Cuento o Razón

La independencia se logró a pie y a caballo

El perro Pipo corrió hacia el portón y empezó a ladrar fuertemente, como advirtiendo cierto peligro y por eso el periodista Juancho Marcano, al oír los ladridos, salió rápidamente de la casa y se acercó a donde estaba el perro y observó a un motorizado parado cerca de la mata de mango que está al frente de la vivienda, quien al ver a Juancho arrancó su máquina y se fue velozmente.

Los gatos Rocky y Rockyta observaban como asustados la actitud de Pipo, pero al ver a Juancho, siguieron sus jugarretas, divirtiéndose muy contentos, sin sospechar lo que está pasando en el mundo.

Mientras tanto Juancho y Pipo, caminaron hacia el garaje y ahí el periodista tomó asiento y el can se echó cerca de él, y aprovechó para preguntarle.

- ¿Juancho qué es la batalla de Carabobo, de la cual se habla muchos en estos días?

- Para empezar, Pipo, te voy a decir que una batalla es una contienda donde se enfrentan dos bandos que persiguen un objetivo. En esa pelea el ejército que comandaba Simón Bolívar, buscaba la independencia de Venezuela y la logró contra la tropa del imperio español, que nos había dominado y explotado por varios siglos. Pero ahí en Carabobo, se había decidido que, después de tanta lucha, sangre y muerte de muchos patriotas, durante años, había que echar de una vez aquellos españoles que habían venido a cometer aquí atrocidades. Por eso al mando del libertador Simón Bolívar, se nuclearon los patriotas y hasta el sitio de la contienda llegaron nuestros soldados de varios puntos del país, bien a pie o a caballos, pero con la firme creencia de que ahí había llegado la hora final de aquel imperio que pretendía seguir robando y explotando nuestras riquezas. Y después de varias horas de combate, el triunfo fue de los patriotas y esa batalla nos dio la independencia como país, que hoy más que nunca nos alumbra como un sol.

Pipo, escuchó con mucha atención al periodista, no entendió mucho, pero acentuó con su cabeza, con la intención de no seguir preguntando. Por eso, se dirigió al envase que tenía el agua, tomó y se echó a pensar sobre su vida.



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Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

 emalaverg@gmail.com      @Malavermillo

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