Al filo 102

Quién busca una Operación Peter Pan para Venezuela

Leo, no sin rabia, que a una mujer venezolana, su ex esposo estadounidense le quito a su hijo, valiéndose de un costo juicio, imposible de pagar por la joven compatriota, a quien un abogado norteño, le pide veinte mil dólares para iniciar una apelación. Recuerdo que unas coterráneas en un país de Europa, relatan las penurias a las que son sometidas por sus esposos que se las llevaron del país con ml promesas afectivas y económicas, pero ahora las retienen con sus hijos, lejos de la tierra amada.

Escucho alarmado a una joven funcionaria pública que alerta sobre la publicidad subliminal que invita a las familias a enviar sus pequeños a un país “desarrollado”, aunque sea con algún conocido, padrino, familiar. Viene a mi mente una antigua conocida de la universidad que siempre andaba con sus “casal” de hijos, bellos, alegres. Luego me la encuentro. Varias veces. sin ellos, reflejada la tristeza en sus ojeras. ¿Y tus hijos? Y me responde con falsa alegría y fingida despreocupación que los mando a Estados Unidos a estudiar con “un primo de mi esposo. Allá van a estar mejor”. Semana a semana vi a aquella mujer hundiéndose en sus temores creados.

Releo el libro “Operación Peter Pan”. Inconcebible tanta crueldad por parte de quienes se llamaban “oposición cubana”, y menos aún por la Iglesia Católica. No puedo creer que con tantas barbaridades cometidas en dos mil años, en nombre de Dios, en el catolicismo existan, tan campantes, obispos y sacerdotes al servicio de las causas más monstruosas de la ultra derecha.

La desalmada operación Peter Pan, consistió en arrancar de sus hogares cubanos más de catorce mil niños, en una maniobra orquesta entre el Gobierno de Estados Unidos, los cubanos exiliados en ese país y la iglesia católica. Lo de Peter Pan, aludía a “niño voladores”. Se los llevaban con el apoyo de la extinta línea área Panam. Sucedió entre 1960 y 1963. En una primera fase se convenció a los padres y madres opuestos a la revolución que el gobierno “les quitaría sus niños”, por tanto lo mejor era ponerlos a salvo sacándolos del país. La promesa incluía un pronto reencuentro, en pocos meses. Esto no sucedió. Cientos de niños, se quedaron abandonados, huérfanos a pesar de tener padres. La Iglesia Católica los alojo en inhumanos orfanatos, donde padecían hambre y sufrían humillaciones y castigos. Luego fueron distribuidos por todo Estados Unidos. Hubo hermanitos que fueron separados para siempre.

Otra forma de terror usada para que las familias cedieran a que sus hijos salieran, fue la falsa especie de que el gobierno los enviaría a educarse en la Unión Soviética. Unas de las consignas que la oposición cubana utilizaba por diversos medios era “"Madres cubanas, no dejen que les quiten a sus hijos! El Gobierno Revolucionario se los quitará a ustedes cuando cumplan cinco años y los retendrá hasta que tengan 18.". Muchas familias ubicadas en los sectores medios fueron victimas de este engaño que buscaba crear tensiones contra el naciente gobierno socialista. Lamentablemente pagarían por su ignorancia el alto costo de perder hijos e hijas, y que estos infantes quedaran desarraigados y traumados de por vida.

El cinismo de aquella campaña de terror psicológico era tal, que a los niños que llegaban a Estados Unidos por esta operación se les daban lecturas y hacían ver documentales en los que les decía que la culpa de que no volvieran a encontrarse con sus padres era de Fidel Castro. Todo era permitido, en nombre del anticomunismo.

Desde 2001, cuando se aprobó el Decreto 1011 y luego en el 2007 con la discusión del proyecto de Ley de Educación y el Curriculum Bolivariano en Venezuela, con descomunal descaro comunicacional, y con apoyo de voceros de la jerarquía católica, se propaga la irracionalidad de que el gobierno venezolano quiere apoderarse de los niños y niñas, es decir, que la “Patria Potestad” sería exclusiva del gobierno. Que tamaña mentira. Pero hay gente que como en la Cuba de 1960, se la cree, y hasta marcha con consignas como “con mis hijos no te metas”.

Todo es parte de la guerra global contra la Revolución Bolivariana. En Venezuela, la educación volvió a ser prioridad, nuestros niños y niñas tienen educación integral y gratuita, junto con su familia son parte de una Venezuela en crecimiento. Esta es tierra a la que nos debemos, la de nuestros ancestros, abuelos, padres, hijos e hijas. Voy que corto.


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Reinaldo Bolívar

Investigador, fundador del Centro de Saberes Africanos, vicecanciller para África

 reibol@gmail.com      @BolivarReinaldo

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