“Se volteo la tortilla” la frontera con comida y el centro del país sin ella

Desde hace tres años se venía manejando la tesis de que el desabastecimiento de productos de primera necesidad en las zonas de frontera era por el contrabando de extracción que tenía como destino final el mercado colombiano, situación por la cual tenía pasando necesidades a los habitantes de las zonas fronterizas que va desde el estado Zulia hasta el estado  Amazonas, lo que conllevo a tomar la decisión del cierre de la frontera, luego de un año de estar cerrada se demostró que fue un error el tomar esta medida, ya que la falta de productos continuaba, desplazando esta carencia a los estados centrales e inclusive la capital de la Republica Caracas, ciudad esta que siempre había estado protegida y privilegiada al no tener racionamiento de ningún tipo y que todos los productos importados por el estado junto con los producidos por la empresa privada pero controlada la distribución por el gobierno eran enviados allí de forma preferencial para que no se sintiera los efectos de la inflación y escases que cubría a los demás estados del país.

Hoy día “Se volteo la tortilla”  a lo que venía sucediendo años atrás y acá mi explicación del porque de esta expresión; en los últimos 9 meses tanto en la gran Caracas como en el centro y oriente del país están sufriendo la escases de alimentos que las zonas fronterizas padeció desde hace años pero que se lo imputaban a mafias dedicadas al contrabando de extracción, cuando sabemos que es consecuencia de la falta de producción mas no de distribución,  y en la región central se ha agravado porque esta gran zona del país no tiene vías rápidas con proveedores de alimentos terminados del extranjeros para paliar esta crisis mientras se reactiva el aparato productivo nacional, a diferencia de la zona fronteriza que se está alimentando de productos que a pesar de ser ingresados de forma irregular han logrado apaciguar el hambre y solventar problemas de salud.

En los últimos 6 meses se ha visto de forma normal, la venta de productos alimenticios, pañales y de aseo personal de origen colombiano en los anaqueles de grandes cadenas de supermercados en el estado Zulia, al igual está sucediendo en el estado Táchira, estos rubros han cubierto hasta cierto punto la falta de productos nacionales y han servido como un paliativo para contrarrestar el fenómeno del bachaqueo ya que usualmente estos artículos de origen neogranadinos son más económicos que los productos nacionales ofertados por los revendedores (bachaqueros) además de poder ser adquiridos con instrumentos financieros distintos al efectivo (tarjetas de debito, crédito, cheque) sin el riego de ser asaltados en la calle al pagar con dinero.

Cabe destacar que estos productos de origen colombiano que están siendo vendidos en el comercio formal  están ingresando por los “caminos verdes” ya que son producto de un simple contrabando de introducción al no cumplir con las formalidades aduaneras ni sanitarias por estar el paso cerrado para los vehículos livianos y de carga al igual que las mercancías con fines comerciales,  por lo que no existe actividad aduanera que los regule, además que no existen datos estadísticos ciertos de cuánto y qué tipo de productos están ingresando al territorio nacional, sin mencionar cual es el origen de las divisas utilizadas para su adquisición debido a que estamos bajo un régimen cambiario.

Algunos dirán que los que hacen esta actividad están autorizados por un decreto de tal gobernación que está sustentado en el decreto de la emergencia económica, pero resulta que ningún decreto regional exime de las responsabilidades tributarias aduaneras establecidas en la Ley Orgánica de Aduanas, solo es facultad del presidente de la República quien puede exonerar el pago de impuestos de importación, pero de igual forma se debe cumplir con los procedimientos aduaneros y sanitarios respectivos, por lo que sería ilógico pensar que el señor Presidente de la Republica apruebe este ingreso irregular si él fue quien cerró la frontera para la actividad comercial, tal vez él desconozca de esta actividad (beneficio de la duda).

Durante mucho tiempo se alzo la voz de protesta anunciando que las zonas fronterizas se estaba pasando hambre, sicariato, falta de medicamentos, junto a muchos otros males, pero no habían oídos en el centro del país que atendiera esta situación, porque aun existen muchos políticos y ciudadanos en general que dicen “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra” entonces si en Caracas no hay hambre, en el resto del país tampoco, gran error, solo se enviaban comisiones a hacer turismo para luego aplicar mas torniquetes a la maltrecha economía de estas regiones y culpar a enemigos imaginarios pero nunca en buscar el origen del problema,  para colmo de males no tuvieron la previsión de que esta situación se podría propagar al resto del país.

Al ver los portales de los diarios regionales de las zonas fronterizas y hablar con personas de esas localidades se puede constatar la llegada de personas del centro del país con la finalidad de ir a comprar comida y medicamentos a las poblaciones como Cúcuta, Maicao  y el Aracuca Colombiano, por lo que cabe la pregunta ¿Por qué no reactivan el comercio binacional para que ingresen productos alimenticios de forma licita?  Así se podría abastecer una porción del mercado nacional y acabar o minimizar de una vez por todas con los bachaqueros, ya que si familias están dispuestas a viajar más de 1000 kilómetros para comprar comida con los riesgos que todo ello implica, los preferirá comprar cerca de su casa a un valor que seguro serán a inferiores a los establecidos por los bachaqueros, se generarían empleos, se recolecta dinero por el pago de impuestos y el gobierno podría ofertar más  productos nacionales regulados a quienes no puedan pagar por los importados, además se subsanaría uno de los obstáculos para ejercer la presidencia del MERCOSUR porque  el cierre de frontera viola el libre tránsito y comercial entre países, sería una solución ganar-ganar.

Es difícil saber cuando nuestra economía podrá ser autosuficiente nuevamente, lo cierto es que no será a corto ni a mediano plazo, ya que no existe la confianza del pueblo e inversores en nuestros gobernantes, lamentablemente por sus acciones no la han ganado y si ellos no inspiran confianza nadie arriesgara su capital ya sea de dinero o trabajo, es por ello el incremento en los negocios informales que no benefician al país, de continuar por este sendero lo recaudado por impuestos nacionales no cubrirá los gastos o inversiones sociales llevándonos a un escenario peor al actual.

 

ahydenjose@hotmail.com



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