La banda de Milagros, los turquitos, los 3030 pueden más que los cuerpos policiales en Ciudad Guayana.

Unos de los problemas centrales de la revolución bolivariana es la llamada inseguridad, que no es otra que la descomposición moral y ética heredada de los gobiernos anteriores, fundamentalmente en los barrios, ahora bien ¿a quien favorece este estado de inseguridad y quien lo provoca?

La contrarrevolución mundial siempre se ha servido de los sectores lumpen que se forman en las barriadas populares, la falta de conciencia, la alienación social de los medios y la sociedad de consumo hacen una molotov bien explosiva para cualquier cambio social, hacen de este sector un grupo que vende su servicio por dinero, sin importarle a quién y el por qué, se convierten en mercenarios al mejor postor, de allí de esos sectores nacen los paramilitares colombianos, las bandas en Centro América.

Pero en momentos donde la revolución bolivariana da signos de grandes avances sociales, una de las formas más claras de debilitarla es la inseguridad, hecho este que crea un gran descontento en los sectores pobres que terminan creando una sociedad de cómplices, la clase media que por condición social lo que más aspira es seguridad se convierte en enemigo potencial de la revolución.

Para nadie es un secreto, que desde Colombia, la DEA y los sectores oligárquicos colombianos, unidos a los paramilitares y narcos, introducen toneladas de droga a territorio venezolano, una parte sale al exterior en busca de los mercados del norte y Europa, pero parte se queda en nuestro país, como forma de socavar la revolución bolivariana, esta droga entra también con armas de todos los calibres que unida al alcohol se unen para hacer de nuestras barriadas zonas de alta peligrosidad, aunado a la complicidad del sistema judicial.

No hace falta tener grandes unidades de inteligencia para saber donde están las bandas, quienes las componen, ya que en el barrio todos nos conocemos, permanentemente salen en los diversos medios de la derecha para criminalizar la revolución, los saldos de muertos que todos los fines de semana se dan en nuestra ciudad, pero más preocupante es como se aplica la ley.

Quienes vivimos en Ciudad Guayana, sabemos que permanentemente la prensa acusa a varias bandas, me atreveré a nombrar a las más reconocidas, las cuales gozan de la complicidad de los jueces, fiscales y de algunos organismos policiales:

- La temible banda de Milagros en la UD 145 y sus alrededores, esta cuenta con decenas de muertos, robos de carros y Milagros es una de la grandes distribuidoras de drogas en el estado,

- Los pitufos en el barrio 11 de abril, muertos, atracos y droga,

- Los 30 30 en Cristóbal Colon, crímenes, trafico de droga.

- Los turquitos UD150; crímenes, en su barriada, Las Piedritas tienen más de 5 ventas de drogas, estos se pelean con la Milagros el control de toda la parroquia Dalla Costa

- Los gochos en Unare.

- Los rápidos en UD103, especialistas en robo de autos

- La matica, la venta de droga más vieja de la ciudad, se encuentra a solo 100 metros del CICPC.

- Los gatos voladores en Francisco de Miranda, temible por sus fechorías.

Podría enumerar mas de 30 bandas, que cuentan con una red dentro del penal de Vista Hermosa donde se contratan los sicarios y la protección a las ventas de droga, que para nadie es un secreto, también es de reconocer que los gobiernos pasados antes de la revolución fueron blandengues con la delincuencia, hoy debemos reconocer la nueva gestión del Alcalde José Ramón López y su jefe policial comisario Saúl Cordero, quienes vienen tratando de acorralar la delincuencia en la ciudad.

La detención de varios peligrosos delincuentes así lo demuestran, nos alegró ver a mediados de la semana pasada la detención de Jean papito, el breco y otros peligrosos delincuentes de la banda de Milagros, el cual trajo tranquilidad por pocos días, ya que el dia lunes de esta semana fueron liberados por los fiscales y tribunal de la ciudad, es increíble luego de salir en la prensa y tv, con su alto prontuario, la acusación del comisario Cordero, hoy anda como pedro por su casa, estos hechos socavan la revolución bolivariana, ponen en duda al gobierno del presidente Chávez, este plan bien orquestado, hay que ponerle un parao.

Quien garantiza que la banda de Milagro no siga asesinando en la parroquia Dalla Costa, como hacemos para que nuestros barrios no sigan las sociedades de cómplices que se fortalecen por la impunidad del sistema de justicia.

Hasta cuando las banda de Milagros, los 3030, los pitufos, los gatos voladores, permanecen en libertad, quien le pone el cascabel al gato

Dr Juan Ramírez criminólogo

Jramirez22@gmail.com