1. EL TUFO
No estamos en Dinamarca, pero algo no está oliendo bien en Caracas (y en Venezuela en general) con los “coloridos” jóvenes estudiantes de la derecha política. Y digo “colorido” con intencionalidad, primero, para denotar los conocidos colores que escogen para enarbolar sus protestas y, segundo, para connotar sobre tierra propia las operaciones desarrolladas en otras latitudes para desestabilizar y defenestrar “dictadores”, conocidas como “revolución de colores”.
Aunque hay que reconocer que la palabra “colorido” es excesiva considerando que, desde que los estudiantes adversos al gobierno de Hugo Chávez han intentado “deponerlo”, sólo han utilizado el negro y el blanco; el primero cuando se adosaron como franquicia de protesta a la denominada “sociedad civil”, por allá en sus inicios, cercanos al golpe de abril de 2002, cuando el “luto activo”; y el segundo, de más reciente fecha (aunque de nefasta historia polítia en el país), cuando la evolución de su actividad conspiradora dio por llamarlos “Manos Blancas por Venezuela”, coloquialmente conocidos como los ”manitas blancas”.
La palabra “deponer”, por su parte, se dirá que no es excesiva en tanto es público y notorio que la dirigencia estudiantil que actualmente se despliega en el país, concitando huelgas y proponiendo algunos reclamos, ha dejado claro que su propósito es propiciar la renuncia del “tirano” o “dictador” que es Hugo Chávez, preparando las condiciones en el ámbito nacional para una suerte de día final, de intensa desestabilización, de insostenibilidad gubernamental, llamado “Día D”, con seguridad para la hora coyuntural de elecciones del año entrante.
El propósito, de todos modos, es corroborado por dos situaciones, a saber, la actitud de reclamo misma que esbozan ─a la mar de fementida─ para proponer reivindicaciones respecto de un sistema de educación que mundial e institucionalmente ha sido certificado en sus logros como progresista, acorde con las metas de un milenio que finaliza o comienza, como quiera que se vea; y la reivindicación en sí misma, cínicamente política por un lado, como cuando exigen la libertad de unos delincuentes políticos, y descaradamente insostenible por el otro, como cuando exigen mayor presupuesto para las universidades y mejoras en general para los estudiantes. La tinta no se derramará acá trayendo a colación estadísticas o demostraciones para probar o desmentir el aserto dado que, por una parte, resultará inútil esbozarlas ante quien las soterraría y, por la otra, es de fácil comprobación en la realidad nacional. Dígase apenas que la matricula estudiantil nacional y en general se ha incrementado significativamente durante la presente gestión de gobierno y ello por sí supone un lógico incremento y mejora de coberturas y condiciones.
No hay, pues, argumentación verosímil desde el punto de vista de una honesta reivindicación que justifique el accionar de los jóvenes estudiantes que protestan del modo como lo hacen, espectacularmente, mediante marchas con fuerte apoyo mediático y repercusión internacional, o mediante huelgas de hambre (falsas o ciertas) o sea ya a través de actos truculentos como el de coserse los labios ante una cámara de televisión. A no dudar, más allá de la ausencia de bases justificatorias, el objetivo es generar una eventualidad por generarla, en la confianza de que con su propia espectacularidad nadie notará las deficiencias causales. El despliegue mediático, la repercusión internacional y la dramática situación de unos jóvenes a punto de muerte, tienen necesariamente que enviar el mensaje de que en Venezuela se viven consecuentes situaciones lamentables de un bárbaro modelo político que se implementa, no prestándosele atención a si las originarias causales de semejante puesta en escena constituyan una farsa. Cuando hay un incendio, la atención mira las llamas y lo que se puede quemar, y nadie andará por allí preguntándose científicamente qué es un punto de ignición.
Importa generar el escándalo,
mismo que se trabaja con intenso maquillaje para atraer la atención
sobre sus efectos, sus luces amarillistas proyectadas, las aéreas interpretaciones
sobre su alarma, tapando la verdad con fintas, remilgos y aspavientos
tecnológicos de la psicología de la distracción humana. Tal punto
reviste una importancia fundamental en el contexto político mundial
presente cuando las potencias imperiales imponen el engaño a la opinión
pública (ardid característico de la nueva guerra, llamada de cuarta
generación) para posibilitar intervenciones sobre países o áreas
estratégicos del planeta. Si un país tiene interés estratégico en
atención a sus recursos naturales o posición geográfica, debe, por
consiguiente, tener internamente una fuerte oposición, tanto que linde
con la división nacional. Ello comporta el ejercicio del maquiavélico
aserto “divide para gobernar”, facilitador político para la eventual
intervención armada e institucional (ONU, OEA, OTAN), con las conocidas
consecuencias de pisoteo soberano y arrebato territorial. Nunca como
ahora un ídolo de pies de barro (la mentira) ha sido tan poderoso.
