“Buen Vivir”: una opción para cambiar el modo de vida


“BUEN VIVIR”: UNA OPCION PARA  CAMBIAR EL MODO DE VIDA

Octubre de 2011

INDICE

A manera de presentación.

I.- Emergencia del buen vivir, como superación del paradigma tecnocrático y desarrollista.

II.- El Buen Vivir y la  necesidad de construir de una teoría y una práctica global frente a la crisis orgánica del capitalismo.

III.- El Buen Vivir y la construcción de una nueva subjetividad revolucionaria que confronte globalmente al régimen capitalista.

3.1. El buen Vivir y la revolución cultural.

3.2. El Buen Vivir y el  desarrollo integral.

  •  Transformación en el proceso inmediato de producción
  • Premisas del Consejo de Fábrica y del Control Obrero
  • Cambios en la distribución y el consumo
  • Consumo alternativo y gastronomía popular

3.3.El Buen Vivir y  la depredación de la naturaleza.

  • Crisis orgánica del capital y degradación ambiental
  • Socialismo agrario y agricultura sustentable
  • La agroecología como opción en la producción de una alimentación sana, segura, soberana y sabrosa.
  • Ciencia con conciencia, tecnología con pertinencia

3.4.El Buen Vivir, aprender investigando y la cultura del debate

  • Teoría crítica y educación liberadora
  • Nueva racionalidad comunicativa como cultura del debate.

3.5.El Buen Vivir y las nuevas formas de intervención y organización

  • Reivindicar otra manera de decir y hacer la política.
  • La organización revolucionaria como vanguardia colectiva, síntesis de la unidad en la diversidad.

3.6.El Buen Vivir y  los movimientos sociales .

  • La Emancipación de la mujer 
  • Medicina y terapias alternativas
  • Hábitat y vivienda productiva
  • Deporte y recreación no enajenada
  • Tiempo libre y ocio creador

IV.- A manera de conclusión

* * * * * *

A manera de presentación

Hoy en día, cualquier lector consigue en la prensa diaria múltiples indicadores de la crisis global que vive el sistema capitalista:

  • Por un lado, está el déficit fiscal y la deuda norteamericana, acompañada de recesión y desempleo, pasando por el colapso financiero de países europeos como Grecia, España, Italia, Francia donde al mismo tiempo que sube el  desempleo y bajan los salarios, los respectivos gobiernos aplican medidas de austeridad que han eliminados los seguros de desempleo, han afectado las jubilaciones, en fin,  vienen aprobando paquetes para recortar el gasto público y eliminar la seguridad social.
  • Por el otro, abundan informaciones sobre la conflictividad social en ascenso: huelgas, paros, emergencia de los “indignados”, protestas de los explotados y oprimidos defendiendo sus condiciones de vida y de trabajo. Esta onda expansiva de la lucha social llegó a los EEUU y se extendió a nivel planetario: en 82 países hacen suya la protesta de los ‘indignados’, manifestándose contra la crisis.
  • ampoco están ausente las graves manifestaciones de la hambruna planetaria, la crisis energética y el impacto del cambio climático.
  • No podían faltar los síntomas de la anomia social: pérdida de identidad, drogadicción, criminalidad, clima de violencia y neurosis colectiva.
  • No se deja de reseñar, por supuesto, las guerras de rapiña impulsada por el imperio en diversos países, incluida la última aventura militar en el caso de Libia.

En su conjunto estos son señales fragmentadas del colapso histórico del régimen de producción capitalista, donde han fracasado las formulaciones y justificaciones ideológicas neo-liberales o neo-keynessianas que comúnmente presentan versiones atomizadas y dispersas de tal realidad. Para los apologistas burgueses hoy le resulta embarazoso explicar este proceso de deterioro creciente del sistema, montada sobre la lógica del mercado y la especulación financiera.

Por ello no puede resultar paradójico que después de algunas décadas donde se decretó la MUERTE DEL MARXISMO Y LA DESAPARICIÓN DE LUCHA DE CLASES, hoy estemos en presencia del resurgimiento de ambos:

  • Las formulaciones realizadas por Marx en su crítica a la economía política y particularmente sus distintas lecturas de las crisis capitalistas y su carácter orgánico, poseen hoy una extraordinaria vigencia.
  • La confrontación entre el capital-trabajo en todo el globo terráqueo se ha acentuado, lo que hace pronosticar el ascenso de lucha social y una nueva oleada de conflictos de diversas magnitudes, apareciendo lo que Engels denominó “GUERRA CIVIL ENCUBIERTA”: miles de muertes diarias por hambre y desnutrición, por exclusión social y enfermedades, por drogadicción y violencia criminal. En el marco de la lógica del capital no aparece en el horizonte otra cosa que muerte y destrucción si no logramos su derrota a tiempo, teniendo vigencia la consigna “SOCIALISMO O BARBARIE”.

Ahora bien, la alternativa socialista, requiere de precisiones en cuanto de que socialismo estamos hablando, ya que en cuanto a su definición está abierto un debate históricamente inconcluso.

En tal sentido, sostenemos que nuestro socialismo tiene que poseer las raíces históricas de nuestra América, tal como lo demandó José Carlos Mariátegui, cuando dijo:

“ No queremos ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje al socialismo indo americano".

Para nosotros estas raíces indoafroamericanas, se articula con otras vertientes de la corriente histórico - social: bolivarianismo revolucionario, marxismo crítico inspirado en el propio Mariátegui, teología de la liberación camilista, resistencia indígena, cimarronismo afrodescendiente. 

Esta diversidad étnica y su interculturalidad que se expresa de mil manera en nuestra América, adopta la forma de “uno y múltiples”, “encrucijada planetaria”, “unidad en la diversidad”. La heterogeneidad productiva y territorial ( enclaves capitalistas con avanzadas formas de la división del trabajo, combinada con formas pre-capitalistas de producción, el complejo étnico-cultural Costa-Sierra, el nexo ciudad-campo ) demanda que lo clasista se articule a lo étnico y a la cuestión de género, valorizando el nexo entre lo local-regional y lo nacional-continental.

Esta búsqueda de nuestra raíces y acervos culturales establecen puentes con el planteamiento que se viene haciendo sobre el Buen Vivir, tal como lo vamos a examinar a  lo largo de este trabajo.

Carlos Lanz Rodríguez
15 de Octubre de 2011


I.- Emergencia del buen vivir, como superación del paradigma tecnocrático y desarrollista.

Con los cambios en la correlación de fuerza en la región andina y con la presencia de gobiernos progresistas en Bolivia y en Ecuador, se ha venido formulando los rasgos del

“Buen Vivir” como planteamiento alternativo al régimen burgués, que en estos momentos tiene rango constitucional.

 El Buen Vivir es un vocablo traducido  en quichua como sumak kawsay y se encuentra recogido en numerosos artículos de la actual constitución ecuatoriana:

  • Derechos del buen vivir, Titulo II, Capitulo II,
  • Régimen del Buen Vivir, Título VII.

A manera de ejemplo, podemos reseñar algunos de esos derechos: el Art 14 que se refiere a vivir en un ambiente sano y ecológicamente sostenible, el Art 13 sobre soberanía alimentaria donde se garantiza el derecho a alimentos sanos y nutritivos, el Art 375  consagra el derecho al hábitat y a la vivienda.

En Ecuador el proceso de cambio posee algunos rasgos progresistas, pero no apunta a cambiar las relaciones de producción capitalista construyendo el socialismo. Tal como se plantea  en la “AGENDA DE LA POLÍTICA ECONÓMICA PARA EL BUEN VIVIR”. 2011- 2013, este planteamiento posee las siguientes aristas democratizadoras, de redistribución del excedente:

“La nueva visión de la economía para el Buen Vivir tiene, entonces, objetivos claros: a) mejorar la calidad y esperanza de vida, así como aumentar las capacidades y potencialidades de la población, b) construir un sistema económico, justo, democrático, productivo, solidario y sostenible, basado en la distribución igualitaria de los beneficios del desarrollo, de los medios de producción y en la generación de trabajo digno y estable, y, c) garantizar la soberanía nacional, promover la integración latinoamericana e impulsar nuestra inserción estratégica e inteligente en el mundo.”

 Este horizonte del Buen Vivir en Ecuador, hace inexcusable profundizar el análisis de sus  contenidos programático, ya que podemos encontrar múltiples interpretaciones y enfoques.

 En tal sentido, Eduardo Gudynas escribe en América Latina en Movimiento. No 462 ( febrero 2011 .año xxxv, II época) un articulo con el título “Buen vivir: Germinando alternativas al desarrollo”, donde nos plantea:

“…testimonios de personas claves en el debate sobre el Buen Vivir en los países andinos.  Alberto Acosta, quien como presidente de la Asamblea Constituyente ecuatoriana fue uno de los más activos promotores de la idea, lo entiende como una “oportunidad” y una opción a “construir”. A su juicio, el Buen Vivir no puede ser reducido al “bienestar occidental”, y se debe apoyar en la cosmovisión de los pueblos indígenas, donde lo que podría llamarse como mejoramiento social es “una categoría en permanente construcción y reproducción”.

Siguiendo una postura holística, Acosta agrega que los bienes materiales no son los únicos determinantes, sino que hay “otros valores en juego: el conocimiento, el reconocimiento social y cultural, los códigos de conductas éticas e incluso espirituales en la relación con la sociedad y la Naturaleza, los valores humanos, la visión del futuro, entre otros”.

El intelectual aymara David Choquehuanca, actual ministro de relaciones exteriores de Bolivia, sostiene que el Vivir Bien es “recuperar la vivencia de nuestros pueblos, recuperar la Cultura de la Vida y recuperar nuestra vida en completa armonía y respeto mutuo con la madre naturaleza, con la Pachamama,..”

Ambos entienden que el Buen Vivir implica un cuestionamiento sustancial a las ideas contemporáneas de desarrollo, y en especial su apego al crecimiento económico y su incapacidad para resolver los problemas de la pobreza, sin olvidar que sus prácticas desembocan en severos impactos sociales y ambientales.

También señalan que esta idea le debe mucho a la mirada de los pueblos indígenas, y un repaso por otras definiciones muestra que en ella convergen tanto intelectuales o militantes, criollos o indígenas.”

En esta primera aproximación  al Buen Vivir encontramos:

  • El Buen Vivir se apoya en la cosmovisión indígena.
  • No sólo se trata de satisfacer necesidades con bienes materiales, sino que están implicados los valores, la vida espiritual
  • Comporta una crítica del denominado “Desarrollo” y su apego al crecimiento económico.
  • Plantea una relación armónica con la naturaleza, con la Pachamama.

Tales puntos de partida, son reafirmados por dicho autor, cuando define los planos del Buen Vivir:

“Existen al menos tres planos para abordar la construcción del concepto de Buen Vivir: las ideas, los discursos y las prácticas.

En el primero se encuentran los cuestionamientos radicales a las bases conceptuales del desarrollo, especialmente su apego a la ideología del progreso….

Un segundo plano se refiere a los discursos y las legitimaciones de esas ideas. El Buen Vivirse aparta de los discursos que celebran el crecimiento económico o el consumo material como indicadores de bienestar, ni alaba la obsesión con la rentablidad o el consumo. Sus apelaciones a la calidad de vida discurren por otros caminos, y además incluyen tanto a las personas como a la Naturaleza. Se abren las puertas a otras formas de hablar, escribir o pensar nuestro mundo.

En el tercer campo se encuentran las acciones concretas, tales como pueden ser proyectos políticos de cambio, los planes gubernamentales, los marcos normativos y las formas de elaboración de alternativas al desarrollo convencional.

