Constituyente y universidad

La universidad, en tanto que institución representativa del Estado-Nación, probablemente se comportará como un actor social significativo en el nuevo proceso constituyente en los días y meses por venir. A favor y en contra. Ah, junto a que se ha entrado a la discusión de la III Convención Colectiva de los Trabajadores Universitarios de Venezuela (IIICCU, 2017), cuestión que sido opacado por las acciones "heroicas de los gladiadores de la libertad" que escudos en mano, cual cruzados medievales se baten en desigual combate, dizque motejan algunos enfebrecidos a esas huestes mercenarias.

En breve, se han montado unas tales mesas de negociación: gremios tradicionales y sindicatos emergentes con el Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social del Trabajo y Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, donde primero dominaron los compañeros de la FTUV y dizque últimamente aceptaron con todos sus derechos a la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela, Fapuv, cuya experticia acumulada en años y su capital intelectual es más que respetable. Pero cada cual acudirá con su respectivo proyecto. Juntos pero no revueltos.

Así, pronto los profesores universitarios se unirán a las protestas callejeras. Claro, con togas y birretes pedirán al menos seis salarios mínimos como base de la discusión; además blandirán los tres, cuatro o cinco títulos con los que cuenten para alcanzar el respectivo escalafón. Sobre todo si son opositores, que son casi todos. Porque los chavistas no habrán de sudar los aumentos, se conformarán con lo que Maduro tenga a bien ofrecer, consientes que hay que pagar la deuda externa y un barril de petróleo a 40 dólares promedio, además dizque como Telémaco Figueroa, de la Ftuv no vive de su estipendio universitario, no sabe lo que es ganar dos salarios mínimos . Ese nuevo conflicto se avecina: constituyente universitaria y IIICCU 2017, son parte de la agenda que la coyuntura actual impone.

Aunque su incidencia, en uno y otro aspecto, vaya a ser menor, suponemos. Ello porque, siendo sinceros, aquí en Venezuela a muy pocos dentro del chavismo y la oposición les importa la universidad. De lo contrario estuvieran como está. Precaria y su talento humano desmejorado en su calidad de vida, siendo tan valioso como responsable de los procesos pedagógicos de calidad, que es innegable se desarrollan en las universidades autónomas, experimentales tradicionales, alguna experimental de nuevo tipo y de tipo privada.

Si no fuera así sus egresados no fueran recibidos tan bien en los países a donde está lamentablemente emigrando sus nuevas juventudes, de donde se tiene que la universidad en Venezuela actual debe ser repensada, rescatar sus antiguas glorias y responder a los nuevos desafíos.

En fin, como lo que está en juego en esta convocatoria a la constituyente viene a ser la transformación del Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico (artículo 347, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999), la universidad se verá involucrada en tal aspecto. ¿Será reelaborado el artículo 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? ¿Qué se expurgará? ¿Tendrá algún renglón, frase, palabra o coma qué expurgar? ¿Qué discutir y/o agregar a las nociones de autonomía universitaria? ¿Una nueva jerarquía en la escala de principios sobre la autonomía de cátedra, normas de gobierno, funcionamiento y administración de los recursos? ¿Se agregará algún otro encargo social además de las tradicionales de docencia, investigación y extensión, como la de producción a estas corporaciones educativas?

Por otra parte, es innegable que las corporaciones educativas universitarias han contribuido de manera notoria a la modernización de Venezuela y son expresión de las élites culturales, ¿cuál entonces será su nuevo papel ahora en la llamada transmodernidad si recordamos la categoría que usa en La sonrisa de Saturno Rosa María Rodríguez Magda a lo que otros denominan postmodernidad, su pensamiento débil, razón dialogante y trans y multidisciplinariedad?

Por cierto, y cosa curiosa, ya está en puertas la transformación de la Constitución de 1999, cuyo texto oficial es de la Gaceta Oficial N° 5453 Extraordinaria del 24-3-2000, donde según el testimonio de un miembro de aquella Asamblea Nacional Constituyente, fue una ardua tarea la inserción del ya citado artículo 109 sobre la autonomía universitaria. Sin embargo, desde entonces y con excepción del fallido esfuerzo del año 2010, en Venezuela no ha sido posible contar con una nueva Ley de Universidades y su Reglamento; sigue vigente la Ley de Universidades emanada de la gaceta Oficial N° 1.429 Extraordinario del 8 de septiembre de 1970, N° 28.262 del 27 de febrero de 1967.

Ese rezago probablemente hable claramente y a su modo de lo poco que se ha impulsado la constituyente universitaria y de cómo la revolución bolivariana no ha logrado acumular fuerzas democráticas en los recintos universitarios, como si en algunas negociaciones hayan optado por dejarles ese reducto a los sectores de la oposición política. La susodicha transformación universitaria poco ha cuajado tanto en las autónomas como en las experimentales tradicionales y quién sabe si tampoco o no como se debía en las universidades experimentales de nuevo tipo, alma mater, territoriales y misión sucre, donde no hay autonomía para darse sus formas de gobierno. Ese es el debate y la discusión que se abre.

 



 



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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