El Instituto Cato de Washington ha otorgado el premio Milton Friedman al estudiante venezolano Yon Goicoechea. El galardón, que se concede cada dos años y está dotado de 500.000 dólares, será entregado al estudiante de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) el próximo 15 de mayo en una cena de gala en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York.
Goicoechea, con 23 años, es la persona más joven que se ha hecho con este premio que se creó en 2002 y que lleva el nombre del Premio Nobel de Economía de 1976, el estadounidense ultraliberal Milton Friedman. A diferencia de otros galardonados anteriormente, como el economista británico Peter Bauer, premiado en 2002, el economista peruano Hernando de Soto (2004) o el ex primer ministro de Estonia Mart Laar (2006), al joven venezolano no se le conoce trayectoria intelectual ninguna más allá de asistir –se supone- a sus clases de derecho en la exclusiva universidad privada católica. Sus referencias en google se limitan a entrevistas en los grandes medios opositores a Chávez y vídeos en youtube.
Este estudiante venezolano se ha significado por participar en las movilizaciones contra el gobierno de Hugo Chávez, primero por la no renovación del canal RCTV y posteriormente contra la reforma constitucional.
Goicochea tiene entre sus más reciente y brillante declaración, la realizada el pasado 15 de abril en la madrileña Casa de América, cuando afirmó que el pasado año “hubo catorce mil muertos por violencia en Venezuela, más que en la guerra de Iraq” [1] . Según la revista The Lancet, en septiembre de 2007 los muertos en Iraq eran 700.000, según The Observer eran 1,2 millones y según la ONU 150.000. A ellos hay que sumar los cuatro mil soldados estadounidenses muertos, otros trescientos militares de otros países que integran la coalición de ocupantes y más mil mercenarios. Es decir, bastantes más de catorce mil. Si el estudiante venezolano maneja el mismo margen de error en los muertos venezolanos, nos hacemos una idea de la verdad que llevó a España sobre su país.
En cuanto al premio otorgado, bajo la denominación Milton Friedman para el avance de la libertad, no se oculta que tiene una inspiración ultraliberal en la línea del economista que le da su nombre. Inspirador de la Escuela de Chicago fue asesor de los presidentes Richard Nixon, Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Pero sin duda donde más influencia y aceptación tuvieron sus teorías fue en Chile en 1975 durante la dictadura de Augusto Pinochet. Allí Friedman dio numerosas conferencias y ejerció formalmente como asesor de gobierno y mantuvo contacto personal con Pinochet. Como diría Eduardo Galeano, “las teorías de Milton Friedman le dieron el Premio Nobel; a Chile le dieron el general Pinochet [2] .
En cuanto a la institución que otorga el Premio, el Instituto Cano, su ideario se concentra en la destrucción del Estado protector y en la privatización total de las pensiones. Uno de sus responsables es el ex-ministro fascista chileno José Piñera, cerebro del programa económico de Pinochet que estableció de pago la sanidad de Chile, privatizó hasta las guarderías y los cementerios y, lo más importante, la Seguridad Social. El ex alumno de Friedman, Gunder Frank, reconoció que las políticas del premio Nobel que dan nombre al premio de Goicoechea no podrían “imponerse ni llevarse a cabo sin los elementos gemelos que subyacen a todas ellas: la fuerza militar y el terror político”. [3]
El Instituto Cato sostiene que no recibe ningún financiamiento del gobierno estadounidense si bien se encuentra ampliamente subvencionado por varias multinacionales. En su página web reconoce ingresos durante el año 2005 de aproximadamente 22,4 millones de dólares. El instituto posee aproximadamente 100 empleados a tiempo completo, 60 académicos asociados y 16 académicos, más los pasantes.
Una investigación de Red Voltaire [4] ya desvela que gozó desde el principio del apoyo económico de los hermanos Koch -Charles G. y David H.-, herederos del gigante petroquímico Koch Industries. El Instituto Cano retoma y difunde también las teorías de Charles Murray sobre la desigualdad entre las razas.
La información revelada por Red Voltaire, establece que en 1985, la asociación contrató como director a uno de los ex-consejeros económicos de Ronald Reagan y fundador del National Tax Limitation Committee (Comité por la Limitación de los Impuestos). Se concentra entonces en la destrucción del Estado y sus estructuras protectoras heredado del New Deal del presidente Franklin D. Roosevelt promoviendo la supresión del impuesto sobre la renta y la privatización de las pensiones (Social Security) así como de la seguridad social privada de las multinacionales (Medicare) y, seguidamente, de la enseñanza.
Con ese objetivo recluta al economista chileno José Piñera, ex-ministro del Trabajo en el gobierno golpista y fascista del general Augusto Pinochet. Influenciado por los “Chicago Boys” y por el guía de estos últimos, el economista Milton Friedman, Piñera había privatizado bruscamente las pensiones. De esa manera, disminuyó considerablemente los impuestos pero dejó sin retiro (jubilación) a más de la mitad de la población.
El instituto posee una página web en español [5] desde la que recomienda textos del ex presidente español José María Aznar en su fundación de ultraderecha FAES.
Red Voltaire recuerda que la respetabilidad de este think tak se ha visto opacada por su racismo biológico y su egoísmo social así como por su nivel de corrupción Al recibir sumas millonarias de las multinacionales que lo financian, el Cato Institute dejó de defender ideas para defender intereses. Publicó, por ejemplo, investigaciones sobre la inocuidad del tabaco después de recibir importantes donaciones del fabricante de cigarrillos Philip Morris y criticó el alarmismo de los ecologistas ante el efecto de invernadero después de obtener contribuciones de sus mecenas de Exxon-Mobil.
El aporte del Cato Institute a la administración Bush no se limita a la reforma de los retiros (jubilación) sino que incluye también un paradójico discurso ecologista que confiere a las multinacionales la libertad de contaminar. George W. Bush llegó incluso a poner el Departamento del Medio Ambiente en manos de Gale Norton, también relacionada con el Instituto Cano y sus financiadores. Norton se opuso a la ratificación del protocolo de Kyoto para la limitación del efecto de invernadero y luchó por la explotación petrolera de los territorios de Alaska, a pesar de los riesgos que implica esta para el medio ambiente.
El Cato Institute –según la investigación de Red Voltaire- logró imponerse espectacularmente en los medios de difusión a partir de 1998, no porque esa fecha corresponda a un cambio político importante sino simplemente porque el multimillonario Rupert Murdoch, propietario de Fox News y de numerosos periódicos, se enroló en él entrando a su consejo de administración, al cual pertenece también su socio John Malone, distinguido patrón del operador de cable Liberty Media (que controla Discovery y Noos).
El Cato Institute se convirtió en una poderosa institución, con sede en la capital federal norteamericana. Lo que era un grupo opuesto a los excesos del Estado, se transformó en una organización de defensa de intereses privados y de negación de toda responsabilidad social.
Aclarado quiénes han premiado a Yon Goicochea por su labor de oposición a Hugo Chávez, sólo resta parafrasear y adaptar el refrán que dice “dime quien te premia y te diré quién eres”.
www.pascualserrano.net
[1] http://blogs.periodistadigital.com/latino.php/2008/04/16/yon-goicoechea-en-venezuela-ha-muerto-ma
[2] Eduardo Galeano, Días y noches de amor y guerra, 1983
[3] Noami Klein. La doctrina shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós. 2008.
[4] http://www.voltairenet.org/article124106.html
[5] http://www.elcato.org/