Ya lo dijo el clásico: “una Revolución, un gobierno, tendrá la grandeza del trato que dispense a sus adversarios”.
Es así, en el trato a los enemigos se plasma el carácter de una Revolución, de un gobierno. Un trato sanguinario nos habla de un gobierno brutal, del que se puede esperar que produzca una versión cruel del capitalismo. En contraste, un trato considerado, respetuoso, nos indica un gobierno humanista del que se puede esperar que dirija la construcción de una sociedad superior al capitalismo.
El trato a los prisioneros de la guerrilla de Fidel y el Che es ejemplo de lo que decimos. Chávez perdonando a los paracachitos que vinieron con la intención de asesinarlo nos dio una lección de humanismo, el Comandante perdonando las ofensas de Pancho Arias Cárdenas dictó cátedra, señaló una conducta humanista que lamentablemente muchos no aprendieron.
En este gobierno madurista el trato a los adversarios tiene dos facetas: a los adversarios capitalistas se les hacen cancioncitas groseras, se les insulta de mentirita, se les tienen presos en sus casas, se les facilita la salida a España. A los enemigos de este lado, a los chavistas, se le persigue con saña, se los lincha, toda la furia contra ellos, hasta existe una oficina de la presidencia especial para perseguirlos, que algunos la llaman fiscalía.
El trato al General Baduel es emblemático. Sin explicaciones se lleva a prisión, sin explicaciones se entierra en un lugar tenebroso que llaman con propiedad “la tumba”. Ahora la crueldad va lejos, lo degradan, algo pocas veces visto, inaudito. No entremos a discutir la calidad de los degradantes, eso nos apartaría del fondo del asunto.
Lo primero es que no sabemos cuál es la culpa del General Baduel. ¿Estaba conspirando? Es posible, pero no justifica ese ensañamiento, ponerlo preso en condiciones difíciles ya es exagerado. Lo correcto, si es que estaba conspirando, es darle casa por cárcel, como hicieron con leopoldo o con ledezma. Pero además degradarlo, es humillante.
El General Baduel no merece ese trato. El General Baduel, es bueno recordarlo, es un héroe de la Revolución de Chávez; dirigió la operación de rescate del Comandante, fue el foco de resistencia en Maracay que encendió la pradera. Más allá de la falta que haya podido cometer se le debe consideración.
Este gobierno tomó el camino de la represión cruel, se nos habla de cien presos de PDVSA acusados de corrupción y al día de hoy no sabemos de ningún juicio, de alguna condena, así sea de esas express del tsj. No sabemos dónde están, quién juzga a Eulogio, a Martinez, no dicen por fin cuál es la culpa de Ramírez condenado públicamente, sin derecho a la defensa por el mismo presidente. Si a esta actitud sumamos el olp, las masacres de las minas de Guayana, Barlovento, los ajusticiamientos, debemos concluir que el gobierno cada minuto da un paso hacia el fascismo.
Pero ¿dónde está la gente sensata, nadie grita denunciando esta situación? Los militares callan, los chavistas hacen silencio, todos ven pasar abúlicos el féretro del humanismo, de la Revolución. Cuando los hombres honestos, los sensatos, callan las bestias avanzan sobre su cobardía.