Aquí reside uno de los grandes desafíos de las ideas del Buen Vivir, en el sentido de convertirse en estrategias y acciones concretas, que no repitan las posturas convencionales que se critica…”

Como la idea tradicional de vivir bien se asocia a la posesión de riqueza, Eduardo Gudynas realizando la  crítica a este enfoque de sentido común, nos dice:

Se cuestiona duramente el énfasis convencional de entender el bienestar únicamente como un asunto de ingresos económicos o posesión material, o que sólo se puede resolver en el mercado. El Buen Vivir pone el acento en la calidad de vida, pero no la reduce al consumo o la propiedad. También se ha cuestionado intensamente el reduccionismo de presentar el desarrollo como crecimiento económico, y se ha alertado que ello es un imposible, en tanto los recursos naturales son limitados y las capacidades de los ecosistemas de lidiar con los impactos ambientales también son acotados.

Es muy común sostener que un país se desarrolla si crece su economía, y en particular si aumentan las exportaciones o las inversiones.

En muchos casos, los PBI se han incrementado y las exportaciones se han disparado, pero poco o nada se ha mejorado en cuanto a las condiciones sociales y ambientales.”

“ …el Buen Vivir implica cambios profundos en las ideas sobre el desarrollo que están más allá de correcciones o ajustes. No es suficiente intentar “desarrollos alternativos”, ya que estos se mantienen dentro de la misma racionalidad de entender el progreso, el uso de la Naturaleza y las relaciones entre los humanos. Lo alternativo sin duda tiene su importancia, pero son necesarios cambios más profundos. En lugar de insistir con los “desarrollos alternativos” se deberían construir “alternativas al desarrollo” (siguiendo las palabras del antropólogo colombiano Arturo Escobar). El Buen Vivir aparece como la más importante corriente de reflexión que ha brindado América Latina en los últimos años.

Aquí hay que destacar que en esta perspectiva el Buen Vivir, la calidad de vida no se remite al consumismo o la posesión de mercancías como confort. Como apunta el filósofo aymara Simón Yampara (2001),  Es una postura que tiene un toque de austeridad, ya que la  meta es vivir bien, y ello no debe significar vivir mejor a costa de otros o del ambiente (Albó, 2009).

En tal sentido, el sumak kawsay (buen vivir) puede involucrar una subjetividad y una dimensión cultural distinta a la lógica capitalista y su código civilizatorio consumista, lo que puede ser articulado al programa revolucionario en construcción que tiene como base la critica a la explotación del trabajo, a la opresión política y el dominio cultural.

 De esta manera el Buen Vivir deja de ser una alegoría que no rebasa el metabolismo del capital  o un cliché propagandístico.

 De allí nuestra apuesta de asociarlo sectorialmente a diversos proyectos transformadores, como los que reseñaremos a lo largo de este material: revolución cultural, nuevo modelo productivo y control obrero, educación liberadora, tecnología apropiada,  nueva racionalidad comunicativa, nuevas formas de organización, agricultura sustentable, medicina alternativa, vivienda productiva, ocio creador.

En Venezuela el Buen Vivir está emergiendo de las reflexiones y prácticas concretas de los movimientos sociales, de los planes y programas del gobierno revolucionario, alcanzando en algunos casos una clara lógica anti-capitalista. Es por ello que para nosotros el Buen Vivir queda incluido en la tensión SOCIALISMO O BARBARIE, acompañando el proceso de cambio rumbo al socialismo.


II.- El Buen Vivir y la necesidad de construir de una teoría y una práctica global frente a la crisis orgánica del capitalismo.

Como ya observamos, en diversos territorios del globo terráqueo, la crisis orgánica que confronta el régimen capitalista afecta de diversas maneras a una importante franja de explotados y oprimidos, agudizando las contradicciones político-sociales y incrementándose los conflictos, movilizaciones y protestas. Estas luchas se expresan en diversas dinámicas cotidianas:

  • Dinámicas de sobrevivencias, como es el caso de las movilizaciones ante la hambruna y otros padecimientos crónicos.
  • Dinámica de resistencia, frente a la ofensiva del capital para desvalorizar el salario y precarizar el empleo. Por ejemplo, en Grecia, España e Italia, las políticas anti-crisis afectan la seguridad social y detonan procesos de movilización con huelgas y paros. Igualmente se manifiestan en luchas de liberación nacional frente a las agresiones imperialista que buscan apoderarse de los recursos naturales.
  • Dinámicas alternativas, con expresiones anti-capitalista, las cuales abarcan desde la esfera de la producción y distribución de bienes alimenticios proponiendo el “consumo responsable” hasta la esfera política donde se reivindica la democracia directa, tal como surgió en España con los “indignados”.

En los actuales momentos, globalmente se estructura un mapa de conflictos, donde se involucran una diversidad de actores sociales: clases, etnias, nuevos movimientos sociales, naciones.

En su conjunto, cada sector responde a su manera ante la crisis capitalista, en muchos casos de manera fragmentada y aislada, sin poder ubicar su origen estructural y sus responsables:

  • Para los apologistas del capital o sus agentes tarifados, la actual crisis es pasajera y se resuelve con algunos ajustes de corte monetarios o fiscales, eliminando capitales ineficientes, igualmente racionalizando el gasto y aplicando políticas de austeridad al estilo FMI - BM.
  • Para los reformistas de todo cuño, también conciben la crisis como fenómeno temporal, la cual puede solucionarse preservando el “Estado de bienestar”, es decir, una especie de capitalismo con rostros humano.
  • Para los revolucionarios, la crisis orgánica del capital, está asociada a un conjunto de contradicciones estructurales cada vez más agudas, articuladas a las relaciones de producción: formas privada de apropiación del trabajo ajeno o excedente, mercantilización y anarquía en la producción, división social del trabajo cimentada en un sistema de contradicciones: proceso de valorización y proceso de trabajo, valor de uso y valor de cambio, trabajo intelectual y trabajo manual. Sin superar estas dicotomías que están en la génesis y estructura de la crisis del capital, históricamente no hay salida para el capitalismo, por esto dijimos al comienzo: SOCIALISMO O BARBARIE.

Por supuesto el derrumbe del capitalismo no es automático, ya que su liquidación global demanda un creciente nivel de conciencia y organización de los explotados, la construcción de una nueva subjetividad que hace inexcusable la batalla de ideas.

En esta última perspectiva, nuestro punto de partida es el reconocimiento del régimen de producción capitalista, como un sistema que se sostiene sobre la EXPLOTACION DEL TRABAJO, pero que también integra otros aspectos en la estrategia de subordinación: LA OPRESION POLITICA Y EL DOMINIO CULTURAL. Por esto, cualquier proyecto liberador anti-capitalista necesariamente tiene que destruir la sustentación o base del capitalismo desde una perspectiva global:

  • Emancipar el trabajo de las relaciones de sumisión (subsunción formal y real): producción de plusvalía, búsqueda de máxima ganancia, mercantilización y cosificación de las relaciones humanas, enajenación del trabajo.
  • Superar la enajenación política a través del ejercicio de la democracia directa y desarrollo de nuevas formas de participación. Reabsorber la sociedad política en la sociedad civil, construyendo un nuevo nexo entre el Estado y el ciudadano por la vía de la democracia directa. Estas premisas se concretan en EL ESTADO COMUNAL Y LA REPUBLICA DE CONSEJOS.
  • Construcción de una nueva hegemonía socio-cultural que permita superar la alienación consumista, el monopolio del saber, la estética de la mercancía, implicando una REVOLUCION CULTURAL, LA CONSTRUCCION DE LA SUBJETIVIDAD REVOLUCIONARIA .

En tal sentido, es indispensable construir una plataforma programática donde se articulen las finalidades emancipatorias de largo aliento con las demandas y necesidades de los explotados y oprimidos en la coyuntura.

En esa perspectiva, el programa transformador debe incorporar las reivindicaciones  democráticas, anti-imperialista y anti-monopolistas  sin abandonar los objetivos del socialismo revolucionario y de igual manera, integrar el conjunto de propuestas y proyectos alternativos que han surgido de las luchas y las resistencia cultural, tales como: la reivindicación de la diversidad étnica, el enfoque  de género, la agroecología, la pedagogía y comunicación alternativa, entre otros. Esta plataforma programática es un componente básico del Buen Vivir, que articula en su seno la múltiple expresión de lo nacional, lo clasista, lo étnico y la diversidad de movimientos sociales.

Aquí es necesario establecer puentes entre las dinámicas cotidianas de los explotados y oprimidos ( dinámicas de sobrevivencia, de resistencia y alternativas como ya señalamos ) estando conscientes que muchas veces estas luchas no rebasan el nivel de lo reivindicativo o se focalizan en las dinámicas de sobrevivencia como son los casos de los reclamos por mejores servicios, empleo, salario, etc.

Los diversos aspectos  programáticos que reseñaremos a continuación, forman parte de las reflexiones y prácticas que se vienen desarrollando en muchos países por parte de un movimiento social diverso:

  • En algunos casos, la teoría crítica que anima algunos proyectos alternativos, viene siendo formulada por intelectuales y colectivos de investigación agrupados en partidos, sindicatos, movimientos, asociaciones, instituciones, revistas.
  • En otros casos, algunos cambios son impulsados como proyectos alternativos ( en educación, salud, alimentación ), como prácticas concretas, como experiencias sociales de base, sea estos de trabajadores, etnias  o sectores comunitarios.
  • También se concretan en los planes y proyectos de gobiernos revolucionarios y progresistas, tanto a nivel local-regional como nacional.

Se trata de una corriente ideológica presente en cualquier latitud del planeta, la cual en su conjunto de expresiones ( individualidades, colectivos, movimientos ) emerge en el marco de la UNIDAD EN LA DIVERSIDAD, posibilitando la construcción de un BLOQUE SOCIAL REVOLUCIONARIO compuesto por trabajadores, campesinos, indígenas, ecologistas, intelectuales y cultores populares, movimiento de mujeres, comunicadores y redes de medios comunitarios, movimiento pedagógico, los cuales pueden dar un salto en la coordinación y enlace de las luchas, siguiendo la siguiente metódica de construcción:

1.- Hacer visible y empujar el poder de confrontación de la teoría crítica y las experiencias anti-capitalistas en todo el mundo.  Profundizar la investigación y el debate en torno a las actuales tendencias del capital y la activación de las políticas anti-crisis. Este programa investigativo contempla la caracterización del patrón de acumulación y de reproducción del capital: modalidad de obtención de plusvalía, su impacto en el empleo y en el salario, exigencias técnico-científicas, las nuevas tendencias en la distribución y consumo de mercancía.

2.- Constituir redes de redes, que no sólo sean vasos comunicantes y enlaces en la acción cotidiana solidaria, si no que pueda elaborar y coordinar planes de trabajo de mediano y largo alcance, que  respete y valore adecuadamente los tiempos y ritmos de las diversas experiencias organizativas locales y nacionales, pero al mismo tiempo, desarrolle una estrategia y un proceso de articulación que permita la unidad de acción, canalizando la solidaridad internacional y el apoyo mutuo. 

3.- En la actual coyuntura del proceso revolucionario en Venezuela, la construcción de estas redes de redes o movimiento de movimiento se concreta en el Gran Polo Patriótico ( GPP) en el cual se puede organizar las múltiples lecturas programáticas del Buen Vivir, trascendiendo el electoralismo y el cortoplacismo.

Esta estrategia metodológica esta mediada por la batalla de ideas, que demanda procesos investigativos, de debate y confrontación, siendo este el objetivo esencial que nos hemos propuesta al intentar conectar el Buen Vivir con los diversos aportes de la teoría crítica, con los acervos de la corriente histórico-social y con los diversos proyectos alternativos impulsados por los movimientos sociales.


