Un tratado sobre la Educación (Con E Mayúscula)

Si existiera una publicación basada en las experiencias y estudios de algunos profesionales en pedagogía, sociología, filosofía, teología, psicología, psiquiatría y cualquier otra ciencia afín, en donde se pudiera conseguir las recomendaciones sobre la educación que en el hogar se debe impartir a los niños, desde que nacen hasta que cumplan los 12 años, ello constituiría la clave para que los padres se guiara en lo más esencial que tiene la vida. Educar. Se sabe, se conoce que los primeros años de vida del ser humano son fundamentales para dejar en la conciencia de éstos una buena formación sobre la conducta que deben observar en la sociedad, y aquí la importancia que tendría tal publicación. El gobierno bolivariano de Venezuela debería editar tal guía y obsequiarla a todas las parturientas, con la finalidad de que la estudien para que se preparen en la crianza de su hijo.

Tales ediciones deberá hacerse en escritura sencilla, amena y también contener algunos gráficos motivadores para que así todas las madres, y padres, las puedan leer, las entiendan y apliquen sus recomendaciones en la crianza de su niña o niño. Estos manuales deberán contener un capítulo sobre el comportamiento que deben guardar los padres cuando estén ante sus niños. La literatura impresa en los manuales dirigidos a los padres con la finalidad de que se preparen y se capaciten para tratar con los niños, deben estar divididos en capítulos identificados de esta o similar manera: Educación de niños de 0 a 1 año. Niños de 1 a 2 años. Niños de 2 a 3 años y así sucesivamente hasta llegar a los 12 años. Ya que a un niño de 13 años de edad debe considerarse que no tiene más nada que aprender sobre el comportamiento y buenas costumbre, puesto que si el niño a esa edad no ha asimilado completamente el modo de conducta que debe guardar con las demás personas de su entorno, es muy difícil, por no decir imposible, se logre asimile y ponga en práctica una dosis más en mejorar su conducta. Si, un niño de 13 años que no esté íntegramente formado moralmente, que no sepa identificar lo bueno de lo malo, que no tenga un algo en su interior que le impida realizar una mala acción, no logrará cambiar así lo hagan estudiar, instruirse, en un colegio de monjas, de curas o de sabios, no, ese ser si ya tiene bien desarrollado el odio, la maldad y la envidia, esos malos sentimientos poco a poco lo irá manifestando en sus actos y les provocará gozo, emoción y un disfrute íntimo; y entonces se dedicará a robar, dañar un bien material, dañar a las personas con las palabras y por último causarles daño físicamente.

Usted se ha preguntado el por qué un hombre ejerce la pedofilia, la crueldad, es abusador o es asesino, usted se ha puesto a analizar cual es el problema de fondo. Acaso no es verdad que desde el más sencillo o profundo análisis que de estos temas se haga siempre la conclusión es que lo que hace falta para evitar todas estas monstruosidades es la educación en la gente. Usted se ha preguntado cual es esa educación, observe como muchas personalidades se confunden y cuando hablan de educación, en realidad se refieren a la instrucción del individuo, eso es una equivocación, solo la instrucción no sirve para evitar el vandalismo que impera en esta sociedad.

Entendamos que la instrucción no tiene nada que ver con el concepto de educación; aquí en Venezuela se ha visto mucha gente bien instruida y muy poco o nada educada. La educación viene del corazón, viene del alma, mientras que la instrucción viene de la mente, viene del conocimiento práctico de una profesión arte u oficio. Un individuo que posea buenos sentimientos y que esté bien instruido es necesariamente un buen ciudadano, pero un individuo por más instruido que sea pero posea malos sentimientos, necesariamente no es un buen ciudadano, es más, será para siempre un mal ciudadano. Es vital para la República buscar un mejor futuro para sus nacionales, por lo tanto el gobierno de inmediato debe poner a trabajar un equipo interdisciplinario en el área de la educación, con la finalidad de que aporten sus ideas de cómo los padres deben guiar a sus niños, que metodología establecer, como reaccionar ante una conducta extraña de los niños y finalmente, a donde acudir cuando se note algo anormal en el comportamiento de sus pequeños hijos.

 



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José M. Ameliach N.


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