Las universidades venezolanas prosiguen dándole tijerazos a su presupuesto. Ellos, los científicos universitarios nunca han colaborado con proyectos para industrializar el país o darle un mejor paisajismo. Cada día, le exigen más dinero al Estado, pero, sus implicaciones en situaciones políticas han sido fuertes. Sus rectores aseguran, que, las reformas y mejoras de los edificios de aulas, tanto físicas como tecnológicas se han comido una parte del presupuesto. De allí que sus ajustes resultan ser necesarios.
Estos abusos de descontrol económico deben ser sancionados y el Consejo Superior de Universidades esta obligado a ejecutar las correcciones necesarias. En años anteriores, las universidades cumplieron su objetivo en darle un pulso creciente a las actividades adversas al seno mismo de la universidad Hay que preguntarse que hacen los dirigentes políticos con el presupuesto universitario.
Sin embargo, La Universidad Bolivariana de Venezuela en su apoyo a Misión Sucre y otros tecnológicos, viene impulsando áreas de pleno desarrollo a la base gerencial del país en el campo Tecnológico.
Se deben revisar los programas universitarios, porque persiguen sus propios objetivos políticos mediante el esfuerzo de quienes han querido politizarla para consagrar en sus aulas, el mediátismo. La permanecía de alumnos repitientes aflora un nivel académico deprimente. Donde hay motivaciones antagónicas para liderizar la supuesta cúpula universitaria. Solo se, debemos eliminar las luchas intestinas en nuestra casa de estudio superior.
Se debe averiguar y plantear, quién dice la verdad. La Iglesia viene atizando a los estudiantes para que paralicen su gesta estudiantil. Lo importante es recuperar el academismo y, avanzar hacia un programa unitario que sirva de apoyo a otros jóvenes, que, no están adaptados a la realidad.
Es urgente desarrollar y cultivar una academia del discurso político, para, darle luminosidad a nuestros pensamientos y, de una vez lograr los cambios necesarios junto a la reforma universitaria. No es una tarea fácil de emprender.
Los estudiantes desean derrotar las dificultades que recurrentemente se sucede en su núcleo de enseñanza y, que, la prueba interna y académica sean ya eliminas en el diseño curricular universitario En este sentido, el gobierno bolivariano de Venezuela, sí debe proveer recursos a la UBV y Misión Sucre, como los tecnológicos que si le aportan frutos al país. Otras universidades se han prestado al juego ideológico, socavando las bases del patriotismo y la solvencia de un pueblo que lucha por su libertad cultural.
Los jóvenes del país exigen una respuesta adecuada sobre el cupo estudiantil y los trabajadores universitarios desean conocer el verdadero status de su mundo laboral. Es necesario escuchar las partes, pero, es el momento que nos aboquemos a un nuevo reglamento que active y regule la vida de nuestras universidades y refleje un presupuesto ajustado a la realidad.
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