2. EL CUERPO PUTREFACTO: ESTUDIANTES AL DESCUBIERTO
La investigadora y abogada Eva Golinger lleva ya años explicando la mecánica de esa “revolución de colores” y su “golpe suave”.¹ Dígase que lo del color viene a cuento por la asunción del color distintivo que cada grupo político escoge en su país para oponerse a un régimen de gobierno tildado de “autoritario” o “dictatorial”, sin importar que lo sea en verdad (aunque lo demuestre con la práctica electoral y democrática), como es el caso del gobierno de Hugo Chávez (más de una decena de elecciones), a quien los estudiantes y varias ONGs han convertido en el blanco de sus operaciones desde la época del referéndum para reformar la Constitución.
El “golpe suave”, por su parte, viene a cuento por su “intento de debilitar y desorganizar los pilares del poder (el estado y las fuerzas laborales) y neutralizar las fuerzas de seguridad, siempre en el contexto de un proceso electoral”,² de tal modo que cuando toque a las fuerzas de seguridad actuar necesariamente para mantener el orden público sean catalogadas como represoras y violadoras de los derechos humanos. Y entonces vendrá lo que se sabe vendrá, la intervención de los factores exógenos, verdaderos autores intelectuales de las operaciones encubiertas y revueltas dentro de los países. Llegarán para tomar su porción, esto es, para cobrarle a la oposición eventualmente triunfante el favor de haberla sostenido económicamente y haberle hecho el juego de inadvertir la ilegitimidad de sus operaciones.
La “toma” del poder sería el pago para quienes ─“triunfantes”, repito este laurel─ se dispongan a administrar la cosa pública bajo los auspicios de otra óptica, por lo general de vasallaje y entrega al extranjero. En palabras más directas: se trata de un trueque: los locales toman el poder para hacer y deshacer en función de fortunas personales y los extranjeros toman el petróleo, pero barato si lo compran...
Para estos efectos, los jóvenes “manitos blancas” o “en luto activo”, como quiera se vea, operan bajo la camuflada coordinación y financiamiento de sus innombrables mentores (USAID, NED, banqueros prófugos, gobernadores de oposición, universidades), distribuidos en las principales ciudades del país: Dtto. Capital, Carabobo, Zulia, Bolívar. Trabajan intensamente, prácticamente sin estudiar, agitando políticamente el país sin por ello perder su condición dígase académica, buscando desencadenar la inestabilidad con sus acciones. Baluartes en su imaginación aguijonean su entusiasmo y esfuerzo, como los otrora estudiantes Nixon Moreno (graduado sin cumplir con los últimos trámites de la carrera) y Yon Goicoechea, premiado con 500 mil dólares desde el extranjero por su papel en el calentamiento estudiantil de la calle en el 2007; y presumen que, similarmente, serán compensados por quienes los aúpan, empezando por las mismas universidades (especialmente privadas), que se hacen de la vista gorda ante sus desmanes, y por los medios de comunicación, quienes les suministran al menos una breve inyección contra el anonimato.
La investigadora ha identificado tanto el proceso de captación de voluntades estudiantiles para los fines dichos como a los actores y promotores, con sus nombres y apellidos. Grosso modo, esta es una interpretación esquemática y cronológica de sus hallazgos:
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Como se puede observar, ya interpretando fuera del criterio de Eva Golinger, dos camadas “generacionales” de esta dirigencia estudiantil se pueden aislar en el lapso de nueve años: la primera, fundacional, con Yon Goicoechea al frente y la creación de la Universidad CATO (2003-8); la segunda (2008 en adelante), ya bajo el patrocinio de la primera, pero siempre bajo los lineamientos de globalizante organización de una resistencia mundial en contra de gobiernos incómodos o insubordinados al modelo neoliberal, especialmente si son custodios de ingentes riquezas naturales o sus países encarnan un valor geoestratégico importante para alimentar el juego de conquista del planetaria de las grandes potencias.
Se podría decir, más ilustrativamente, que después de Yon Goicoechea la vaca lechera de las protestas políticas estudiantiles en Venezuela empezó a producir su lácteo propio, contando oficialmente con un centro ideológico de adiestramiento que eventualmente podría sortear o camuflar los problemas de financiamiento y orientación ideológica procedentes del extranjero.
