Lo que está pasando con los pilotos de motor, carros y motocicletas, es vergonzoso. Sólo dentro de un sistema administrativo sin control algunos pasan estas cosas. Desde los primeros días de Nelson Merentes al frente del ministerio de Finanzas, cuando habla de las primeras medidas para agilizar la entrega de divisas, lo escribí en un artículo para Aporrea. Luego surgió “los raspa tarjeta” y los “viajeros alegres”. Eso es consecuencia de no contar con un control sobre lo que se está haciendo. Da la impresión que se actúa como decía aquel personaje de Franklin Virguez (Eudomar Santos) en la novela “Por estas calles” (1992) “Como vaya viniendo, vamos viendo”.
Y la gota de agua que rebosó el vaso es la reventa de dólares por parte de algunos pilotos de motor que actúan en el exterior, y, que según informaciones, algunos de ellos, ni siquiera compiten. Es decir, son unos convidados de piedra, pero con dólares de sobra, hasta para revenderlos. ¡Fin del mundo! Otros dándose la gran vida. Visitando con sus novias a reconocidos centros comerciales de Europa y Estados Unidos, y haciendo compras de ropa, zapatos, relojes y pare usted de contar, de marca. No es justo, Dios mío, cuando una buena parte de la población las pasa “negra” para comprar unas cositas de la cesta básica, después de largas e interminables colas. Insisto, es imperdonable. “El mundo al revés” como dijo Eduardo Galeano.
Tenía que venir la ministra del deporte, Alejandra Benítez, denunciar con pruebas en mano el fraude que se estaba cometiendo un fraude, por algunos pilotos. Uno de ellos (no reveló nombre) recibió la bicoca de 66 millones de dólares. ¿Cómo la ven ustedes? Ya algunas personalidades relacionadas con estos deportes de ruedas, se han manifestado de acuerdo con la investigación, para lo cual ya el Ministerio Público designó a dos fiscales. Se estima que hay compitiendo en el exterior 60 pilotos de carros y 40 de motos. En ese sentido, Nelson Canache, piloto de la categoría de autos con techo American Le Mans Series, se mostró de acuerdo con la investigación y consideró que lo que ha sucedido es bueno para sanear lo malo que hay en el deporte. Algunas instituciones ligadas a este deporte, también han reaccionado positivamente, ante el destape de esta olla podrida, por parte de la joven ministra y deportista, a la vez, Alejandra Benítez.
Todo esto evidencia que en muchas instituciones, muchos ministerios, gobernaciones, alcaldías y empresas del Estado existe ¡CONTROL CERO! Y no me vengan con el cuento de que la culpa es de la vaca. Por favor, ya basta de tanta negligencia, mediocridad y complicidad. Es hora de que se le de un parado a estas irregularidades cometidas por muchos que se tongonean con una camisa roja, rojita, y se encasquetan una gorra del 4-f., y se echan sobre sus hombros el pabellón nacional. ¿HASTA CUÁNDO?
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.
