Llegando al mediodía a mi casa me encuentro con la
noticia de la muerte de "Raúl Reyes", integrante de las FARC-EP y
segundo al mando, después de "Marulanda". No me vino a la mente otra
cosa que no fuese ¿y los secuestrados? ¿qué va a suceder con ellos
ahora?.
Definitivamente es una demostración más de los intereses de Uribe y su
gobierno, el propósito bélico, de exterminio de lo que él considera un
"cáncer" en Colombia. Dejando totalmente a un lado el sentido
humanitario en búsqueda de la restitución de los derechos humanos que,
por una acción totalmente errada, les han sido restringidos a todos
aquellos que hasta el día de hoy permanecen en condición de rehenes de
los guerrilleros, habiendo sido secuestrados hace varios años más.
¿Es que para Uribe y el gobierno colombiano los derechos humanos, la
dicha de ver como se reúnen familias que quedaron rotas al ser
secuestrado uno (o varios) de sus miembros, la búsqueda de un camino de
paz, no son importantes? ¿Tiene que prevalecer el orgullo de "acabar"
con las FARC-EP y sentir que logró su objetivo de vida sin importar
cuántos inocentes tuvieron que sufrir las consecuencias para alcanzar
este cometido?
Una vez más la fuerza BRUTA (en todo el sentido de la palabra) se hace
imponer frente al raciocinio y el diálogo entre partes.
SEÑORES LO QUE ESTÁ EN JUEGO ES LA VIDA DE SERES HUMANOS, no estamos
hablando en este caso de la droga con la que se vincula a la guerrilla.
En esta situación no se necesitan militares ni gente armada, se
necesitan humanistas, mediadores, personas prestas al diálogo.
¡Bravo! ¡Te la comiste Uribe! (Sarcasmo a quien no lo entienda)
Dios quiera que llegue la paz a Colombia algún día. Pero como que Uribe
ha logrado tirar por el piso cualquier voluntad celestial o terrenal de
paz en el territorio.
¡POR UNA COLOMBIA SIN PARAMILITARES, SIN GUERRILLA, SIN MINAS, SIN
DROGA, SIN SECUESTROS Y SIN URIBE!
¡POR UNA COLOMBIA DE PAZ!
marcogonzalogmail.com