Nadie tiene duda de la voluntad evangelista con que Chávez ha tratado de gobernar en este tiempo. A pesar del lastre en que se ha convertido la Oposición para gobernar pensando en Patria, diez años de Revolución Bolivariana han traído prosperidad al pueblo venezolano. Solo no son capaces de reconocerlo los ciegos de ideología y lo niegan precisamente, quienes pretenden convertir a Venezuela en un INFIERNO.
Nadie tiene duda de que ahora se respetan más los derechos humanos que antes. Por lo menos, los pobres son menos pobres y los derechos fundamentales como la educación, la salud, la alimentación y el trabajo, están al alcance de todos. El control de PDVSA y CADIVI han bloqueado la fuga de capitales, que hoy se invierten en el desarrollo de la infraestructura, la nueva industria, la agricultura y en misiones sociales.
Nadie tiene duda de que la inseguridad ciudadana en Venezuela es una consecuencia del subdesarrollo y que no se resuelve sino atacando sus causas. Es la herencia de la IV República; no es solo un problema policial y del sistema de justicia; es consecuencia de las bases del sistema capitalista que aún perduran en nuestro país y que ha generado tanta desigualdad.
A estas alturas, nadie tiene duda de que los gringos dejaron de mandar en Venezuela hace rato. Tampoco nadie duda de la importancia geopolítica de Venezuela, con su ejemplo de gobierno para el pueblo. Eso por demás, molesta a la ultraderecha internacional.
No debemos ignorar la crisis energética del mundo y que de verdad, lo que interesa a los gringos para mantener su despilfarrador nivel de vida, es recuperar el control de la inmensa riqueza que atesora Venezuela en su subsuelo.
Nadie tiene duda de que no hay estatura política en los adversarios de Chávez. Los partidos de oposición virtualmente solo existen en las pantallas de Globovisión. Sus líderes son los mismos viejitos gastados de antaño, que ahora han vendido su alma al diablo; a los gringos. Ni siquiera son capaces de aglutinarse en una fuerza política única, que haga una seria y digna oposición al chavismo.
Nadie tiene duda de que se ha montado desde los laboratorios de la CIA, una operación internacional de gran envergadura contra Venezuela. Para rendir a su Gobierno la reacción internacional disfraza a los agentes de oposición, con ropajes de patriotas, defensores de los derechos humanos y buenos gobernantes, cuando la memoria histórica los devela como golpistas, vende patrias y corruptos confesos.
Nadie tiene duda de que el NO significaría para Venezuela la instauración del fascismo, con desapariciones y linchamientos políticos, vuelta a la pobreza extrema, marginalidad y entrega de la riqueza nacional a las compañías norteamericanas, españolas e israelitas. No hay otra forma en la que la derecha pueda retomar el poder en Venezuela, que no sea convirtiéndola en un INFIERNO. Eso sí, el pueblo sería el gran perdedor.
Nadie tiene duda de que la enmienda solo permitirá a cualquier político postularse repetidamente, pero el pueblo conservará el derecho de elegir legítimamente a sus gobernantes. De tal manera, Chávez si el PSUV, lo selecciona como candidato, solo podrá presentarse repetidamente como candidato a la Presidencia, pero el pueblo decidirá con su voto, si lo elige o no.
Nadie tiene dudas de que la enmienda beneficia a todos por igual, tanto a opositores como a oficialistas en cargos de elección popular. Entonces compatriotas ¿por qué tanta algarabía?. Se trata de un pulso contrarrevolucionario engendrado por poderosas fuerzas extranjeras, con el concurso de un grupo de agitadores mediáticos nacionales. No hay proyecto país en el intento, solo la intención de desgastar a la Revolución.
Despertad pueblo venezolano. Con Chávez seguiremos teniendo problemas sin resolver, pero tendremos esperanzas de resolverlos.
Con la Oposición en el Gobierno, no esperemos nada para los venezolanos.
A votar por la Esperanza de Venezuela, a votar por el SI.
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