Nótese que el accionar sobre las voluntades estudiantiles ha sido un hecho constante y sostenido desde el año 2003 y que no se esconde a la lógica que habrá que esperar el fruto de la segunda camada, de difícil contención. Se trabaja para progresivamente minar el año en curso y propiciar una situación explosiva durante las elecciones del año 2.012, si no antes, a émulo y coyuntura de lo que actualmente está ocurriendo en el norte de África y Medio Oriente. Las redes sociales y los medios de comunicación se han organizado para canalizar pasiones y deformar realidades, propiciando hechos esperados por los gestores externos de la intervención militar y política. En general, recorre el mundo con rango de oficialidad la versión noticiosa de que “dictadores” y “violadores” de los derechos humanos han sido defenestrados del poder por su propio pueblo.
La lista triunfal de la Revolución de colores (que es para derrocar “dictadores”, como se dijo) parece pedir a gritos la cabeza de Hugo Chávez, tanto más cuanto el apoyo popular de este presidente constituyó un serio revés para la conspiración en su contra en el 2007. Resáltese, además, para redondear, que la llamada resistencia juvenil yugoeslava (OTPOR) que derrocó a Slobodan Milosevic (de donde parece arrancar este coloridísimo fenómeno) asesora en Venezuela desde el año 2005 (véase cuadro arriba). Y dígase que, después de lo del mismo Milosevic en Yugoslavia, de la Revolución de las rosas (Georgia, 2003), Revolución Naranja (Ucrania, 2004), Revolución de los tulipanes (Kirguistán, 2005), Revolución del cedro (Líbano, 2005), Revolución de los jazmines (Túnez, 2010), la de Venezuela tendría que llamarse Revolución de las manos blancas, pretendidamente para el venidero año.
Y no se tiene que escapar al análisis
la construcción conceptual de este fenómeno, aparentemente imbatible
en su implementación, con record ya de 6 gobiernos derrocados en una
década, además de otros 5 fallidos intentos (Revolución blanca, azafrán,
verde, Twitter): la palabra estudiante (como mujer, niño, rosa, paz,
etc.) pertenece al paradigma de los blanco, limpio, tierno, indefenso,
progresista, humano, en oposición a los estigmatizados negro, sucio,
bruto, agresor, bárbaro e inhumano, respectivamente. Poco pueden hacer
las fuerzas del orden público (si es que lo hacen) cuando para poner
orden en un país deben proceder contra una protesta de estudiantes,
mujeres (mejor, si encintas), niños o cualquier otro representante
conceptual e histórico de la desvalidez humana. Nada más abominablemente
opuesto a tales conceptos que la figura de un déspota, tirano, dictador,
sátrapa, etc. En consecuencia, gobierno que adelante un paso en esto
será catalogado como “represor”, además de los otros adjetivos
mencionados, y estará precipitando el paso subsiguiente que acecha
desde el extranjero: esa suerte de espada de Damocles que son las potencias
colonialistas y su parafernalia institucional (OEA, ONU, OTAN) para
la intervención militar en nombre de la libertad y la democracia, en
rescate de los oprimidos (caso Libia), endiabladamente soterrando el
propósito fundamental de sus operaciones, que no es más que el expolio
y el pillaje (petróleo, agua, vegetación, tierras, esclavos).
3. FIESTA DE ZAMUROS: 2011, PLAN 2012
A este respecto, se hace de obligatoria mención la llamada “fiesta mexicana”, foro celebrado en México entre el 28 de octubre y el 1 de noviembre de 2010 con el propósito de debatir los lineamientos de una lucha “no violenta” contra el gobierno de Hugo Chávez, coordinando en el accionar a universidades, liceos, colegios, etc. El plan es “parir” un Día D, de tal agitación desestabilizante que obligue al “tirano” a renunciar, si claro se está ya sobre cuál es el propósito final de un golpe o revolución colorida. Como dijimos, por ahí para el año 2.012 o antes.
Rápidamente se comprueba que este “Plan 2012” (así denominado operativamente) ha dado los siguientes pasos:
- Marcha en Valencia, 19 de marzo.
- Operaciones en el sur del país, 26 de marzo (hoy están en el estado Bolívar, frente al Palacio de Justicia).
- La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) enviaría entre el 21 y 25 de marzo de 2011 una comisión a Sao Paulo, Brasil, para iniciar una “Hora Cero” después de una reunión final el 31 de marzo, con el aval de la Confederación de Educadores Americanos, en caso de que el gobierno no satisfaga sus requerimientos contractuales.
- “Hora Cero” de Fapuv, 4 de abril.³
El plan repite los consabidos nombres de Yon Goicoechea y Roderick Navarro (ex estudiante UCV), e involucra a la UCAB (David Smolansky), al IESA (Instituto de Estudios Superiores Administrativos) y a una organización juvenil llamada LIDERA (Manuela Bolívar).
