En su Informe Anual de la gestión del año 2015, desde la Asamblea Nacional, el presidente Nicolás Maduro afirmó lo siguiente: “Salvo excepciones, en Venezuela el sector capitalista se ha declarado en huelga de inversión y se ha declarado en huelga de cooperación con las leyes y con sus obligaciones en los sistemas distributivos, comercializador y de fijación de precios de la economía nacional. Es lo que nosotros llamamos desde nuestro concepto y de nuestra concepción, se han sumado masivamente a los mecanismos, al metabolismo especulador y a los mecanismos de guerra económica contra Venezuela”
Esta sentencia lapidaria es un reconocimiento de la causa más importante de la actual crisis económica por la cual atravesamos en el país, es decir, el sector capitalista se ha declarado en huelga de inversión.
Este planteamiento se ve reforzado si nos atenemos al análisis realizado por Luis Enrique Gavazut en su ponencia "Petrodivisas, Dependencia Productiva y Debilidad del Bolívar: ¿Qué es la Guerra Económica y cómo derrotarla" http://www.aporrea.org/
Ahora la pregunta obligada es ¿que hacer?, porque si no invierte el sector privado, ¿quien lo hará?. No es poca la cantidad de la inversión y la dificultad de lo que significa ir a un nuevo proceso de sustitución de importaciones. El presidente Nicolás Maduro ha hablado reiteradamente de “construir una economía productiva y diversa”, pero el asunto es ¿como se hace?, porque la situación de los ingresos del pais que se observan cada día mas mermados, no tiene vía de solución inmediata, los organismos internacionales de financiamiento estan en franca negativa a financiar a menos que el gobierno se someta a los dictamenes del FMI lo cual significa hipotecar el pais y someter a los sectores populares a mas penurias. La respuesta surge obvia, nacionalizar las importaciones acompañadas de varias medidas anticorrupción y la nacionalización de la banca.
Si la empresa privada no invierte, si las inversiones chinas, rusas, iranies, etc. no son suficientes, sólo el estado tiene el músculo suficiente para asumir tamaña tarea. La nacionalización de la banca surge como una medida imprescindible porque habría que dirigir el ahorro nacional a la creación de nuevas empresas. La nacionalizar las importaciones porque significaría amortiguar el desangrado que significa la sobrefacturacion y todos los otros mecanismos de captación fraudulenta de la renta petrolera.
Por supuesto que ambas medidas implican un combate frontal contra la corrupción, para lo cual se debería contar con la disposición de los cinco poderes del estado de tomar todas las medidas necesarias para poner bajo control ese flagelo.
Finalmente, las nuevas empresas producto de esta política no deberían ser “empresas del estado”, es mas bien abrir camino a la comunalización de la producción y la distribución, como lo plantea el ministro Luis Salas: «Irrigación de cuotas de producción nacional a las comunas y responsabilidades de la distribución en las bases de la economía comunal o barrial». https://surversion.wordpress.
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