El mismo esquema, ahora contra la LOE

Nuevamente la oligarquía nacional, vuelve a recurrir al poder de condicionamiento que le permiten sus instrumentos de comunicación, apelan con el descaro que nos tienen acostumbrados, a la mentira, a la desinformación, a la creación de escenarios de desesperanza, para poder armar un ejército, que los acompañe en su lucha contra la nueva Ley de Educación. Nuevamente vemos a compatriotas venezolanos actuando como zombis, participando en una contienda, donde no tienen nada que ganar y por el contrario, mucho que perder. Con una actitud similar a aquellos Venezolanos que enfrentaban a los Patriotas, al lado de Boves, en la lucha por la independencia Latinoamericana. Es el mismo comportamiento, es la misma inocencia mortal, que obstaculiza el establecimiento de una Venezuela más justa y popular.

Con la misma perversidad con la que muchas veces hacían pelear a amigos en la escuela, diciéndoles que tal raya en el suelo era la mama de uno y la otra raya era la mama del otro, aderezando el combate con alguna porción de casquillo. Con esa misma inocencia, muchos venezolanos vienen cayendo en la manipulación y en el chantaje infantil de ir contra si mismos. Defendiendo a capa y espada, las conquistas de sus históricos opresores.

La estrategia empleada por esta oligarquía mentirosa y manipuladora, es la misma de siempre, no varía en nada. Basta con que nos ubiquemos en los días del referéndum por la Reforma para que nos percatemos de cuán falsos son los que orientan la oposición a la construcción de un mundo más justo. En aquellos días, vendían sin ningún tipo de rubor que el proyecto de reforma limitaba la propiedad privada. Hasta propagandas televisivas pagaron sosteniendo esta falaz mentira. Hasta folletos que adulteraban el proyecto de la reforma real, fue puesto en circulación. Esta gente a la hora de crear sus campañas de mentira, no se anda con remordimiento alguno. Su objetivo es claro, acabar con todo aquello, que atente contra los privilegios de clase, que por siglos han disfrutado, a expensas de los más pobres. Por no poder expresar la realidad que los motiva a oponerse a las políticas de la revolución, se han convertido en maestros de la mentira y la falsedad, engañando y confundiendo, para poder captar defensores de su causa. En otras palabras, muchos de nuestros compatriotas, con la misma inocencia que lo hacían aquellos venezolanos que acompañaban a Boves, con la misma ingenuidad de los niños que se enfrentan para complacer el sadismo de algunos, hoy salen a la calle a defender los intereses oscuros de otros, creyendo ciegamente que defienden los suyos propios.

Entre las muchas invenciones que sostienen los mentirosos empedernidos, está: que esta ley no se ha sido debatida, cuando todo el mundo sabe que desde el año 1999, ésta es la que más polémica y debates ha despertado. Y es ahora, casi 10 años después, cuando es aprobada. Dicen también que se quiere sacar a Dios de las escuelas; cuando nuestra carta magna surgida de esta revolución, antes del desarrollo de todo su articulado, en su preámbulo, comienza invocando la protección del Ser Supremo, nuestro Dios. Simplemente que la religión no debe ser impuesta desde las escuelas, es una facultad que se destina a la familia, que sea el núcleo familiar el que decida, en que tipo de religión deben ser formados sus hijos. Otra vez recurren a la vieja propaganda anticomunista, donde expresan que se les quitará la patria potestad a los padres. Esta es la mentira que más les fascina emplear, porque genera temores. Y allí recogen saldos positivos. Ninguno de los artículos de la ley, hace siquiera mención a este aspecto. Pero ellos insisten en mantener la mentira. En todo caso si alguna ley fuera a tratar algún aspecto sobre la patria potestad, debería ser la LOPNA, no la Ley de Educación. Otras mentiras plantean; que se quiere acabar con la educación privada, que se atenta contra la autonomía y la democracia universitaria, que los Consejos Comunales dirigirán las escuelas y todo aquello que su imaginario maquiavélico pueda generar.

Lo que hay que tener claro aquí, es que la mayor parte de los 50 artículos de la nueva ley, es copia exacta de lo que establecía la ley anterior (1980). Y son tan descarados y cínicos estos carajos, que han tomado elementos de la vieja ley, recogidos en la nueva, para descalificar esta última, como es lo referido a los medios de comunicación y el régimen sancionatorio.

Ahora, ¿qué salen a rechazar los confundidos cuando se embarcan en una marcha en rechazo a la ley? Se marcha contra el hecho de que los obreros y los administrativos puedan tener voto, en la elección de las autoridades Universitarias, que los votos de todos los miembros de la Comunidad Universitaria tengan igual peso. Se rechaza, el hecho de que se apliquen los instrumentos de admisión a todos por igual en las Universidades, se rechaza que los docentes se jubilen con 25 años de servicio con pensión completa. Entre tantas cosas, se rechazan las oportunidades que se le abren al pueblo y a la democracia real, con la aparición de esta nueva ley.


PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM



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Pedro Figueroa


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