Estados Unidos reafirma su política de sometimiento. El gobierno puso a Bolivia y Venezuela en la lista de países que a su juicio no combaten decididamente el narcotráfico y aconsejó a sus ciudadanos que abandonen Bolivia debido a "la inestabilidad". Los candidatos presidenciales Obama y McCain calificaron como una "provocación" la expulsión de los embajadores en Venezuela y Bolivia y arremetieron contra los dos gobiernos con fuertes acusaciones y amenazas. La portavoz para asuntos de seguridad nacional de Obama hizo un llamado del candidato a Morales "a que evalúe su rumbo actual para el bien de Bolivia, su pueblo y su futura relación con Estados Unidos". McCain por su parte calificó al gobierno de Chávez como "régimen autoritario" que "intenta comprar el apoyo de Bolivia”. Un editorial del influyente diario The Washington Post sostuvo que Evo Morales conduce a su país hacia "la desintegración o a la guerra civil" porque intenta importar "el modelo de socialismo autoritario de Hugo Chávez" lo que "ha polarizado al país en facciones geográficas y étnicas…" "En lugar de buscar un compromiso, Morales ha intensificado sus esfuerzos por concentrar el poder en sus manos y por dar privilegios a las comunidades indígenas del altiplano a costa del resto del país". "Los militantes de ambos bandos han recurrido a la fuerza" y "Morales sigue siendo, el principal provocador en Bolivia". Según el Post UNASUR busca un arreglo negociado pero "para que ello ocurra Morales tendrá que aceptar que no puede imponer su programa en la mitad oriental de Bolivia y que debe moverse hacia un compromiso constitucional que ya antes rechazó". El diario propone que el Gobierno y el Congreso de Estados Unidos "deberían vincular las concesiones comerciales (a Bolivia) a un acuerdo entre Morales y la oposición que preserve una democracia liberal". CNN opinó que la detención del prefecto de Pando es una contradicción con los acuerdos de fomentar el diálogo con los prefectos.
En Bolivia el gobierno y los prefectos de la ultraderecha se reúnen en presencia de instituciones religiosas e internacionales para buscar un acuerdo a sus diferencias sobre el impuesto a los hidrocarburos, las autonomías en el marco del proyecto constitucional y la elección de autoridades. Los prefectos lograron la suspensión por un mes de la convocatoria a referendo constitucional en el congreso nacional. Se acordó además el repliegue inmediato de las oficinas públicas e instalaciones petroleras ocupadas a fin de restablecer los servicios públicos y el levantamiento de todos los bloqueos de caminos en el territorio nacional. Otro de los puntos contemplados es el esclarecimiento de los hechos luctuosos ocurridos en el departamento de Pando, a través de organismo nacionales e internacionales imparciales y una comisión congresal que se desplazará de inmediato al lugar de los hechos.
El vicepresidente García Linera manifestó que la autonomía plena para los departamentos y una mejora de los ingresos de los hidrocarburos son dos cosas viables de manera casi inmediata. Agregó que el documento base del diálogo declara que el Gobierno respeta el derecho a la autonomía departamental de Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz. El prefecto de Tarija explicó que se reconoce el derecho de los departamentos a percibir el impuesto a los hidrocarburos, debiendo financiarse la pensión de vejez con otras fuentes establecidas por ley.
La Corte Suprema de Justicia, cuyos miembros fueron elegidos por el ex presidente derechista Gonzalo Sánchez de Lozada, se pronunció pidiendo al gobierno que se levante el estado de sitio en Pando donde el ejército incautó armamento y detuvo a 11 líderes cívicos y al prefecto a quien el fiscal general le instruyó un proceso penal "por la presunta comisión del delito de genocidio en su forma de masacre sangrienta".
En el conjunto de Latinoamérica la gran prensa se mostró hostil a UNASUR. En Chile lugar del encuentro sólo un partido oficialista defendió claramente al gobierno de Bolivia y el ministro de relaciones exteriores, un reconocido pro norteamericano, después de nuevas expresiones contra el presidente Chávez por las que Venezuela le pidió explicaciones por escrito, manifestó que los problemas internos de América Latina se deben resolver con los presidentes del continente y no culpando a actores foráneos, refiriéndose al imperio.