III.- El buen vivir y la construcción de una nueva subjetividad revolucionaria que confronte globalmente al régimen capitalista.

En la batalla de ideas o lucha ideológica, no se está partiendo de cero, ya que existen elaboraciones teóricas, experiencias y procesos organizativos de diversos tipos que son referentes en la construcción programática.

Veamos sumariamente algunos ejes que son puntos de partida en la construcción  de una nueva subjetividad revolucionaria.

3.1. El buen Vivir y  revolución cultural

En el Ensayo “La revolución es cultural o reproducirá la dominación”, publicado en año 2007, evaluamos los déficits de los procesos de cambio donde se subestimó históricamente las transformaciones culturales ( la lucha en el terreno de los valores ) teniendo como resultado una reproducción global de la dominación burguesa y el fracaso de los intentos de revolución.

En tal sentido, el proceso bolivariano demanda tomar muy en cuenta las razones que han conducido al fracaso de otros esfuerzos transformadores.

Una primera lección que se desprende de las experiencias conocidas a lo largo de la historia, particularmente en la revolución soviética, es concebir el poder como una cosa que se puede “tomar” en un rápido asalto al Palacio de Invierno Moscovita. El Estado es reducido a la maquinaria policial-militar, subestimando las trincheras y casamatas de la sociedad civil (grupos económicos, mafias sindicales, medios de comunicación, escuelas, etc.) que cumplen funciones hegemónicas moldeando el sentir y pensar de la población.

Asociada a este primer aprendizaje histórico, esta la equivocación que se deriva de una lectura mecánica y economicista de las transformaciones, basado en la premisa de que la existencia social determina la conciencia y en consecuencia, con un cambio en la base material de existencia haría aparecer cambios en la conciencia social. Una de las conclusiones de tal enfoque, es la priorización del desarrollo de las fuerzas productivas con un enfoque tecnocrático, subestimando el papel de las relaciones de producción (formas de propiedad, relaciones mercantiles, división del trabajo) y los valores y costumbres, de los actores involucrados en el proceso. En este caso, esto es todo lo contrario de las premisas teóricas del Buen Vivir.

Una segunda enseñanza, está referida a la aplicación en el proceso revolucionario de fórmulas y modelos al margen de las condiciones histórico-concretas, lo que condujo a ignorar las particularidades e idiosincrasia de los pueblos.

Un tercer aspecto, está relacionado con las concepciones evolucionistas y reformistas que no aprecian correctamente el nexo entre reforma y revolución, el vínculo dialéctico entre la acumulación gradual de fuerzas y el salto revolucionario. En tal sentido, es bastante conocida las dos desviaciones que surgen cuando no se comprende la transición de un desarrollo a otro: salto al vacío o crecimiento vegetativo.

Lo que nos parece que queda claro de estas tres enseñanzas, es que en su conjunto, ellas nos indican un abandono en el esfuerzo por construir la subjetividad revolucionaria, con su complejidad étnico-cultural.

Si alguna cosa hoy es hoy evidente, es que la lógica capitalista no sólo impera en el proceso de trabajo, en la vida fabril, si no que abarca el conjunto de la vida cotidiana:

“ El afán por aparentar, el esnobismo, el apego a las modas, el ocio enajenante generados por las campañas consumistas de los medios de comunicación, promueven una expectativa creciente que al no poder satisfacerse hacen estrago en la existencia y la conciencia social. El colorario lógico no es otro que las conductas evasivas, la drogadicción, la violencia y la anomia.

Actitudes no solidarias ni cooperativas son otros de los rasgos destacados de la cultura burguesa. En su lugar, se impulsa el darwinismo social y la destrucción de la naturaleza, donde en medio de la competencia, sobreviven los que poseen ventajas. Por otro lado, el tener se convierte en un valor supremo, que no sólo conduce al afán de lucro, sino al desarrollo de la inmoralidad, el cinismo y la falsedad también como valores .”

Por todo lo anterior, la constitución de los explotados y oprimidos como sujetos históricos conlleva desterrar dichos valores y actitudes, superando tanto su trama material como simbólica.

En tal sentido, se requiere  desarrollar  una estrategia global desde el punto de vista de la formación en valores, donde lo educativo y comunicacional debe contemplar:

  • Considerar los contenidos de esta nueva subjetividad revolucionaria de un punto de vista histórico, incorporando las tradiciones y luchas de explotados y oprimidos.
  • De allí la importancia de reivindicar la diversidad étnica y la interculturalidad, articulado a la concepción clasista de la sociedad.
  • Combate ideológico en el terreno de la superestructura institucional: escuela, fábrica, medios de comunicación..
  • Particular importancia tiene la identificación y promoción de la resistencia e insurgencia cultural.

En nuestra América encontramos un importante acervo cultural que puede ser plataforma en el terreno de los valores para enfrentar el proceso capitalista enajenador:

“- Valores y actitudes solidarias en comunidades campesinas e indígenas.

  - Modalidades de trabajo cooperativo como la cayapa y el convite, como expresión del apoyo mutuo.

 - Gastronomía popular y patrones de consumo saludables y en correspondencia con la producción local.

 - Relación armónica con la naturaleza, que respeta el medio ambiente.
Cultura del ahorro y del trabajo creador, empleo de formas de intercambio como el trueque.

- Formas de comunicación auténtica, centradas en la conversa y el valor de la palabra.

- Formas de ocio y de recreación donde se dignifica la naturaleza y la persona humana.

- Valoración de lo público como espacio de encuentro ciudadano, como suelen ser las plazas y otros patrimonios arquitectónicos de los pueblos.

- Sueños y esperanzas, animados por la religiosidad popular.

- Fibra patriótica que se enraíza en las gestas y luchas independentistas.”

En este contexto histórico-cultural, todos sus referentes son parte del planteamiento del Buen Vivir.

3.2.- El buen vivir y el  enfoque de desarrollo integral.

En otro ensayo, elaborado en el año 2010, con el título “Propuesta anti-capitalista y agroecología”, planteamos que en  transición socialista tiene que impulsarse otro modelo productivo, lo cual  involucra la incorporación de otra racionalidad y otros valores en la producción de bienes y servicios:

  • Transformación en el proceso inmediato de producción

En el nuevo modelo productivo socialista, no se busca la apropiación privada del trabajo excedente, el afán de lucro y la máxima ganancia como móvil, sino la satisfacción de necesidades colectivas. Al superar esta lógica capitalista, en el proceso de van dando una series de transformaciones, entre las que podemos destacar:

Primacía de los valores de uso sobre los valores de cambio, aquí se trata de producir bienes y servicios no como mercancías dirigidas a la venta. En su conjunto, todo esto implica abolir la vigencia de la Ley Valor-Trabajo, es decir, superar las relaciones mercantiles y sus múltiples expresiones: dinero, precio, ganancia, trabajo asalariado, en fin emancipar el trabajo del proceso enajenador,

Por lo tanto, la superación de la enajenación del trabajo, resolviendo la contradicción entre trabajo abstracto-trabajo concreto, valor de uso – valor de cambio (dicotomías que se materializan en el proceso de valorización-acumulación-reproducción ampliada capitalista), es un objetivo estratégico de la construcción socialista. En tal sentido el planteamiento de la EMANCIPACION DEL TRABAJO en el proceso de transición rumbo al socialismo involucra poner en discusión la valorización del capital centrada en la extorsión del trabajo, demandado que el nuevo enfoque de desarrollo tenga como propósito la humanización y dignificación del trabajo concreto.

Las anteriores premisas del enfoque de desarrollo integral, a nivel fabril implican superar la racionalidad que gobierna el proceso de trabajo,:

  • Incorporar otra visión de la productividad, que no persigue la obtención de excedentes como un fin en sí mismo, sino el predominio del trabajo concreto y los valores de uso en función de necesidades radicales.
  • Redefinir los puestos de trabajo y la jornada en su conjunto.
  • Superar el despotismo de fábrica y las jerarquías, rompiendo el monopolio del saber. Sobre esta base aplicar el control obrero y elaborar el presupuesto participativo.
  • Democracia sindical, construcción de los Consejos de Fábrica y el Control Obrero
  • Reducción de la jornada de trabajo y cualificación del tiempo libre.
  • Impulsar otro paradigma científico – técnico, fuera de la lógica de la acumulación capitalista.

* Premisas del Consejo de Fábrica y del Control Obrero.

Como ya lo denunciamos , el proceso de trabajo en función de la valorización y su apropiación privada es un trabajo enajenado o alienado, donde el trabajador se enfrenta a la máquina, los productos y a sus propios compañeros como algo “extraño”  

Por ello,  cualquier intento de humanizar el trabajo y superar el proceso de valorización capitalista centrada en la extorsión del trabajo va a chocar inevitablemente con la llamada “ organización científica del trabajo” heredada del taylorismo, el fordismo y el neo-fordismo, por lo que hay que establecer las premisas de lo que va a ser el proceso de “reingeniería” que impulsa la propuesta socialista para no reproducir la lógica enajenante que hemos heredado en el proceso de trabajo. He aquí algunas de dichas premisas:

  • El trabajador al supeditarse a los equipos y maquinarias, asume un conjunto de tareas parceladas y empobrecedoras, las cuales debe repetir indefinidamente, como parte de sus funciones y adscripción de cargo, regida por prácticas operativas, legitimadas en normativas y en la propia contratación colectiva y en el tabulador.
  • La subsunción del trabajo en el capital, está respaldada por una determinada manera de entender y aplicar la ciencia y la tecnología, donde los paradigmas dominantes en el terreno del conocimiento o los saberes técnicos excluyen como no científico las habilidades y pericias del trabajador.
  • De esta manera se puede hablar de una subsunción del saber, ya que la experiencia del obrero y su “saber hacer” se hace rutinario y poco creativo, profundizando la diferencia entre la actividad manual e intelectual.
  • En el taylorismo, al disociar el saber de los trabajadores, aparece como obligado que este sea asumido por la gerencia, separando la dirección de la ejecución.
  • Este es un rasgo estructural de la enajenación del trabajo, porque el obrero ejecuta un trabajo parcelario y embrutecedor, con una enorme carga física y psíquica, en ambientes de alto riesgo y severidad, mientras una parte de la gerencia y de la administración monopoliza la tareas de dirección en un ambiente diferenciado.
  • El espacio donde se formula y se administra el proceso de trabajo es algo ajeno y distante del obrero, justificado por supuesto en normas técnicas que nadie discute.
  • Por ello, en la lucha contra la enajenación del trabajo es necesario no sólo cambiar de enfoques y paradigmas técnicos, sino igualmente asumir la reestructuración organizativa de nuestras empresas, dándole otro sentido a las diversas ingenierías, a la planificación y la administración.

Esta caracterización de la sumisión del trabajo al capital, define la tarea transformadora en el proceso inmediato de producción, es decir, lo que hay que cambiar en el proceso de trabajo rumbo al socialismo, justificándose las siguientes preguntas dilemáticas:

¿Puede construirse el socialismo manteniendo la contradicción entre el proceso de trabajo y la valorización o aceptando la primacía del valor de cambio por encima del valor de uso?

¿Puede construirse el socialismo sin poner en discusión la obtención de plusvalía, el pillaje legalizado del plustrabajo, trabajo excedente o trabajo no pagado al obrero?

¿Puede construirse el socialismo aceptando los paradigmas industriales propios del capitalismo, como son el taylorismo, el fordismo o el neofordismo?

¿Puede construirse el socialismo partiendo de la concepción de la productividad del trabajo que se fundamenta en la parcelación del saber y de la tarea, es decir, en la profundización de la separación entre el trabajo intelectual y el trabajo manual del obrero?

