Bolivia en el Corazón

Bolivia y la América insurrecta, viven la hora de los hornos, para repudiar la estrategia secesionista del imperio que amenaza con destruir la integridad territorial del país hermano de Bolivia.

Como pueblos, estamos unidos para reivindicar la utopía realizable de construir la Patria Grande, unida, integrada, digna y soberana con la que soñaron y lucharon Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José Martí; el Che Guevara que nos instó con su ejemplo a crear dos o tres Vietnam en América Latina; Augusto César Sandino, con su pequeño ejército loco, para enseñarnos que es preferible morir de pie, que vivir arrodillados; Farabundo Martí, Emiliano Zapata o Benito Juárez, con su conseja de que el respeto al derecho ajeno es la paz; Tupac Katári, Tupac Amarú o Guacaipuro, que han vuelto hecho millones; Mariátequi con su propuesta de que el Socialismo no es copia ni calco, sino que debe ser creación heróica; Pablo Neruda con su Canto General o Jorge Eliécer Gaitán, entre tantos, quien nos legó con su fuerza imperecedera la inmortal frase de que vale mas una bandera solitaria en la cumbre de una montaña, que cien banderas arrastrándose en el lodo.

Nos hermanamos en una sola voluntad para expresar nuestra solidaridad militante con la hija predilecta de el Libertador; para solidarizarnos con un Presidente que nació de las entrañas de nuestros ancestros, como lo es el compañero de ruta Evo Morales; para sumarnos a la corriente indigenista libertaria que se levanta contra el yugo de 500 años de expoliación, de oprobio, de injusticia por parte del colonialismo y el imperialismo, hasta el extremo que Eduardo Galeano llegó a decir que la Semana Santa de los indios termina sin resurrección; también, para hacer causa común con la martirizada Bolivia que ha sufrido en sus 183 años de existencia, 187 golpes de Estado y le quitaron su acceso al mar, cuando tras la guerra del Pacífico instigada por los intereses imperiales de la Gran Bretaña y con el concurso de la oligarquía Chilena, le cercenaron la Provincia de Atacama y el puerto de Antofagasta.

Por todas esas razones, hoy en día y por siempre, defender la integridad territorial de Bolivia, es defender al Zulia del lacayo mayor y su parapeto Rumbo Propio; es defender a los Andes, los Llanos, el Oriente. En suma es defender a Venezuela y a la América Latina de toda la acechanza imperial; es templarnos como el acero para enfrentar unidos y con sentido de nacionalidad, la consigna maquiavélica, practicada desde el Impero Romano y hecha ley por el imperialismo de dividir para reinar, para dominar, para saquear.

En esta encrucijada histórica en la que no podemos optar- como señalara José Félix Ribas- entre vencer o morir, por que ¡necesario es vencer!, vayan a nuestros hermanos latinoamericanos y particularmente amerindios Wayus, Japreira, Yucpa, Barí, Añú, Piaroas, Jirajaras, Yekuana, Pemones, Yanomami mas decenas de etnias aborígenes, nuestro mensaje de furor revolucionario para estrechar lazos de hermandad con los Aymaras, Quetchuas y Guaraníes, sobre los cuales pende hoy la amenaza del zarpazo desintegrador.

Se impone, entonces, la necesidad de fortalecer el espíritu nacional latinoamericano; prepararnos con todas las armas posibles para el combate popular contra la injerencia imperial; para enfrentar lo que se ensayó contra Yugoslavia e intentaron continuar en Venezuela con el golpe de Estado, el saboteo petrolero, la guarimba y el golpe suave de la desestabilización, de modo que no se repitan esos nefastos sucesos aquí, ni en otras latitudes. Para ello, debemos atrincherarnos en función de derrotar el plan Bush de Colombia y cerrar filas al lado de nuestro Comandante Presidente, que actualmente se constituye en una referencia obligada en la lucha continental de nuestros pueblos por hacer realidad la consigna que emergió del Foro de Sao Paulo en cuanto a que otro mundo es posible. Pero, cerremos filas también al lado de Correa, Ortega, Fidel, Cristina; del movimiento indigenista, de la Teología de la Liberación con Fernando Lugo, de los obreros, campesinos, estudiantes y pueblo en general que luchan por una América y un mundo de Paz, de Justicia, de Libertad y Democracia, los cuales se resumen en la propuesta del Socialismo del Siglo XXI y en la absoluta convicción de que frente al imperialismo y la oligarquía, el desafío es construir una patria para todos- lema del PPT-, o ¡no habrá patria para nadie¡

nelson.araujo@corpomaracaibo.net


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