Esta semana es historia y algún día la contaran y empezaran diciendo: Fue en los tiempos en que los anti-valores eran exclusivo de la ‘oposición mediática’, en un país que cada día se alejaba más de la democracia hipócrita e imperialista de Jefferson, para montarse en el tren de la socialbilización y liberación del pueblo; cuando el último reducto de los apátridas se encontraba atrincherado en algunos medios de comunicación que distorsionaban la información para satisfacer a sus amos, los carroñeros.
Seres sin banderas ni estandartes, ni sexo; sólo se reconocen por la putrefacción de sus cuerpos carcomidos por su ‘súper ego’, en una supuesta superioridad que sólo se puede percibirse en su patología morbosa con que hunden y pretenden prostituir a pueblos, sean estos del medio oriente, africanos, asiáticos, latinoamericanos o de cualquier parte del hemisferio sur, que quieran accionar su ejercicio en la libertad y soberanía; mientras que ellos no dejan ni permiten que un gobierno libre exprese la verdadera voz de su pueblo .
Fue una semana donde el tren partió después de cien años sin poner un riel más. Fue esa semana donde la gente de los Valles del Tuy recobraron sus derechos de ciudadanos, que tanto le habían negado una democracia que los desterró, lanzándolos como nuevos colonos a su suerte. Fue una semana donde Arias Cárdenas, bajo el liderazgo de Chávez, peleó una batalla sin armas mas bien en un tablero que dejo al descubierto a un imperio que si es derrotable, ya que sus héroes son de celuloide y no de carne y hueso; hasta un candidato al salir de la curia tan confundido en el verbo dijo “Castro cubano” por “Castro comunista”, como si el pueblo de Martí se va a ofender por eso; y es que el confundido no sabe que la bandera cubana la parió un venezolano llamado Narciso López y que desde ese momento el imperio nos ha querido separar, pero ¿Como separa lo indivisible?
Fue una semana donde los medios insidiosos resucitaban a los muertos como al “chueco” Diego Arria, el mismo de los terrenos de Antímano; de los autobuses usados que vendieron como nuevos; y todos estos años ha vivido en el extranjero sin trabajar y sin esfuerzo.
Fue la semana donde empezamos a entender que la nueva diplomacia en Venezuela es más que un ejercicio de fuerza, más bien de libertad y dignidad. Para que rendirnos si ya ganamos al descubrir la bestia por dentro que se esta carcomiendo.