¿De qué socialismo estaríamos hablando si no se emancipa el trabajo, si no se promueve el trabajo liberador ?

Partiendo de dichas interrogantes, en  el Consejo de Fábrica  se plantea concretar la lucha contra la enajenación del trabajo colocando la economía al servicio del hombre, rompiendo con la lógica mercantil.  De allí algunos de sus rasgos fundantes:

1.- El Consejo de Fábrica asume  como tarea la superación del trabajo alienado que surge en el régimen de producción capitalista, donde el trabajador está separado y enfrentado con los medios de producción, pero también con sus productos convertidos en mercancías, tal como acabamos de ver.

2.-En el Consejo de Fábrica, al dirigirse a superar las relaciones de producción capitalistas, se plantea la abolición de la jerarquía y el despotismo de fábrica, colocando en cuestión a la división social del trabajo, es decir, la separación entre el trabajo manual e intelectual, la cual es una de las principales relaciones de dominación que se coloca en entredicho a través del ejercicio de la democracia de los trabajadores:

  • Crítica al monopolio y la jerarquía del saber, que se materializa en la expertocracia o en las modalidades tecnocráticas.
  • Cuestionamientos la fragmentación del saber que surge de la especialización.
  • Darle dignidad teórica al trabajo manual, reivindicando el saber popular, propugnando el diálogo de saberes.
  • Asumir la democratización del saber y el pensar con cabeza propia, como requisitos básicos de la democracia en la fábrica.
  • Abolición de los secretos tecnológicos, apertura de los libros de contabilidad, humanización de las jornadas y puestos de trabajo.
  • Conocimiento de la relación salarial, la seguridad y la salud ocupacional

4.- La delegación y descentralización de la capacidad de decisión y de las funciones, concretado en un nuevo modelo de gestión con planificación democrática y elaboración participativa del presupuesto.

En esa dirección, el cambio gerencial, forma parte de la profilaxis antiburocrática, la cual está signada por:

  • La democratización del saber y el diálogo permanente
  • La transparencia informativa y libre acceso a los documentos restringidos
  • El trabajo en equipo y colegiación de las decisiones
  • La delegación de funciones para aplanar las estructuras gerenciales.
  • La simplificación de trámites y combate a la cultura del papeleo.

5.-Como práctica democrática en el Consejo de Fábrica, se elabora el presupuesto participativo, donde se materializa los diversos puntos de vista sobre los problemas a resolver, iniciativas de cambio, aportes e innovaciones del colectivo:

a.- El presupuesto participativo es otra manera de entender la distribución de los recursos públicos, tradicionalmente en manos de algunas élites, especialistas o expertos. Ahora se trata de que los trabajadores, participen en los debates y consultas sobre ingresos y gastos, naturaleza de las inversiones y áreas prioritarias en la empresa.

b.- El presupuesto participativo promueve el combate de la burocracia, ya que permite evaluar la maquinaria administrativa, ubicando sus principales fallas: papeleo, recaudos inútiles, pasos innecesarios. El presupuesto participativo, favorece también el combate a la corrupción, ya que la participación del conjunto de los obreros y empleados de nuestra empresa, neutraliza el clientelismo, el tráfico de influencia en los cupos, licitaciones, compras o inversiones.

c.- El presupuesto participativo, genera condiciones propicias para el seguimiento y control de gestión, ya que el colectivo puede evaluar en forma permanente la ejecución de loacordado, vigilar los recursos empleados.

d.-El presupuesto participativo, permite combatir la parcelación y fragmentación delconocimiento, ya que muchas veces “vemos los árboles pero sin mirar el bosque”, es decir, no vemos más allá del estrecho marco de nuestro campo de trabajo sin comprender las múltiples conexiones en el proceso político-social, sin valorar adecuadamente la complementación y reciprocidad que debe existir entre las diversas iniciativas, planes y programas, sin desarrollar la cooperación y la solidaridad entre todos.

e.- Finalmente, podemos indicar que el presupuesto participativo, por todo lo anterior, puede facilitar la superación de un conjunto de errores y fallas que tradicionalmente están presentes en la formulación y planificación del presupuesto: falta de sinergia, escasa coordinación, poca articulación y pertinencia social de la gestión pública.

6.- En el marco de las nuevas relaciones de producción, donde se inscribe el Consejo de Fábrica, como ya señalamos, la producción no se rige por el mercado, sino que es regulada conscientemente por los trabajadores, en función de necesidades colectivas. Esta regulación consciente, involucra un proceso de planificación, pero no necesariamente con el carácter burocrático y vertical de los planes estatales que hemos conocido. El ejercicio de la democracia participativa y protagónica, los mecanismos de contraloría social, exigen también de una PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA en el proceso económico-social.

7.- Reparto equitativo de los excedentes de la producción como esfuerzo colectivo. Las formas de distribución del excedente, que no persigue la apropiación individual del trabajo ajeno o la acumulación de capital, se guían por principios de solidaridad, equidad y cooperación. En tal sentido, en el Consejo de Fábrica los excedentes se reparten en una serie de fondos:

  • Un fondo de carácter social, dirigido a devolverle a la sociedad en su conjunto, parte de los resultados de la producción,  de la riqueza generada por el trabajo colectivo. Con estos aportes se apoyan a las comunas, asociaciones productivas, EPS, Cooperativas, igualmente las misiones educativas, planes de vivienda y desarrollo territorial
  • Otro fondo dirigido a cubrir gastos asociados a deudas, compras de equipos y materias prima.
  • Un tercer fondo para la seguridad social y la remuneración básica de los trabajadores.
  • Y finalmente, un fondo rotatorio para las contingencias.

8.- La contraloría social es ejercida por los trabajadores a través de organismos específicos creados para tales fines. Se trata de una práctica para realizar la contraloría social en el manejo de los recursos asignados a la empresa, así como sobre los programas y proyectos de inversión pública presupuestada. La contraloría social tiene como objetivo:

a.- Dar seguimiento al funcionamiento del Consejo de Fábrica en su conjunto.

b.- Promover una práctica permanente de vigilancia y control de la administración en la empresa.

c.- Ejercer el control en la ejecución del plan estratégico de la empresa y los diversos programas y proyectos.

  • Cambios en la distribución y el consumo

Uno de los aspectos donde se presentan conflictos en la transición socialista, tiene que ver con el reparto de los excedentes de la producción, producto del esfuerzo colectivo.
De allí que sea necesario no sólo modificar el modo de producción, sino también las formas de distribución y consumo.

En el caso de las formas de distribución del excedente, que no persigue la apropiación individual del trabajo ajeno o la acumulación de capital, se guía por principios de solidaridad, equidad y cooperación.

Un eslabón clave en el desarrollo de propuestas alternativas está relacionado con los canales de distribución, donde es vital promover el desarrollo de infraestructura como los sistemas de transporte, centros de acopio, cadenas de frío y experiencias de  intercambio como los mercados populares, bodegas comunitarias puntos de ventas, ferias de consumo:

  • Lograr abastecimiento a bajo costo / precio
  • Debilitar las roscas de abastecimiento y comercialización de los productos del rubro de alimentos.
  • Fortalecer las redes de productores autogestionarios y de economía comunal6 en las áreas de producción de alimentos y en los procesos de almacenamiento, transporte, abastecimiento, consumo y servicio.
  • Aportar a la diversificación de la producción y consumo de productos alternativos en los rubros de alimentos.

El combate a la lógica del capital en la esfera de la circulación y distribución de alimentos implica reconocer en profundidad el papel de los supermercados y carteles en el agronegocio que logran imponer las reglas del juego en el consumo, siendo muchas veces intangible su papel en la reproducción de la crisis alimentaria, por lo que hay que precisar:

  • ¿Cómo estos supermercados fortalecen patrones de consumo ajeno y estandarizado?
  • ¿Cómo dominan a los pequeños productores, comprando barato y vendiendo caro?
  • ¿ Cómo refuerzan las asimetrías en la ocupación territorial, ya que están en las grandes urbes en la parte norte-costera de Venezuela mientras la agricultura está en espacios lejanos?
  • ¿No produce tal situación el fenómeno de los “alimentos viajeros” los cuales pierden calidad, generan problemas de contaminación, desgastes en el parque automotor, saturación de carreteras y autopistas?
  • ¿Cómo esta “deslocalización alimentaria", (donde los alimentos recorren cientos de kilómetros antes de llegar al consumidor)
  • ¿Niega el desarrollo endógeno y la agricultura sustentable ?
  • ¿Cómo generan los supermercados un cuello de botella, donde el agricultor bajo el control de estas cadenas de comercialización no llega directamente al consumidor y este no puede contactar directamente al productor ?
  • ¿Cómo existen miles de agricultores y consumidores, controlados por unas pocas cadenas como las señaladas ?

Puntualizamos esta realidad con preguntas directrices porque los patrones de consumo forman parte de las relaciones de producción capitalistas y no se pueden separar de la crisis alimentaria y en la coyuntura tenemos que realizar no sólo una labor de denuncia, sino impulsar planes formativos para el consumo alternativo, sustituyendo productos, rescatando la gastronomía popular .

  • Consumo alternativo y gastronomía popular

En el marco de las nuevas formas de distribuir y consumir los bienes y servicios en la transición socialista, es importante atacar el consumismo que se ha impuesto siguiendo los patrones importados, que son reproducidos en nuestra sociedad por las capas que poseen alto poder adquisitivo, predilectos clientes de la comida chatarra como Mc Donald’s, Pepsi-cola . En este caso hay que librar una verdadera batalla cultural para modificar esta demanda alienante, la cual implica también un proceso de sustitución de productos en la dieta diaria (como un ejemplo en ese camino, podemos reivindicar el planteamiento realizado en el Proyecto Educativo Nacional, donde se asume la impugnación de la cultura de la pepsi-cola y su sustitución por el guarapo de papelón con limón o frente al modelo Mc Donald’s, impulsar la cultura del maíz, lo que implica el desarrollo de las cachaperas donde se puede generalizar la elaboración de diversos productos derivados: mazorcas sancochadas o asadas, cachapas, hallacas, mazamorra, caratos, etc.) El enfrentamiento en el terreno de los valores y el gusto gastronómico, está asociado íntimamente a la viabilización de las cadenas productivas. En el caso de las cachaperas, es indispensable fomentar el apoyo crediticio a las empresas asociativas o cooperativas, apoyar las cadenas productivas entre conuqueros que cultivan maíz, la red de transporte, los centros de acopio, los puntos de venta y los locales de elaboración de los derivados de este producto. De igual forma, es indispensable mejorar la higiene y la atención a los consumidores, acelerar la permisología sanitaria y de comercio. Del mismo modo, se requiere una estrategia comunicativa que permita hacer del conocimiento público las propiedades del producto como valor de uso (sus ventajas para la salud, componentes nutricionales, múltiples derivados, etc).

3.3. El Buen Vivir y la depredación de la naturaleza.
  • Crisis orgánica del capital y degradación ambiental

El proceso de valorización-acumulación capitalista intrínsecamente es destructivo, ya que posee contradicciones orgánicas que periódicamente se expresan en las crisis: sobreproducción de bienes ya que la producción no se dirige a satisfacer necesidades sino al mercado, subconsumo porque la capacidad adquisitiva de la población impide comprar los bienes producidos anárquicamente, desproporción sectorial porque no hay relación armónica entre la agricultura y la industria, separación entre la campo y la ciudad, sobreacumulación de capital que conduce a la abundancia del capital ocioso, obsolescencia programada, donde los productos se dañan prematuramente y sobrediversificación de bienes donde se producen pequeñas series y las mercancía cambian de fachada o de apariencia ( empaquetados, etiquetas ) por razones de mercadeo. Todo lo anterior, en su conjunto conduce al despilfarro y al deterioro ambiental, ya que ese proceso implica una alta dosis de irracionalidad y de ausencia de dirección consciente de la producción.