En el campo progresista un sector expresó su satisfacción por una nueva etapa en que América Latina se aleja cada vez un poco más del imperio considerando que Estados Unidos y la OEA son los grandes perdedores. El líder cubano Fidel Castro expresó que el acuerdo unánime en el UNASUR “vale oro" por su apoyo al presidente Evo Morales y que sin su lucha junto a Chávez no se habría producido ese éxito. El presidente de Venezuela por su parte dijo que "Hemos abortado un golpe de Estado en Bolivia y, si no lo hemos abortado, por lo menos hemos comenzado a abortarlo".
Otro sector de izquierda por el contrario ve con preocupación que Evo Morales se acerca a un acuerdo con el fascismo y recuerda lo que Lula le aconsejó: "Ceder no es señal de debilidad y los conflictos nada resuelven. Nuestros pueblos no tienen nada que ganar con confrontaciones estériles". Afirman que cuando el presidente Morales dijo "Estamos autorizados por los movimientos sociales a revisar el proyecto de autonomía que está en la Constitución Política del Estado", "Si es por la unidad nacional y la democracia (...), hay total apertura", sin dar el nombre de quienes le extendieron semejante autorización, él trata de encubrir una capitulación invocando a su propia base social siendo claro que numerosos ‘movimientos sociales' manifestaron por el contrario su oposición al acuerdo con la derecha y a cualquier modificación constitucional. Agregan que Morales acordó con el prefecto Cossío la postergación del referendo que seguramente, según ellos, iba a dar un respaldo contundente al texto constitucional aprobado en Oruro y si ese acuerdo se impone durante el próximo mes se discutirán modificaciones a la nueva Constitución, "puntualmente en lo que dice sobre la posesión de tierras, el capítulo más doloroso para agroindustriales y latifundistas de las tierras bajas orientales". Como una demostración de las vacilaciones del Palacio Quemado señalan que el ministro de Gobierno, cuya renuncia pide la COB, comparó a manifestantes pro-gubernamentales en La Paz, que pedían armas para enfrentar a la derecha, con los fascistas de la Unión Juvenil Cruceñista porque, según él, unos y otros quieren la guerra. Los bolivianos en esta posición afirman que en el caso de Santa Cruz el cerco popular y los dinamitazos forzaron a la derecha a sentarse a negociar no las invocaciones de la UNASUR que sirvieron para presionar a Morales y no a los derechistas.
Entretanto la movilización popular no cesa a pesar del gobierno. Al
atardecer del martes 16 dos mil cooperativistas y otros tantos obreros
mineros comenzaban a concentrarse en Cochabamba con el propósito de
marchar hacia Santa Cruz, mientras el cerco sobre esa ciudad empieza
a producir escasez de alimentos y combustibles. "El fin de semana
se registraron graves enfrentamientos cuando jóvenes autonomistas intentaron
romper el cerco a 51 kilómetros de Santa Cruz, levantado por seguidores
del MAS, que respondieron con dinamita". Un peligro enorme por
sus consecuencia es que "el ejército ha movilizado tropas y tanques
con el fin de despejar piquetes que grupos favorables al gobierno de
La Paz han armado en torno a esta ciudad y que la aíslan del país"
y podría ser que el ejército intente hacer aquello en lo que fracasaron
las bandas fascistas.
Según Chávez, Fidel Castro tiene información sobre nuevas amenazas contra el gobierno de Evo Morales.
En síntesis
Un cambio de dirección de Evo Morales
puede significar la lucha al interior de la izquierda boliviana, mientras
enfrente tiene la guerra civil, el golpe de estado. En Bolivia se pone
a prueba el valor del voto ciudadano para definir pacíficamente programas
sociales inconciliables. De no ser así la democracia capitalista es
parte de la violencia de la minoría.