Mano de hierro...

Así se llama la operación de inteligencia policial, decisión política y batalla a muerte contra lo mal hecho, la corrupción y el narcotráfico, que viene desarrollando el gobierno y cuyos primeros resultados son bastantes halagadores. Alcaldes, Diputadas y Diputados, Altos jefes militares y policiales lo que da la sensación de un renacimiento de uno de los primordiales principios revolucionarios que es acabar con el capitalismo, generador este modelo de todas las perversiones que hacen de la corrupción, la negligencia y el narcotráfico las principales armas para pudrir la sociedad en beneficio de élites, viejas y nuevas de la burguesía y por supuesto el imperialismo, que depende del tráfico de drogas y el control de estos países a través de la corrupción u otros mecanismos que le garantice a las grandes trasnacionales las materias primas robadas prácticamente a los países pobres. Esa es una de las razones por la cual la administración Obama nos catalogó de "una amenaza inusual y extraordinaria". Por lo antes dicho, la operación lanzada por el presidente, obviamente en concordancia con el alto mando de la revolución resulta muy alentadora. Primordialmente es una decisión política-revolucionaria, luego para implementarla es menester poseer unos mecanismos de inteligencia y contrainteligencia que hagan efectiva la actuación militar policial y judicial.

El gobierno del presidente Maduro ha dado muestras de compromiso con los ideales chavistas y todo ha sido en concordancia al plan de la patria, cuya esencia es la construcción de un modelo socialista adecuado a la realidad venezolana, sin calca ni copia de nadie. Seguramente las detenciones recientes apenas son la punta del iceberg de algo más profundo y en donde el narco-estado colombiano ha sido la base de operaciones imperialistas para cooptar a cuadros de la revolución, corromperlos y comprometerlos en sus planes de narcotráfico. En lo que respecta a la gasolina, tiene mucho que ver el narco colombiano, recuerden que para procesar la hoja de coca y convertirla en pasta de coca y luego en cocaína se necesita mucha gasolina. Colombia no produce gasolina, se la ha estado contrabandeando desde Venezuela, la desviación de grandes cantidades de gasolina cumple un doble objetivo: le sirve al narco como materia prima y le permite a estas mafias cumplir el objetivo de corromper hasta derribar la revolución, tarea que no vamos a permitir; este pueblo revolucionario, el de a pie, y los militares y policías revolucionarios y revolucionarias no permitirán una traición que derrumbe la revolución, eso no significa que no sigan, todos los días, intentando acabar la revolución.

Debemos tener claro lo siguiente: para ser revolucionario (a), se requiere, además de una conciencia, un espíritu de entrega y sacrificio que es un apostolado. No se es revolucionario el que, ostentando el poder, solo si se le da cargo, recursos, poder político se hace la tarea. Quien actúe motivado por el dinero, el poder y las facilidades de tenerlo todo seguro serán presa fácil de los delincuentes capitalistas. Quizás suena duro lo de delincuentes, pero es que así actúan los capitalistas. La pobreza es un crímen de lesa humanidad y las causas de la misma son ilegales. ¿Qué es la plusvalía en el concepto marxista? Es la apropiación indebida de una ganancia que es generada y producida por el esfuerzo de obreras y obreros a los que se les paga un salario ínfimo que apenas le alcanza para sobrevivir, y eso es porque al capitalista le interesa que ese obrero no muera de inanición, para que le siga produciendo ganancia.

El capitalismo basa toda la importancia de la vida en la tenencia de dinero y riqueza; el ser humano no vale por lo que es, por lo que sabe, por lo que es útil, vale por lo que tiene y la clase trabajadora lo único que posee es su capacidad de trabajo que vende por un salario. En el capitalismo surge la voracidad de sectores como las mafias del narcotráfico que se abren camino por vías ilegales y terminan aliados con los sectores de la burguesía tradicional; es lo que ocurre en países como Colombia. Colombia es el primer productor de drogas del planeta y está ocupado por el primer consumidor de drogas del planeta, (9 bases militares), las conclusiones son más que evidentes. Desde hace tiempo se puede determinar, haciendo un ejercicio de proyección lógica, que el imperio utilizará el músculo financiero del narcotráfico, sus mecanismos de perversión para lograr un objetivo político que es: derrotar la revolución bolivariana a cómo dé lugar.

En este orden de ideas es necesario hacer la evaluación de la operación Mano de Hierro bajo una óptica revolucionaria y estructurada en los principios revolucionarios de compromiso y humanidad... En esta batalla hay que involucrar al pueblo todo, organizar, sensibilizar y comprometer a una poderosa estructura nacional que nos permitirá derrotar en el territorio, palmo a palmo las bandas tancol y dejarlas sin bases posibles. La vigilancia, la denuncia temprana, la acción de sorpresa es lo que nos dará el triunfo. Es una guerra a la que enfrentamos y estamos obligados a dar una gran batalla. La victoria en esa guerra contra el capitalismo la veremos en la medida en que logremos incorporar a la vida nacional lo que Chávez llamó, injertos socialistas y que éstos se desparramen por todo el país. Eso no es posible lograrlo con patiquines pantalleros, eso se logra con un pueblo revolucionario en acción coordinada con todos los órganos del poder nacional. Es decir, debe ser el pueblo ejerciendo el poder el gran protagonista de esa batalla. La vigilancia es determinante y aquel o aquella que se vea "echando mucha pinta" como se dice popularmente, aquel que se vea muy bobo, o boba, pues hay que meterle el ojo y nadie que sea verdaderamente revolucionari@ puede molestarse porque se le investigue, porque se le exija claridad y comportamiento revolucionario que quien sea líder lo sea porque es el más sacrificado o sacrificada, no porque tenga más dinero o poder. Aunque el poder es algo que el pueblo debe conquistar, de allí es que hablamos de "empoderarnos" y ese empoderamiento debe ser con planes políticos estratégicos y cuyo objetivo sea la construcción del socialismo. Si el poder se sigue valorando en el concepto burgués, nunca jamás haremos revolución.

La operación mano de hierro debe ser apoyada por toda la población; no hay nada más irritante que la corrupción, más aún cuando los corruptos son manipuladores y traidores. Porque si a mí viene un político de derecha y me hace un planteamiento, lo lógico es que sea "pa' hacer billete", pero arrecho es que quien dice "hacer revolución", lo único que tenga en la cabeza es ¿cuantos dólares quedan en mi bolsillo?

¡Bienvenida la operación MANO DE HIERRO!, pero hay que llenarla de esencia transformadora, revolucionaria y socialista, lo contrario es: "arar en el mar".



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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