La lógica expoliadora que subyace en la valorización del capital ( hay que recordar la diversidades de subsunciones ) puede enmarcarse en dos ejes de degradación de la naturaleza:

  •  Destruye y despilfarra como “materia prima” todo tipo de recursos, renovables y no renovables, donde se incluyen los ríos, mares, bosques, flora y fauna, incluida la biodiversidad.
  • Por otro lado, contamina el ambiente: incremento de desechos tóxicos, desertificación, gases de invernadero, recalentamiento del planeta.
  • Socialismo agrario y agricultura sustentable

La valorización del capital, la búsqueda de la máxima ganancia en el agronegocio, ha conducido históricamente a un deterioro progresivo del campo, la cual forma parte de la herencia que nos dejo la IV Republica en la agricultura de Venezuela:

  • Semillas con problemas de calidad y de adaptación a las condiciones del suelo y a la adversidad del clima.
  • Fallas en el control de insectos y enfermedades
  • Inexistencia de sistemas de riego adecuado.
  • Alta erosión y pérdida de fertilidad del suelo.
  • Limitaciones en la transferencia, adaptación e innovación tecnológica.
  • Monocultivo e importación indiscriminada.
  • Aplicación de tecnologías inadecuadas, abuso en el empleo de agroquímicos que dañan el ambiente.
  • Monopolio de las aguas y concentración de la propiedad en los suelos más fértiles y productivos.
  • Roscas en los canales de procesamiento y comercialización de la producción agrícola.
  • Alto nivel de desocupación y pobreza crítica.
  • Envilecimiento de los precios. Los pequeños productores o conuqueros venden muy barato a los diversos Intermediarios, pero al final de la cadena de intermediación el valor de los productos agrícolas resultan caros.
  • No han existido centros de acopio ni cadena de frío que le sirvan a la mayoría de los productores. Por ello, estos han sido cuellos de botellas para construir nuevas cadenas de distribución y comercialización.

Resolver los anteriores cuellos de botellas o insuficiencias estructurales que heredamos de la IV República, implica promover otro enfoque sobre desarrollo agrario sustentable en una perspectiva no capitalista, implica impulsar otra política en el campo:

  • Confrontación con las relaciones de producción capitalistas: apropiación privada del excedente, relaciones mercantiles, división social del trabajo.
  • Superación del agronegocio que convierte los alimentos en mercancías, como dijimos anteriormente, en el socialismo agrario hay que producir bajo la tutela de los valores de uso y no de los valores de cambio, producir para satisfacer necesidades colectiva y no para lucrarse a costilla del hambre de los demás.

Esta promoción y desarrollo de la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral, cuyo propósito básico es garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de la población a través de una alimentación SANA, SEGURA, SOBERANA Y SABROSA, 

Se debe buscar el aprovechamiento de las tierras ociosas, el agua, y la mano de obra desocupada en la pequeña y mediana producción del campo, vinculando el conocimiento científico-técnico con los saberes populares en la tradición conuquera.

  • La agroecología como opción en la producción de una alimentación sana, segura, soberana y sabrosa.

Existen diversas corrientes y experiencias en el ámbito de la agroecología, por lo que queremos puntualizar nuestra mirada sobre la misma, siendo explícitos en el enfoque que orienta nuestra praxis.

Como corriente ideológica impulsamos la agroecología política que vincula la “armonía y el equilibrio con la naturaleza” a las relaciones de producción, a la correlación de fuerzas entre actores oponentes, a los contextos socio-históricos específicos y a determinados valores culturales, donde se incluye el gusto y la gastronomía. Queremos indicar con ello que los principios agroecológicos no están al margen de la producción, distribución y consumo de los bienes alimentarios. De la misma forma no están separados de determinados conflictos entre sujetos sociales que pugnan por el reparto de esos bienes ( clases sociales, naciones, etnias, géneros ). Y finalmente, tal conflicto de interés no está desterritorializados, sino que ocurre en un lugar, en un determinado contexto: zonas templadas, trópico, valles, cordilleras, costa. Con todo esto queremos enfatizar que en nuestra sociedad, los “ecosistemas” están condicionados no solo por aspectos “naturales”, sino que en el régimen de producción capitalista la valorización o extorsión del trabajo, la acumulación y reproducción del capital, definen la relación con la naturaleza. Por ello, el comportamiento de la tasa de ganancia determina las prioridades de la inversión y el consumo. Por ejemplo, si la tasa de ganancia es más baja en la agricultura que en la intermediación bancaria, el flujo de capital se dirigirá a aprovecharse de la tasa de interés. Igual ocurre con los rubros banderas, las técnicas y la aplicación de la ciencia, la imposición de determinados patrones de consumo. Para la lógica del capital poco importa la preservación del ambiente o la salud pública. Esta precisión teórico-ideológica nos permite conjurar los peligros del dogmatismo y del reduccionismo, sea de tipo ecologista o cientista como la asume la tecnocracia en el campo.

En este caso, planteamos vincular los cambios en las relaciones de producción capitalista con las transformaciones de la agricultura agrotóxica aplicando principios agroecológicos en el marco del desarrollo endógeno y sustentable, como soporte teórico-práctico de la soberanía alimentaria:

a.- Recuperación y preservación de la biodiversidad.

b.- Manejo integral de suelo y agua.

c.- Recuperación de variedad de semillas autóctonas y construcción de semilleros comunitarios.

d.- Empleo de abonos orgánicos y biofertilizantes.

e.- Reciclaje de nutrientes.

f.- Manejo ecológico de insectos y enfermedades.

g.- Asociación y rotación de cultivos.

El conjunto de razones que hemos esbozado anteriormente, definen la perspectiva estratégica donde inscribimos el Programa Todas las Manos a la Siembra (PTMS), por lo que hemos sostenido que no sólo se trata de sembrar unos determinados rubros, sino también sembrar valores, sembrar un nuevo modo de vida, que no sólo aspira a la armonía entre los seres humanos sino igualmente con la naturaleza. En esa perspectiva se inscriben los siguientes lineamientos:

1.- Asumir con toda su carga ideológica y técnico-productiva, la concepción en torno a una ALIMENTACIÓN SANA, SEGURA, SOBERANA Y SABROSA.

2.- Impulsar la producción de bienes alimenticios bajo la perspectiva de los valores de uso y no como mercancía.

3.- Promover el cambio en los hábitos alimenticios y en los patrones de consumo, tomando en cuenta la experiencia previa del MENU BOLIVARIANO propuesto a raíz del paro petrolero del 2002 donde se sustituyeron más de 30 productos asociados a la dieta diaria. Coordinación con el INN y el MPPA para enfrentar la enajenación consumista y la comida chatarra, desarrollando propuestas de CONSUMO ALTERNATIVO. Esta situación queda patentizada en los actuales patrones alimenticios que concentran los requerimientos nutricionales y energéticos en harinas precocidas de maíz, pasta, azúcar. Aquí no sólo se trata de un problema de salud pública, sino también de una demanda que se combina con el control monopólico de la producción en manos de los carteles del agronegocio.

4.- Plantear la transformación curricular en todo el sistema educativo, incorporando el enfoque agroecológico a los contenidos y prácticas pedagógicas, esto va desde la educación inicial, básica, secundaria, universitaria, hasta las diversas modalidades de educación popular donde se incluyen los Consejos Comunales.

5.- Incentivar la cultura de la siembra no sólo en función didáctico-pedagógica, sino también productiva, dirigida inicialmente a la subsistencia en lo local y en segundo término a la distribución de los excedentes, esto implica sembrar todos los espacios disponibles, desde el cultivo en envases pequeños, unidades productivas escolares y familiares, patios, conucos, parcelas demostrativas, unidades de producción.

6.-Desarrollo de iniciativas de “Ensemillamiento Nacional” a través de jornadas de trabajo para recuperar, preservar y socializar semillas criollas o mejoradas en las escuelas y hogares.

7.- Fomentar la auto construcción de los agrosoportes del nuevo paradigma agrícola: semilleros comunitarios, laboratorios de bioinsumos, sistema de riego adecuado, galpones y centros de acopio.

8.-Empleo de tecnología apropiada y apropiable en el proceso de transformación y de agregación de valor a la producción agrícola, combinando los saberes ancestrales y tradicionales con los adelantos científicos que se adapten al enfoque.

9.- Apoyo a los canales de distribución que permita enfrentar el “alimento viajero”, la especulación y el acaparamiento, lo cual demanda la planificación intersectorial y la constitución de redes productivas socialistas, que puedan trabajar con cupos y pedidos. Aquí es clave la articulación con Mercal, Pdval, el PAE, casas de la alimentación, comedores universitarios y populares.

  • Ciencia con conciencia, tecnología con pertinencia

Otro tópico de la transición socialista está referido a la plataforma tecnológica que demanda nuestro desarrollo. Por ello debemos Impulsar líneas de investigación, diseñar y fabricar prototipos de máquinas, equipos, productos y procesos destinados a la solución de problemas tecnológicos comunes del conjunto de empresas o unidades productoras de bienes y servicios que conforman las cadenas productivas, operando como red, son tareas fundamentales para eslabonar la producción-distribución-consumo en la perspectiva del desarrollo endógeno y sustentable. Hemos heredado un conjunto de máquinas-herramientas que responden a un determinado patrón tecnológico que no tiene correspondencia con nuestra necesidad de desarrollarnos armónicamente, sino que están íntimamente vinculadas a las deformaciones estructurales que hemos descrito, de igual forma están asociadas a un determinado esquema de rentabilidad, que persigue la máxima ganancia apropiada individualmente. Por ello podemos decir, que nuestros parques industriales poseen una tecnología heterogénea que responde a las tendencias que el capital transnacional impuso a nuestra economía. En consecuencia, no se puede partir de tales activos, sin someterlos a una redefinición técnico-productiva. De allí surge la necesidad de la reconversión industrial bajo la égida de lo endógeno, la reingeniería bajo la óptica de lo sustentable, la productividad bajo el sello de la justicia social y la solidaridad.

En este proceso se trata de democratizar el conocimiento, en redes, comité y comunas de saberes, empleando una “CIENCIA CON CONCIENCIA Y UNA TECNOLOGIA CON PERTINENCIA SOCIAL”, aplicación ésta que debe ser orientada hacia las demandas y necesidades concretas del sistema productivo de la economía socialista como tejido productivo que justifica lo que Oscar Varsavsky denomina “estilo tecnológico “ en el marco de un enfoque de ciencia propia : “… diferente por su contenido, sus problemas prioritarios, sus métodos de investigación y sus criterios prácticos de verdad…”. El estilo tecnológico debe combinar adecuadamente los acervos y capacidades propias: ciencia y tecnología ancestral, tradicional y artesanal, tecnología apropiada y apropiable socialmente.

De allí la importancia de vincular la investigación con la innovación, la transferencia tecnológica y su adecuación a la realidad histórico-concreta.

3.4. El Buen Vivir, aprender investigando y la cultura del debate

 
  • Teoría crítica y educación liberadora

En el terreno educativo, nuestra propuesta se enmarca bajo la premisa “aprender investigando, conocer transformando” la cual contiene las siguientes implicaciones epistemológicas y pedagógicas:

  1. La investigación como eje del desarrollo curricular, signado este por la flexibilidad, integralidad, contextualización.
  2. Formación y autoformación del docente investigador.
  3. Didáctica investigativa y estrategias metodológicas innovadoras.
  4. Evaluación – sistematización centrada en el proceso, como comprensión de los aprendizajes.

