El señor Bush ha sido claro, el Presidente que simboliza la democracia en la que él cree es Uribe. Igual opinan miles de venezolanos, algunos al punto de pedirle que venga a ser el mandamás de Venezuela y nos quiete de encima al buscapleitos Chávez.
Tanto amorón por el señor Uribe, nos lleva a indagar que es lo atractivo de ese caballero que a primera vista no cae tan simpático. Y uno se tropieza con que el guardaespaldas de un dirigente de la FARC que asesinó a su jefe, actuó tal como se le ha pedido: cortó las manos del cadáver, las envolvió cuidadosamente y tal como si llevara un pescado recién sacado del mar se las llevó a funcionarios del Estado colombiano para que le pagaran la recompensa. El Jefe de ese Estado es el buenazo de Uribe. Por lo tanto, este gentilhombre es el apadrinador de tan efectivo método para asesinar a un ser humano, tomar la prueba de ese asesinato y cobrar por ello.
No son suficientes esos métodos, hay que darle un vistazo a las declaraciones de una joven mejicana que estaba haciendo una investigación en Ecuador y en esos menesteres andaba cuando fue bombardeado el campamento donde asesinaron a Raúl Reyes. La madre de la joven de 26 años Lucía Morret, ha declarado que su hija “ha sido vejada sexualmente por los soldados colombianos, no fue una violación pero fueron vejaciones horribles, mientras varios militares la apuntaban con sus armas amenazándola con matarla”. Pues el Presidente Uribe ha dado su apoyo a estos soldados una y otra vez, aplaudiendo su acción. Si ultrajan a una dama qué importa, lo válido es que combatan a los malucos de la FARC.
¿Buenazo él, verdad? Un verdadero estadista, lo ha llamado la Colomina. Es lo que muchos de ellos quieren para Venezuela, un tipo que no le tiemble el pulso a la hora de ordenar una masacre, una invasión, un ultraje sexual o cualquier otra de esas menudencias que corresponden a un estadista hecho y derecho.
Los méritos del amigo Uribe no se detienen allí. Su genio es de alto vuelo, por eso desde el año 2005 tiene una acusación en la Corte Penal Internacional de La Haya. ¿De qué se le acusa? De crímenes de lesa humanidad, y en La Haya, ¡una pelusa!
Caramba, pero es que el buenazo de Uribe es casi un santo, por eso le rodea tanta gente pura. Imagínese que 43 parlamentarios uribistas, es decir uña y sucio con el Presidente de Colombia, ¡están sometidos a juicio por sus nexos con los paramilitares y el narcotráfico! Se dice fácil, pero cuánto refleja la admirable personalidad de este buen hombre.
No en vano hay sectores en Colombia que señalan a Uribe como la cabeza del paramilitarismo y del narcotráfico, que son la misma vaina, y que a fin de cuenta trabajan para disminuir la población colombiana, pues ¡cómo matan gente!
Así es el buenazo de Uribe, por eso lo quieren como Presidente de Venezuela. Un caballero tan recto, tan educado, no un pelomalo provocador como el de nosotros. Imagínese que el tipo sin necesidad de mandar tropas a la frontera en un programa de televisión, invade silenciosamente a otro país. Dispara a mansalva, asesina un pocotón de gente, veja a unas mujeres que se le escapan de la muerte y retorna a casa como si no ha quebrado un plato. ¿No es digno de admirar?
Con razón el señor Bush, que tiene en la Base de Guantánamo cientos de personas detenidas sin ningún tipo de registro y que están siendo torturadas, lo quiere tanto. Son tal para cual.
Por esas mismas razones para nuestros escuálidos el tipo es buenazo de verdad. Una sedita, dicen.
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