El Instituto Universitario Politécnico José Antonio Anzoátegui, de la localidad de Pariaguán, estado Anzoátegui, está cobrando a cada bachiller graduando la bicoca de DUECINUEVE MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 19.000.000,oo), por el concepto de aranceles de grado.
Esto representa un exabrupto y deja muchas sospechas acerca del destino de esos fondos, que sumados a una cohorte de setenta o cien graduandos representa una cuantiosa fortuna. Sin embargo, los bachilleres afectados y sus padres se hacen la siguiente pregunta: ¿Es legal el cobro de esa fortuna? Una simple comparación deja boquiabierto a cualquiera. La Universidad de Oriente cobra por esos mismos aranceles la módica cantidad de UN MILLÓN QUINIENTOS MIL BOLÍVARES (Bs. 1.500.000,oo). Por lo demás, no se equipara la calidad educativa de la UDO respecto a la del IUTJAA, institución ésta subvencionada totalmente por el gobierno revolucionario, con supuestos ideales revolucionarios, y cargada de ideología socialista en su pensum de estudio.
Me pregunto como profesor jubilado de la Universidad de Oriente, los siguiente: ¿Por qué la UDO, como universidad adeca, opositora al gobierno, cobra sólo millón y medio de aranceles; y el IUTJAA, como universidad revolucionaria, chavista, cobra diecinueve millones? Urge que el Ministro de Educación Superior investigue este exabrupto arancelario. Demás está decir, que el Paquete de Grado representa otro gasto aparte, que sumado al gasto personal de los graduandos en vestidos propios para la ocasión, y de sus familiares, resulta impagable para la gente humilde (lo padres y alumnos humildes) que asiste a este tipo de evento "académico".
Si el IUTJAA está haciendo negocio con su próxima graduación del mes de julio de 2018, las máximas autoridades universitarias del gobierno nacional deben tomar medidas urgentes al respecto. Si por el contrario existe alguna normativa que ignoremos para justificar este exabrupto arancelario, que esas mismas autoridades ministeriales las hagan públicas. No otra es la urgencia de esta noticia, y no otra es la esperanza de todos los padres afectados por esta delicada situación.
Señor Ministro, usted tiene la palabra. Investigue y actúe.