Estas cuatro determinaciones en la teoría crítica implican el combate a la fragmentación y atomización del conocimiento a través de enfoques inter o transdisciplinarios, impugnando la división social del trabajo. Esta división posee entre sus principales determinaciones estructurales la  separación sujeto-objeto,  la contradicción teoría –práctica, el conflicto ciudad-campo.

Como proceso interactivo posee  proyecciones y derivaciones en los saberes, prácticas y experiencias, entre otras, las investigativas, educativas, comunicacionales y organizativas: separación entre investigador-investigado, distancia entre maestro-alumno, divorcio entre emisor-receptor, alejamiento entre dirigente-dirigido.

Al ubicar estos diversos planos de la división social del trabajo y su empalme con las relaciones de dominación  nos colocamos en una perspectiva histórica escasamente trabajada en la teoría transformadora, ya que el mayor énfasis se le ha dado a la propiedad y a las relaciones mercantiles capitalista. De allí la importancia de destacar como en la actual etapa de la  revolución bolivariana se ha venido dando un proceso de toma de conciencia  que se traduce en el reconocimiento de  la necesidad de superar estos procesos enajenantes tanto en el trabajo como en la educación.

Esta tarea es asumida en el Plan Nacional Simón Bolívar (PNSB-2008-2013) cuando pone en discusión la división social del trabajo capitalista y se plantea la abolición de la jerarquía y el despotismo en la organización del trabajo.

Veamos la forma expresa de este planteamiento:

 “IV. MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA 

Enfoque 4 

“…La producción en la búsqueda de lograr trabajo con significado se orientará hacia la eliminación de la división social del trabajo, de su estructura jerárquica actual y a la eliminación de la disyuntiva entre satisfacción de necesidad y producción de riqueza. 

El modelo productivo responderá primordialmente a las necesidades humanas y estará menos subordinada a la reproducción del capital…” 

Por otra parte, en la Ley Orgánica de Educación (LOE) en el Art 15, numeral 6, se señala:

“Formar en, por y para el trabajo social liberador, dentro de una perspectiva integral…”

De la misma manera, abordando lo territorial o el nexo entre ciudad-campo articulado a lo local-regional-nacional, en la LOE hay una serie de artículos, entre los que están el 15, numeral 3, 24,28 y 49, donde se plantea

 “Formar ciudadanos y ciudadanas a partir del enfoque geohistórico con conciencia de nacionalidad y soberanía, aprecio por los valores patrios, valorización de los espacios geográficos y de las tradiciones, saberes populares, ancestrales, artesanales y particularidades culturales de las diversas regiones del país,..”

 “…formación integral de las ciudadanas y los ciudadanos individuo en su contexto, orientada por valores de identidad local, regional y nacional, para propiciar, mediante su participación protagónica, el arraigo a su hábitat...”

"…la formación permanente de la persona, sin distingo de edad, con el respecto a sus capacidades, a la diversidad étnica, lingüística y cultural, atendiendo a las necesidades y potencialidades locales, regionales y nacionales.”

"… atendiendo a la diversidad, las especificidades étnico-culturales, las características regionales…”

Del mismo modo, en el  Art 6, numeral 3, ordinal D, de la misma Ley Orgánica de Educación, se indica

 “Desarrollo socio-cognitivo integral de ciudadanos y ciudadanas, articulando de forma permanente, el aprender a ser, a conocer, a hacer y a convivir, para desarrollar armónicamente los aspectos cognitivos, afectivos, axiológicos y prácticos, y superar la fragmentación, la atomización del saber y la separación entre las actividades manuales e intelectuales

De esta manera, tanto en el PNSB como en la LOE, se definen criterios básicos para el combate a la división social del trabajo capitalista, bajo la óptica del trabajo liberador y la educación liberadora:

  • En el modelo productivo, eliminación de la división social del trabajo y su jerarquía actual.
  • En lo territorial, articular lo local con lo regional y lo nacional
  • En lo educativo, formación integral desde un punto de vista socio-cognitivo
  • Articulación del ser, con el saber y el hacer
  • Armonizar los aspectos cognitivos con los afectivos, axiológicos y prácticos
  • Todo lo anterior hace obligante superar la fragmentación y atomización del saber, la separación entre las actividades manuales e intelectuales,

La formación permanente, TANTO TÉCNICO - PRODUCTIVA COMO SOCIO - CULTURAL, que demanda el nuevo modelo productivo socialista delineado en el PNSB y en la LOE, bajo la mirada de la EMANCIPACION DEL TRABAJO, requiere impulsar como ya anotamos urgentes cambios en el sistema educativo, particularmente en la educación universitaria, donde hay que realizar transformaciones curriculares que apunten a modificaciones profundas en la investigación, docencia y extensión.

En nuestra universidad existen anacronismos curriculares que hacen que los aprendizajes no tengan pertinencia socio-cultural, es decir, están divorciados de los sujetos sociales que demandan formación, de los contextos productivos que requieren formación polivalente .

En tal sentido, en nuestras universidades se plantea transformar las concepciones y prácticas existentes en torno a la investigación, desarrollando nuevos paradigmas donde se contempla:

a.- Superación de los enfoques y prácticas disciplinarias que simplifican y atomizan el conocimiento.

b.- Empleo de metodologías de la investigación que respondan adecuadamente a la complejidad de lo real: sujetos sociales, problemáticas, contextos diversos.

c.- Definición de líneas de investigación en correspondencia con las demandas del desarrollo endógeno .

d.- Investigación aplicada que permita realizar los escalonamiento tecnológicos, resolviendo problemas.

Igualmente, está planteado cambios urgentes en la práctica docente, actualmente bajo el sello de la memorización y repetición, de la formación libresca centrada en la exposición .En su lugar de trata de postular el docente investigador que permita la adecuación y flexibilización de los contenidos al contexto y a las necesidades, desarrollar estrategias de aprendizajes adecuadas, con métodos interactivos, con énfasis en al aprendizaje independiente y la autogestión pedagógica, de la misma forma; emplee recursos para el aprendizaje múltiples, utilizando una baterías de medios e instrumentos, vinculados al trabajo, a la alegría, a la naturaleza.

Finalmente, este enfoque de la reforma curricular en las Instituciones de Educación Superior, planea redefinir las actividades de extensión:

  1. Superación del expediente eventista y complementario de la extensión tradicional.
  2. Vinculación orgánica con la investigación y la docencia.
  3. Articulación con los planes de desarrollo endógeno-sustentable y la construcción de  redes de asociaciones productivas.
  • Nueva racionalidad comunicativa como cultura del debate.

Frente a la patología comunicacional y las distorsiones informativas propias de la cultura burguesa y el empleo de las operaciones psicológicas como su viabilización práctica, en el socialismo hay que promover “UNA COMUNICACIÓN LIBRE DE COERSIÓN” tal como lo planteó Habermas. Este autor, planteó la existencia de unas normas de racionalidad en la teoría crítica, las cuales se asocian al discurso y al lenguaje ordinario.

La capacidad comunicativa, donde se incorpora al  habla y al discurso, métodos de discusión, ideales transformadores de justicia, libertad, solidaridad, como signo de autorrealización y de una ética comunicativa.

Este ideal del habla y del discurso, sostiene que la única compulsión que se puede permitir es la fuerza del argumento, y en consecuencia, se puede hablar de una comunicación libre de coerción cuando no hay presiones psicológicas, bloqueos o silencios, violencia verbal o semiológica, todo ello expresado en el estilo descalificador y de cliché, el corrillo y la maledicencia propias de la cultura capitalista.

Los postulados de racionalidad y de validez en el habla, son para Habermas los siguientes:

  • Lo que se dice es verdad
  • Lo dicho es entendible
  • También es sincero
  • El hablante está en su razón

 El consenso que se logra a través de esta discusión auténtica es un consenso activo, verdadero, siendo la verdad un resultado del debate y la confrontación, lo cual permite que emerjan los verdaderos intereses de los participantes.

 La libre discusión conceptuada por Habermas como “situación ideal de habla” demanda de un clima democrático, que admita las discrepancias y el libre juego de tendencia, igualmente la libre circulación de las ideas, rechazando las amenazas, censuras, manipulaciones y controles.

En la construcción de una nueva cultura política, la ética y la nueva racionalidad comunicativa de base habermasiana se convierte en una propuesta alternativa a la manipulación informativa del imperio y la oligarquía, siendo una herramienta valiosa en manos de los revolucionarios identificados con la construcción del Socialismo en Venezuela.

Con este legado de la teoría crítica, podemos postular una NUEVA RACIONALIDAD COMUNICATIVA:

  • Libertad real de opinión, libre circulación de las ideas, libre acceso a los medios.
  • Construcción de visiones compartidas o consensos activos sobre la base del dialogo de saberes, debates y discusiones libres de compulsión psicológicas ( descalificación, estilo de cliché, maledicencia y corrillos).
  • Desarrollo de actitudes comunicacionales: saber oír y respetar la palabra del otro.
  • Ética comunicativa, haciendo transparente las diferencias, procesando correctamente las contradicciones.

3.5. El buen vivir y las nuevas formas de intervención y organización

  • Reivindicar otra manera de decir y hacer la política.

En el régimen adeco – copeyano de los últimos 40 años, ha predominado una manera de decir y hacer la “ política”.  Esto ha contribuido decisoriamente a su descrédito, generando el clima de desencanto y de apoliticismo que se ha apoderado de importantes sectores de la vida nacional.Una serie de valores, métodos y procedimientos se conformaron como matriz cultural, lo que en lenguaje coloquial se concreta en frases muy conocidas:

  • Cuánto hay pa´eso ?
  • Póngame donde haiga
  • Quítate tú pa´ponerme yo
  • El papel aguanta todo
  • El fin justifica los medios...
  • Sálvese quien pueda

Bajo este  sello del pragmatismo y la burocracia, la “política” es una actividad separada del hombre común (separación entre la sociedad política y la sociedad civil) convirtiéndose en una especie de carrera para obtener privilegios y disfrutar de prebendas por parte de unos pocos. De allí el conocido clientelismo partidista, el nepotismo, la carguistis. En consecuencia, sobre el político existe un manto de sospecha como farsante, sucio, estafador, demagogo, oportunista. La desvalorización de la palabra empeñada, hace posible que cunda el escepticismo sobre la política, surgiendo la actitud de no creer en nada ni en nadie. Uno de los elementos que pervierte el accionar político (como parte de la vieja cultura política heredada del puntofijismo), es el paradigma maquiavélico que justifica éticamente todo tipo de maniobra, fundado más en la astucia que en principios o en ideales. Bajo el slogan “el fin justifica los medios” se valida la separación del qué y el cómo

Una de las derivaciones de esta matriz cultural, la encontramos en el secuestro de la soberanía política:

  • Seudo-participación, ya que el locus de la democracia se coloca en el acto electoral, donde se vota pero no se decide. De allí la caricatura del verbo participar: Yo participo, tú participas, nosotros participamos, OTROS DECIDEN.
  • Ganar elecciones con trampas, donde se incluye desde las imposturas en la imagen personal, pasando por los discursos y las promesas vacías, y terminando en el uso de procedimientos para alterar o desconocer resultados.
  • La política adquiere rasgos de baratija, que se cambia libremente en el mercado. Por ello la importancia del raiting, los centimetrajes de prensa. El contenido real es sustituido por la forma, imágenes, símbolos, números, predominando lo apariencial y lo efímero. Estamos frente a la escena política donde “todo vale”.

