Con emoción y orgullo revolucionario he aceptado esta designación presidencial que agrega a mi rol de Ministro del Poder Popular para el Comercio, el de Superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, la titularidad de la SUNDDE. En realidad son competencias afines, que coordinadamente hemos venido trabajando desde el inicio de la gestión.
Desde la oposición radical, especialmente la gremial empresaria, se ha hecho una guerra mediática procurando satanizar la función de la SUNDDE y los equipos que tienen la obligación de aplicar la Ley de Precios Justos, que es su ámbito específico.
La meta establecida es nítida: “asegurar el desarrollo armónico, justo, equitativo, productivo y soberano de la economía nacional”. Es decir, un perfil eminentemente social y nacional que nos lleva a proteger el salario e ingreso de todos los que trabajan y producen en nuestra amada patria.
¿Alguien puede oponerse a estos fines? Sí. ¿Quiénes? Los especuladores, los acaparadores, los mafiosos que manejan la distribución de ciertos productos estratégicos y que ahora son puestos al descubierto. Los usureros que hacen sus fortunas vendiendo los productos con ganancias de más del 30%, como hemos detectado en muchas tiendas grandes, medianas y pequeñas, porque el virus capitalista penetró a todos y ahora debemos ayudarlos a sanarse.
También adversan, sin ningún respaldo, los politiqueros de oficio, los pesimistas profesionales, que aunque a ellos les vaya muy bien con nuestro Gobierno venden espejitos engañosos procurando la desesperanza, desunión y la anarquía.
Esos son los enemigos de la Ley que creó la SUNDDE y que resisten la legalidad como hicieron los gestores en el SAIME e INTT, a los que combatimos y eliminamos de raíz durante nuestra gestión.
En esta misión haremos la misma tarea de saneamiento del mercado para combatir los efectos que generan inflación y desabastecimiento.
La tarea de las comisiones consiste en supervisar, controlar, inspeccionar y fiscalizar el proceso comercial en general. Como resultado de las conclusiones, en caso que hubiera incumplimientos de la ley, se aplicarán los correctivos de cada caso.
El principio que nos orienta es bien constitucional: “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”.
Es simple, Como diría mi abuelita “el que no la debe no la teme”.
Compatriotas: La ofensiva económica es moral, irrenunciablemente social y a favor de ustedes.
Un fuerte abrazo y gracias por el apoyo.