Finalícese diciendo que el propósito
táctico (para apoyar el objetivo estratégico de salir de Chávez en
el 2012) es generar un estallido social.
4. ¿CAZADORES DE ZAMUROS O FUTUROS CUERPOS PARA LA DESCOMPOSICIÓN?
Para seguir con la reflexión inicial sobre los olores, dígase que Venezuela huele a perfume de hidrocarburos, para las apetencias olfativas tanto de los perros de la guerra como de los que del petróleo en el mundo dependen. Pudiera decirse que el olor a petróleo es como un olor a sangre para un depredador hambriento, peor si puesto en el telón de la supervivencia en un histórico momento en que sus reservas mundiales declinan, con el peligro de arrastrar en su debacle el pilar de los poderes establecidos en el mundo. (Cosa que, sin duda, no ocurrirá: el drama de la escasez petrolera, más allá de las mencionadas revoluciones de colores como vía para obtenerlo, lo que ha hecho es exacerbar un ánimo beligerante en general como vía expedita de apropiación).
Pero pudiera oler mal el país más allá de unos estudiantes manipulados desde el extranjero. Es decir, el gobierno, la Revolución bolivariana, en tanto ya quedó en evidencia con lo de Libia que las potencias industrializadas dependientes del petróleo poco paran en moralidades para acometer pillajes. Lo único que requieren es una oposición que embochinche suficientemente el país para proceder con el plan siguiente de sitiarlo o defenestrarle su gobierno. Y como expuesto quedó, en Venezuela se ha hecho casi con impunidad un trabajo de ensamblaje opositor contranacional tierra adentro.
El movimiento estudiantil “manos blancas” está más sólido y ensamblado que nunca, envalentonado con los eventos actuales del Medio Oriente y norte de África, logísticamente con el apoyo de los innombrables (por lo inmoral) intereses extranjeros. Ha habido una siembra impune en el país con miras a la ansiada explosión de colores.
Ha pecado el gobierno de inactivo, de indiligente, volcado a la nobleza de propósitos humanísticos. Ha dejado crecer el cachorro de elefante blanco que son los estudiantes al día hoy, y que están dispuestos a empujar su “blancura” contra el cerco de Miraflores. Ha dejado de ejercer la defensa, la inteligencia de Estado, que también son valores humanos practicables (políticos en este caso), más allá de la inocencia o el altruismo, si para sobrevivir perfectamente justificables. La supervivencia (como no tienen tapujos en demostrarlo las potencias aliadas con su pillaje mundial presente) no pide permiso para vivir, procura la vida; y es imperdonable no se invoque cuando, habiendo arrestos para hacerlo con moralidad, se deje pasar la oportunidad. (En este sentido (defensivo), si bien es importante, no parece suficiente la sanción de la ley que impide el financiamiento extranjero a franquicias políticas si no se acompaña con un trabajo ofensivo de supervisión).
El Gobierno bolivariano ha perdonado, ha llamado a conciliación, ha indultado, ha cedido inimaginablemente como ningún otro llevado por grandes sueños de humanidad y humanismo, pero al parecer al mismo tiempo no dejó nunca de pecar como ingenuo, a pesar de saber a ciencia cierta cómo paga de ingrata la derecha política venezolana desde el golpe de Estado de 2002 (al llamado de reconciliación de Chávez pagaron con paro petrolero). Mientras dejó pasar y hacer en honra caballerosa para con el adverso, éste nunca cejó en buscarle la vuelta a la desestabilización, como históricamente se corresponde con el perfil contraético de este filón de la fenomenología política.
Sin embargo los avances de este sector opositor con su Revolución Manos Blancas por Venezuela, dígase que allí en Miraflores está el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, con un apoyo popular superior al 50%, siempre con la capacidad para la reacción y rectificación. Confíese en lo que él mismo dice como estratega político, que no se debe infravalorar al adversario por más brinza de paja que parezca en el viento. Y ha de ser así, porque detrás de una sencilla hoja de roble asomada por la ventana estará siempre sugerida la mole del tallo que la soporta.
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Notas:
¹ Eva Golinger: “Huelguistas de Venezuela: Made en [sic] USA” [en línea]. En Centro de Alerta para la Defensa de los Pueblos. – 18 Feb. 2011. - [Pantallas 5-9]. - http://www.centrodealerta.org/?p=898. - [Consulta: 31 Mar. 2011]
² Op. Cit., [pantalla 4].
³ “Informe Plan 2012” en A Las Verdades de Miguel. - (2011) Mar. 31; p. 7-9.
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