Estas prácticas han dado origen a lo que se denomina el “malestar de la democracia”, generando la profunda crisis de legitimidad y de gobernabilidad que vivimos en la IV República.Los anteriores tópicos de la cultura puntofijista, se expresan puntualmente en la acción pública estatal:

  • Por la preeminencia de la epistemología empírico-analítica (que desagrega y separa por la vía de disciplinas y las especializaciones los planes, programas y proyectos ) de allí que los múltiples ministerios, institutos, corporaciones, gobernaciones y alcaldías, han carecido de articulaciones y coordinaciones, afectándose su direccionalidad estratégica. Por ello es muy común encontrar, infinidades de planes que se solapan y duplican el esfuerzo. Por ejemplo, resulta insólito como se ha abordado lo social: infinidades de organismos adscritos a diversos ministerios intervienen en el área social en forma atomizada, con poca coordinación, derrochando recursos y sin capacidad de resolución de la problemática.
  • Esta fragmentación y dispersión de la acción pública es reforzada por el clientelismo grupal. En cada instancia de la administración pública, los partidos o grupos como AD, COPEI y compañía, colonizaron los espacios cubriendo cargos y responsabilidades de una manera sectaria. En tal sentido, cada vez que hay cambios gerenciales o en los cargos directivos entre estos, se generaron climas de incertidumbre o de caos, ya que no hubo continuidad en los planes ni en los equipos, lo que hizo obligante empezar de nuevo. Tal tendencia, llega a exponenciarse con la presencia del nepotismo o las roscas meritocráticas.
  • Como producto de la división social de trabajo, los expertos y especialistas también conforman grupos que monopolizan y jerarquizan el saber, siendo esto un factor de poder. Se trata de la figura del “técnico” o del “experto” encasillado en una determinada disciplina que no coopera ni colabora en “asuntos que no son de su competencia” y en su ámbito se hace insustituible e indispensable.
  • Los mismos grupos de expertos o técnicos especialistas elaboran políticas, planes y proyectos sin pertinencia social, en la medida en que no involucran a los ciudadanos en la elaboración de las propuestas, de la misma manera no están contextualizados.
  • Los criterios de dirección y coordinación están cimentados en INFORMACION-ORDENES, que como un ritual se repiten y memorizan sin comprensión, sin adaptación y enriquecimiento.
  • La evaluación y el control de gestión se orienta por la razón burocrática: papeleo, recaudos, formatos. Esto lo hemos caracterizado en otros momentos como el síndrome del CUMPLIMIENTO, es decir, cumplo y miento, siendo una expresión concreta en este campo de la contradicción teoría-práctica: una cosa es la que se dice y otra la que se hace.

Como podemos observar este conjunto de aspectos de la cultura burguesa no es un asunto del pasado, sino que algunos de sus vestigios encuentran en nuestro proceso, con el peligro de reproducirse en el futuro.

Tales  valores, métodos y prácticas erróneas no sólo se reproducen en la revolución bolivariana por la presencia en su seno de algunos personeros reproductores de la cultura puntofijista, sino que forman parte de un conjunto de relaciones sociales que son la trama material y simbólica de la dominación. Por ello resulta equivocado responsabilizar a determinados individuos por estos males, si no ubicamos las estructuras y procedimientos que le sirven de soportes, y cuya superación debe ser el objeto de la acción transformadora en estos momentos.

Uno de los ámbitos donde es vital rectificar actitudes erróneas y promover una nueva mentalidad, es el de la ciudadanía. Como ya vimos, la crisis de identidad y sus secuelas en el desarraigo, hace muy común la conducta irresponsable, una de cuyas manifestaciones se concreta en el desprecio por lo público, tal como se asume en la cultura adeco-copeyana.En tal sentido, la siembra de ciudadanía hoy tiene los siguientes ejes:

  • Apreciar el valor del interés común en la vida social
  • Cuidar y proteger los bienes colectivos.
  • Respeto de las normas de convivencia.
  • Corresponsabilidad en la acción de gobernar.
  • Defensa de derechos y garantías.
  • Cultura del ahorro y de la eficiencia.
Del mismo modo, la política tiene que recuperar su lugar como actividad asociada al bien común, impregnando el conjunto de la vida social. Todo ciudadano, en la perspectiva enunciada anteriormente, es político en la medida que se ve involucrado en los asuntos públicos que son del interés general y participa responsablemente en la resolución de los problemas que afectan a la familia y la comunidad. Darle a la política la dignidad de las cosas sencillas y cotidianas, exige los siguientes cambios actitudinales:
  • Dejar de ser una carrera, profesionalizada o especializada: TODOS SOMOS POLÍTICOS.
  • Promover el espíritu de servicio y de compromiso con la justicia, ante todo.
Esta nueva cultura política se expresa en la desburocratización de la administración pública, en la perspectiva del Estado Comunal y la construcción del Poder Popular.

En tal sentido, una de las rectificaciones urgentes está referida a la reestructuración general de toda la administración pública, buscando abaratar la gestión pública, hacerla más eficiente, superando la intermediación burocrática.

Al mismo tiempo que se plantea la desburocratización de la administración pública, hay que trabajar por la salida de los agentes de la contrarrevolución que están en el gobierno.

Para ello proponemos discutir y aplicar los siguientes criterios rectores:
  • La delegación y descentralización de la capacidad de decisión y de las funciones, concretado en un nuevo modelo de gestión con planificación democrática y elaboración participativa del presupuesto.
  • Impulso de la planificación intersectorial, para alcanzar sinergia y concurrencia en los planes, programas y proyectos, que por ahora siguen duplicando el esfuerzo, solapando funciones, con un alto nivel de ineficiencia y no pertinencia social.
  • La transferencia directa de recursos a las comunidades.
  • Simplificación de trámites, recaudos administrativos y técnico-legales.
  • Colocar el acento en la pertinencia social y la eficiencia ejecutiva en la inversión presupuestaria.
  • La transferencia de recursos a todos los sistemas asociativos de la economía comunal.
  • La organización revolucionaria como vanguardia colectiva, síntesis de la unidad en la diversidad.

Para cambiar la viday asumir el Buen Vivir, hay que erradicar el capitalismo, siendo necesario  la preparación y organización de las fuerzas revolucionarias, reconociendo que actualmente los sectores comprometidos en torno a las anteriores premisas ideológicas, estamos fragmentados y dispersos.

De allí la importancia de una política de reagrupación de las fuerzas a través de un plan de trabajo que postule la UNIDAD EN LA DIVERSIDAD, construyendo espacios de encuentros, canales de comunicación y enlace, coordinación de acciones e iniciativas.

Es en esta última dirección, donde se inscribe la iniciativa de materializar en todo el país y en diversas regiones, espacios de reagrupamiento de los sectores revolucionarios, tal como vienen siendo asumido en el Gran Polo Patriótico, sin desconocer los esfuerzos y las experiencia previas, ni ignorar la existencia de la corriente en diversos ámbitos del proceso revolucionario ( en el seno del gobierno, entre los militares patriotas, en los partidos autodefinidos como chavistas, en las organizaciones sociales, en los sectores intelectuales) pero asumiendo que en los actuales momento se requiere de un mayor empujen organizativo.

Este esfuerzo unitario requiere reconocer las diversas formulaciones y experiencias organizativas que le abren campo a la participación popular en los asuntos públicos: Redes Sociales, CTU, Mesas Técnicas de Agua, Círculos Bolivarianos, UBES, Colectivos de Trabajo, Asambleas Populares, corrientes clasistas de trabajadores, Consejos de trabajadores, etc.

Las dinámicas de los conversatorios y encuentros deben articularse a este acumulado de experiencias organizativas, valorando adecuadamente los diversos ritmos y tiempos de cada colectivo. Por ello, este movimiento adopta la modalidad de RED DE REDES.

La anterior visión de la red de redes, es una respuesta a las prácticas burocrática que se presenta bajo en enfoque de la partidocracia como ORGANIZACION UNICA:

  • La organización, aparato estructura, como un fin en sí mismo.
  • Organización única y cerrada, predominio del monolitismo, topografía centro-periferia.
  • Organizaciones comunitarias y gremios como “correas de transmisión” del partido.
  • Jerarquías y verticalismo en la dirección y en las tomas de decisiones.

Las concepciones partidistas tradicionales tienen su origen histórico en la División Social del Trabajo, por ello nos planteamos su superación a través de la democracia directa, instaurando la democracia real y no solamente formal y representativa. 

Este enfoque deriva una serie de opciones en el terreno organizativo:

  • Organización como un medio, resultado de un proceso y de una praxis, donde están involucrados aspectos cognoscitivos, pedagógicos y comunicativos. en una onda liberadora.
  • Sistema de organización o redes, superando el enfoque que plantea una sola manera de organizarse, imponiendo modelos y esquemas que no están en correspondencias ni con las experiencias ni las necesidades e intereses de la gente.

Ahora bien, esta caracterización del proceso organizativo, debe concebirse como una tensión contradictoria entre lo nuevo y lo viejo, como dinámica que ocurre en la cotidianidad. De allí la importancia de precisar los obstáculos y resistencia que encuentran las nuevas propuestas.

La razón dominante, (la alienación) no es una metáfora, sino que comporta tanto una práctica material (relaciones de producciones concretas) como una racionalidad (formas de saber, representaciones, significados). Ello le impone un sentido al modo de vida y se refleja por supuesto en cualquier individuo, colectivo o movimiento social.

Por lo tanto, los esfuerzos de cambio no operan en el vacío ni en el equilibrio, sino con un alto nivel de incertidumbre y de contradicciones generadas por la trama material del régimen de producción capitalista.

Es bueno advertir que, no solo se trata de aristas morales, incongruencias individuales, sino que se trata de un fenómeno social colectivo.

El conjunto de relaciones sociales capitalistas (apropiación egoísta de la producción material y simbólica, competencia por la distribución y reparto, la división de tareas, funciones y roles, que surgen del divorcio entre las actividades manuales e intelectuales) originan un sistema de contradicciones supraindividuales:

* Espontaneidad y dirección consciente: Hay un choque permanente entre la tendencias espontáneas que reproducen formas de dominación (son parte de un sentido común programado ideológicamente) y la acción consciente que apunta hacia el cambio.

  • Democracia y centralismo: Igualmente en este caso opera una dinámica contradictoria, una que apunta hacia el ejercicio de la soberanía plena. y la otra que la cautela o usurpa.
  • Particularismo y globalización: Se trata de obstáculos epistemológicos que se polarizan entre tener una visión micro sin contextualización o una globalización que no aterriza en ningún lado.
  • Individualización - colectivización: Pareja excluyente, donde el egocentrismo niega lo gregario - comunitario o la abstracción general del “interés general” (estado - partido) niega la persona.

Este sistema de contradicciones se traduce en los siguientes comportamientos organizativos:

  • Espontaneistas o voluntaristas
  • Democratistas o centralistas
  • Localistas o ciudadanos del mundo

No hay a priori lógico que resuelva estas contradicciones, si bien el rompimiento con los esquemas de la lógica formal principio de no contradicción, identidad A=A nos permite ser menos unilaterales y rígidos. De igual manera, contribuye a superar tales contradicciones el combate a la cultura política que hemos conocido (partidocracia, militancia instrumental). Pero como ya anotábamos, se trata de una conducta generada por los automatismos del mercado y de la división social del trabajo, las cuales forman parte de una trama material y simbólica que nos hace ser: individualistas y posesivos, escindidos en los análisis, parcelados en los intereses.

Estas conductas fragmentarias, que tienden hacia la atomización y la dispersión, conspiran de manera espontánea contra los intereses colectivos y dificultan la identidad y el sentido de pertenencia.

