Las recientes medidas cambiarias del gobierno han generado un fuerte debate en el país, sobre todo en las filas revolucionarias donde se ha dado una defensa del dólar preferencial y una crítica, a que no haya ni un preso por raspacupos o de algún empresario de maletín.

Es cierto que ahora pagan justos por pecadores, que muchas personas ya no podrán comprar sus aparatos tecnológicos de moda y a juro deberán adquirirlos en un mercado nacional, donde son excesivamente costosos y especulativos.

También es claro que esto es una devaluación por donde se vea, aunque el gobierno no lo admita, ya que en política muchas veces se calla o se oculta lo que no conviene.

Por otro lado tenemos a los empresarios corruptos que se robaron millones de dólares, no hay presos, ni funcionarios culpables y lo más seguro es que no los habrá, ya que caerían pesos pesados y todos sabemos que Venezuela, es una sociedad de cómplices por excelencia.

Cuando digo esto último lo hago con conocimiento de causa ¿Cuántos chavistas no han raspado sus cupos? Yo conozco a unos cuantos y cuándo les preguntas por qué lo hacen, te sueltan las siguientes perlas: Que el sueldo no alcanza, que aquí no se puede comparar nada y si todo el mundo lo hace por qué no yo.

Y yo me pregunto ¿Cuánta gente humilde ha viajado con dólar de Cadivi? ¿Cuántos pobres estarán pendientes de comprar por Amazon su teléfono inteligente? ¿A cuántos se les echaron a perder sus vacaciones en Florida? Pues estoy segura que a muy pocos, ya que adquirir una tarjeta de créditos no es nada sencillo, ni en la banca pública.

De esa forma este debate es de la clase media, a ningún pobre de Pampatar o de Petare, le importará que para viajar al extranjero se les hará casi imposible o que le bajaron los cupos de compras por internet.

Por ello el debate hay que sincerarlo. Es cierto que el gobierno debe por lo menos apresar a los funcionarios corruptos que se prestaron para este robo a la nación, también a los empresarios, pero igual con los particulares raspa cupos.

Las personas que han raspado cupo descaradamente en el extranjero le han hecho un gran daño a a la nación, no importa que hayan robado menos que un empresario: Robo es robo. Tengo una amiga que viajó a Perú hace tres meses y me contó la vergüenza que sintió, al ver las colas de venezolanos en Lima para raspar el cupo, pero lo peor fue lo que les dijo la dueña del hostal donde se alojaban, que no creía que fueran venezolanos, ya que era la primera vez que veía a unos connacionales haciendo turismo y no pendientes de una tracala cadivista.

Yo viaje a Argentina el año pasado y debo decir que en ese país es imposible raspar tarjetas por el férreo control de cambio que tienen, pero me sorprendió ver la gran cantidad de venezolanos pendiente de buscar dólares como locos y la decepción que se les veía, cuando les decían que allí era imposible encontrarlos.

Por cierto en una semana en Buenos Aires gaste en hotel, comida y obsequios familiares 11 mil bolívares, qué alguien me diga en qué parte de Venezuela en una semana se gasta esa cantidad de dinero.

El dólar de Cadivi para viajeros y compras para internet es una ilusión, una falsedad de una economía subsidiada, es irreal y ya se ha visto que ha generado corrupción y una economía más parasitaria e importadora.

Yo hubiera sido hasta más radical elimino ese dólar preferencial y el que quiera viajar que compre en el mercado negro, para ver quién podrá salir con un dólar a 70 y pico y un euro a 100. Por cierto ambas monedas les asignan su valor en Cucutá, lo cual me enteré gracias a la BBC de Londres, ya que nuestros medios públicos son ciegos y sordos como Shakira y nunca saben nada de nada.

Así uno podría ver como ese bendito dólar permuta baja, ya que su alto valor es producto de estafadores y especuladores que se han hecho ricos, mientras el gobierno parece el propio pendejo y no toma medidas radicales.

Esto último lo más preocupante es que no solo el Estado parece bajar los brazos sino hasta el mentado poder popular, ya que uno no ve que nadie en Venezuela (excepto los articulistas de Aporrea), se enfurezcan ante este robo. Es que hasta uno a veces piensa, que este país se lo llevo quien lo trajo y todo el mundo anda pendiente de una tracala o chanchullo.

Ojalá que el poder popular reaccione, al gobierno hay que hacerle entender cuando hace las cosas mal y me temo que solo escribiendo en Aporrea esto no se va a resolver. Hasta deberíamos armar una marcha aunque sea cuatro gatos, para ver si alguien en Miraflores hace algo con los raspa cupos particulares, de cuello blanco y los funcionarios corruptos.