Las resoluciones de las Naciones Unidas sobre Israel son más bien irresoluciones.
Una vez unos nazis enterraron a un judío hasta el cuello en un campo de concentración. Para divertirse, los simpáticos nacionalsocialistas le lanzaron un león. El judío, desesperado, mordió al león en un testículo. Los fascistas lo afrentaron:
--¡Judío sucio, tramposo! ¡Pelea limpio!
Unos sionistas enterraron a un palestino hasta el cuello en Gaza, etc.
No todo judío es sionista ni todo sionista es judío.
Sospechas: el ataque a Gaza crea un hecho cumplido a Obama. Y pasa la factura política a Bush, quien se llevará esta atrocidad a su tumba política, dejando a Obama ileso. De allí su oportuno silencio. Calla sobre Gaza diciendo que el Presidente aún es Bush, pero habla de economía. No tengo pruebas, pero, como diría Cabrujas, causa mala impresión.
Es perverso culpar al pueblo judío de los crímenes de Israel, como una pancarta que en la manifestación del 8 de enero en Caracas decía: “La culpa no es de los judíos sino de Hitler, que no terminó su trabajo”. Comete el mismo crimen que denuncia. Otros ignorantes repartían en esa manifestación un libro falaz y tramposo: Los protocolos de los sabios de Sion.
No es culpable el pueblo judío, primera víctima del sionismo, tanto como el pueblo estadounidense no lo es del imperialismo. La primera herida que sufren es el achatamiento de sus mentes para cometer sus crímenes. No es culpable el pueblo judío de que su sueño de Tierra Prometida haya sido instrumentalizado por el Imperialismo de Europa y los Estados Unidos.
“Las tres utopías del siglo XIX están cumplidas: los Estados Unidos, la Unión Soviética e Israel”. Así comenzaba años ha un artículo de Fernando Savater.
El intento de genocidio de palestinos no es un objetivo militar, sino el de correr las fronteras de lo tolerado por la humanidad expectante o indiferente. Dejarlo pasar es tragarse una situación cada vez más asquerosa. La lengua inglesa tiene dos recursos expresivos para esto: To push the envelope, 'extender los límites de lo posible' y to up (o raise) the ante, 'aumentar lo que está en juego en un conflicto'.
Algo está mal en dos de las tres religiones monoteístas: sus doctrinas no pueden impedir ni a Torquemada ni a Gaza. No encuentro ejemplos análogos en el islamismo, pues las acciones violentas que inspira en el presente son siempre defensivas, por erróneas que sean. Las Torres Gemelas son un hecho demasiado turbio que espero se aclare algún día.
En Venezuela esas tres religiones se respeten en paz. Es decir, los venezolanos, empezando por los feligreses, sabemos controlar esas religiones de un dios militar llamado en dos de ellas “el Dios de los Ejércitos”. Al menos “Alá es piadoso y apiadable”.
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