El anterior sistema de contradicciones se combinan para obstaculizar la unidad de acción, para minar la voluntad colectiva en cualquier experiencia organizativa, ya sea esta la de un grupo de vecinos, la comunidad educativa, sindicato, colectivos de docentes, etc. Por ello, la praxis transformadora debe partir de su reconocimiento, asumiendo la espontaneidad del ser social (con sus necesidades y carencias) y al mismo tiempo ejercer la crítica y nadar contra la corriente para facilitar la toma de conciencia.

Referida al primer aspecto, creemos que se hace obligante “desaprender”, cambiar de lente, hacer las experiencias en otra dirección, promoviendo nuevas maneras de organizamos.

En la construcción de salidas alternativas al problema organizativo, proponemos los siguientes horizontes de búsqueda:

1.- Se trata de construir un clima cultural, como proceso de reforma intelectual y moral como decía Gramsci, dicho proceso precede la construcción de la voluntad colectiva.

Aquí las mediaciones cognoscitivas, pedagógicas y comunicativas forman parte de una estrategia global de cambio, ya que se combinan para golpear centralmente la parcelación y el monopolio del saber, la pedagogía paternalista, la manipulación informativa, y en su lugar ayudar al desarrollo de una cultura del debate tal como fue reseñado anteriormente,  un nuevo modo de producción de conocimiento, que permita la participación real y la identificación con los intereses generales, partiendo de la cotidianidad y de las dinámicas existenciales concretas de la gente. 

2.-En tal sentido, se trata de construir una nueva subjetividad, una nueva mentalidad.
De allí que, todo el acento de nuestra búsqueda de respuestas al problema organizativo está colocado en construir espacios y prácticas emancipadoras: la organización como “prefiguración” de la nueva sociedad, escuela de nueva civilización, donde sus miembros se asocian libremente, crecen como persona, sin compulsión sin temores.

3.-Se trata de lograr nuevas formas de existencia, y si bien toda organización implica niveles de dependencia y de otorgar mandatos, enajenando una parte de la soberanía política, este tipo de delegación debe controlarse conscientemente. Los mecanismos que hemos propuesto para el control de la delegación son: elección directa, rendición de cuenta, revocatoria del mandato, rotación en los cargos, delegación funcional, democratización del saber. Particular papel asume la praxis del “referéndum” para revocar el mandato, corregir prácticas equivocadas y garantizar la participación permanente de los ciudadanos (vecinos, maestros, obreros, estudiantes).

3.6. El Buen Vivir y los movimientos sociales

Las formulaciones que anteceden no pueden estar separadas o planteadas con sesgos economicistas, ni el orden de su exposición implica prioridad o importancia, sino que en conjunto forman parte de un enfoque global en la lucha contra la explotación del trabajo ,la opresión política y el dominio cultural, siendo vitales en la propuesta del Buen Vivir que venimos proponiendo.

En esta reseña, presentaremos algunos lineamientos programáticos tal como están recogidas en el texto Tesis Programáticas del Socialismo Revolucionario” , discutido en I Encuentro Regional de la Corriente por el Socialismo Revolucionario, Ciudad Guayana 26 y 27 de Noviembre de 2005. 

  • La Emancipación de la mujer 

El enfoque de género debe ser reivindicado en el programa socialista, la cual no puede subsumirse a la adscripción de clase. Siendo cierto que la liberación de la mujer está unida estrechamente a la emancipación de los trabajadores y de las comunidades indígenas y de la nación en su conjunto ( ejemplo de la triple articulación clase, etnia, nación )hay una serie de aspectos específicos en nuestra sociedad que afectan a la mujer:

  • El machismo y los patrones eróticos-sexuales, colocan a la mujer como objeto, dominada y subordinada, hasta el punto que “el oprimido vive conforme con su opresión”.
  • La diferenciación salarial y la estratificación en los puestos de trabajo, reflejan una brecha desigual para ñlas mujeres.
  • Padecimiento de la doble jornada, donde se sincroniza el empleo formal con la carga doméstica, que sobreexplota a la mujer.
  • La discriminación que dificultad el acceso a los carhgos de responsabilidad.
  • La autominusvalía por la vergüenza étnica o endoracismo, excluye de una manera más sutil a la mujer.

En el socialismo hay que combatir este cuadro de opresión, discriminación y exclusión:

  • Superación de la concepción y las prácticas machistas, incluyendo la esfera íntoma de las relaciones erótico-sexual.
  • Igualdad y equidad en las oportunidades, responsabilidad compartida en todos los planos.
  • Combate al uso del cuerpo femenino en la estética de la mercancía o gancho publicitario
  • Medicina y terapias alternativas

Podemos hablar de un  “modelo médico capitalista” que se basa en:

  • La mercantilización de la salud, con una clara tendencia a la privatización, que explota la industria de la enfermedad.
  • Profundización de la división social del trabajo capitalista, conctetada en la especialización médica que da cuenta de la extensa fragmentación del cuerpo humano y el tratamiento atomizado de la enfermedad bajo un enfoque biologicista.
  • Enfoque que acentúa el diagnóstico estandarizado, sintomatológico y curativo de la enfermedad.
  • Ignorancia de la raíz histórico-cultural de la salud.
  • Distancia o separación médico-paciente y su entorno.
  • Medicación del cuerpo y hegemonía de la industria farmacéutica que ignora cualquier terapia alternativa.

El socialismo al ser un nuevo modo de vida, donde se propugna el desarrollo humano integral, tiene que promover otro enfoque de salud y por supuesto proponer lo que se ha venido denominando medicina alternativa:

  • Concepción integral de la salud, estableciendo los múltiples nexos que conforman tal punto de vista, desde su génesis socio-histórica y cultural, pasando por otros aspectos como las condiciones económicas, el proceso de vida familiar y personal ( el entramado de lo bio-psico-social.
  • Visión holística del cuerpo y la enfermedad.
  • Interacción dialógica médico-paciente, bajo premisas humanistas.
  • Visión preventiva de la enfermedad, soportada en la educación comunitaria en salud, desarrollando hábitos higiénicos adecuados, garantizando condiciones sanitarias y ambientales saludables, del mismo modo, alimentación balanceada.
  • Sustitución de las prácticas médico-hospitalaria por médico de familia y la atención primaria en la comunidad.

La organización de la comunidad en redes que atienden el proceso de salud pública bajo este enfoque, logra descongestionar los hospitales y clínicas. De esta maner, disminuyen las consultas, se alcanza una mayor cobertura y se abarata el servicio.

  • Hábitat y vivienda productiva

Las deformaciones e insuficiencias estructurales del capitalismo también tienen sus expresiones en la ocupación territorial, en la problemática distorsiones del desarrollo urbano y en la problemática de la vivienda:

  • Imposición de modelos constructivos de factura industrial ( cemento y cabilla, con un alto consumo energético ) que debilitan su pertinencia socio – cultural, encarecen sus costos y generan problemas de abastecimiento de tales materiales.
  • Predominio de concepciones prejuiciadas sobre modelos alternativos en la construcción de viviendas como el barro y la madera, aduciendo problemas de seguridad con los sismos y los incendios o problemas de salud como el mal de chagas.
  • Monopolio privado de las tierras, encareciendo el uso de los suelos.
  • Negocios especulativos con las vivienda y los servicios conexos.

En el socialismo la vivienda debe convertirse en el núcleo fundante de nuevas relaciones sociales, superando las anteriores limitaciones impuesta por el capitalismo:

  • El diseño arquitectónico, la distribución de sus espacios internos ( cocina, comedor, habitaciones, corredores )debe resultar del dialogo de saberes, donde lo técnico-productivo se combina con los acervos culturales comunitarios, contextualizado en el espacio local.
  • Se deben combinar diversos materiales constructivos, con énfasis en el barro ( adobe, tapia, bahareque ) la madera y otros materiales existentes en el entorno inmediato.
  • Distribución espacial que permita la interrelación social, reivindicando el patio o solar como lugar para la cría de animales doméstico, el cultivo de diversos rubros tradicionales de origen agrícola vegetal: frutas, flores, verduras, plantas medicinales y aromáticas.
  • Participación comunitaria con diversas modalidades de asociación, cayas y convites en la autoconstrucción.
  • Deporte y recreación no enajenada

El deporte y la recreación en el capitalismo han sido utilizados por las clases dominantes como “pan y circo” buscando la evasión de situaciones conflictivas en lo político- social, de esta manera se intenta canalizar el descontento, promoviendo espectáculos y eventos deportivos.

En esa perspectiva se sustituye lo lúdico por el rendimiento corporal, la solidaridad y la amistad por el empeño en batir record, obtener medallas y trofeos a cualquier precio: agresiones físicas, corruptelas, fraudes y trampas diversas.

Por todo, esto en el socialismo se hace indispensable superar este tipo de deprote enajenado por la mercantilización y en su lugar impulsar un deporte que se oriente al desarrollar cualidades y valores humanistas:

  • Vinculación del juego con el placer.
  • Aceptación de la diversidad de rendimiento corporal
  • Recuperación histórica de los juegos cooperativos y tradicionales
  • Empleo del deporte como una herramienta pedagógica para la formación en valores.
  • Articulación de la actividad deportiva como cualificación del tiempo libre y el ocio creador
  • Tiempo libre y ocio creador.

En el régimen capitalista, el tiempo de trabajo y de recreación está signado por la enajenación. El proceso productiva en la fábrica, deja poco tiempo para actividades que no se enmarquen en la “productividad” y cuando hay alguna se trata de las rutinas empobrecedoras de la industria cultural.

Por ello la humanización y la reducción de la jornada de trabajo, ampliando la franja de tiempo libre, es una de la conquista clave del proceso emancipador.

El logro de un mayor tiempo libre, se vincula con el ocio creador, donde se desarrollan múltiple actividades:

  • Oportunidades para la formación permanente y la superación personal.
  • Dedicación al acompañamiento de los niños y la familia en general.
  • Realización de actividades deportivas y recreativas
  • Visitas a monumentos históricos y naturales
  • Participación en eventos artísticos: musicales, danzarios, cine, teatro.
  • Expediciones para conocer ríos, montañas, conocer la flora y la fauna de nuestras localidades.
     
IV.- A manera de conclusión

El Buen Vivir, en nuestra perspectiva, no es una consigna aislada o prédica eventual, sino que está englobado en los siguientes 14 aspectos de un PROGRAMA PARA CAMBIAR LA VIDA” :

I.-  Buen Vivir involucra la insurgencia cultural

II.-  Buen Vivir significa asumir otro enfoque de desarrollo integral, endógeno-sustentable

III.-Buen Vivir se relaciona con el trabajo liberador, con el  Consejo de Fábrica y el Control Obrero.

IV.-Buen Vivir tiene nexos con la alimentación sana, segura, soberana y sabrosa.

V.-Buen Vivir se vincula con  la preservación del ambiente y la socio-bio-diversidad con el enfoque agroecológico.

VI.-Buen vivir promueve tecnologías apropiadas y socialmente apropiables

VII.-Buen Vivir se asocia a la educación liberadora

VII.-Buen Vivir demanda una nueva racionalidad comunicativa

VIII.-Buen Vivir requiere de un nuevo modelo de gestión pública

IX.- Buen Vivir se articula con la nueva cultura política

X.- Buen Vivir se sintetiza en la organización revolucionaria como prefiguración de la nueva sociedad

XI.- Buen Vivir se conecta con la emancipación de la mujer

XII.-Buen Vivir hace parte de la salud integral y la medicina alternativa

XII.-Buen Vivir  se concreta en la vivienda productiva y el hábitat

XIV.-Buen Vivir es tiempo libre y ocio creador


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Carlos Lanz Rodríguez

Sociólogo, teórico militante revolucionario y ex-guerrillero.


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