Es cierto que ganamos, la oposición nuevamente fracasó es su anunciado plebiscito, el Chavismo se recupera y el gobierno encabezado por Nicolás se afianza. La recién elección municipal, claro que era un nuevo enfrentamiento de los dos bloques políticos existentes en el país. Las recientes mediadas contra arremetida del capital rentista y especulador estimularon la conciencia de clase y se logró la participación necesaria para asestarles una nueva derrota. Pero hay que tener claro, que más allá de los números, más allá de lo cuantitativo, continúan pendiente lo cualitativo, los cambios que consoliden esa conciencia de clase, los cambios que consoliden el avance hacia un nuevo modelo de sociedad basado en cada vez mayores niveles de vida para las más amplias mayorías y fundado en un nuevo Modelo Productivo de Participación Protagónica Popular -MPPPP-, que deje en el pasado el modelo netamente rentista de importación y dependencia de países potencias productoras, y del capital especulativo financiero.
Sólo así lograremos la mayor suma de felicidad posible en el pueblo. Si bien es cierto las relaciones de producción, el modelo productivo, es la base de la vida social, no es menos cierto que el poder político es la palanca para la transformación y sostén de cualquier modelo o modo de producción, de allí la afirmación de Lenin de que la cuestión del Poder, es decir, del control y poder del Estado, es la cuestión central y medular de la lucha de clases que mueve la historia. Ahora el pueblo está más claro en qué es la lucha de clases.
Algo hay que dejar claro, el pueblo venezolano no es actualmente, ni remotamente, ese pueblo manipulado de la llamada cuarta república, ha adquirido conciencia de clase frente a sus explotadores, pero tampoco crea la alta burocracia de esta aún naciente nueva república, que no está consciente de las desviaciones que se expresan y acechan en nuestro proceso. Es sólo que está consciente que pa’ atrás ni pa’ coge impulso, y que su única esperanza de mayor bienestar está pa’lante.
Esa conciencia es el mayor legado que le trasmitió Chávez, y gracias a ese legado ha sabido distinguir entre la necesaria defensa de sus intereses de clase, un gobierno de gestión deficiente, y sus adversarios de clase, por lo cual, la victoria obtenida no es un cheque en blanco para Nicolás y el gobierno. Si bien es cierto se obtuvo una victoria, el PSUV perdió seis alcaldía con partidos afines al proceso y ocho se perdieron por falta de apoyo de partidos del proceso a los candidatos puestos a dedo. Cifras señalan que los votos afines al proceso no contabilizados en la tarjeta del PSUV pasan de quinientos mil y eso sin contar con los que votaron por el PSUV para garantizar que pa’ atrás ni ´pa coger impulso, votos que deben ser otros cuantos miles.
Nuestro Comandante y máximo líder, el hombre de las “3 Rs” y del “Golpe de Timón”, siempre tuvo clara la necesidad de la crítica y la autocrítica, como método de rectificación de la práctica política. Pero como bien señalaba Chávez, las 3Rs y del Golpe de Timón son instrumentos para comenzar por casa, dando el ejemplo.
Creo, el principal ejemplo que debemos dar, sin el cual no se podrán dar los cambios cualitativos que necesita nuestro proceso, es la constitución del PSUV en la verdadera vanguardia del pueblo organizado, de la revolución, no solamente para buscar votos, sino para ser el instrumento de formación y dirección de los sectores más avanzados. Atendiendo a la verdad histórica de que, “Sin Partido Revolucionario no hay Revolución”.
Ahora bien, para lograr un partido plenamente Revolucionario y Democrático, Para lograr ese objetivo debe realizarse un Congreso extraordinario que establezca la pauta para el relanzamiento del proceso en pos de cambios cualitativos y estructurales, que garantice el desarrollo y la profundización del legado de Chávez, que garantice la formación ideológica del pueblo organizado para ganar de una vez por todas la batalla por la conciencia, que acuerde la elección de una nueva Dirección Nacional ya que la actual se aproxima a los seis años, que revise los estatutos del partido, y por sobre todo que los haga cumplir, así como el Programa de la Patria y nuestra Declaración de Principios.
Que los Delegados al Congreso sean elegidos en forma plenamente democrática, sin interferencia de las instituciones; sin reuniones posteriores a los resultados. Que como aspiraba Chávez, y señaló en su escrito sobre las “5 Líneas Estratégicas de Acción Política”, las aspiraciones de la militancia por lograr la democracia interna, en cierto modo, no sean frustradas por algunos militantes con cargos de dirección o de gobierno, los cuales manejan recursos y gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares, leales a los principios revolucionarios (segunda línea).
Que se sancione con contundencia la interferencia del grupismo, que como bien dice el citado escrito, no proviene de las bases, sino de “militantes con cargos de dirección o de gobierno”, los cuales con manejo de recursos institucionales “gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares” (misma 2da. Línea). Como bien señala el ya referido documento en su primera línea, “… .
Hoy, al PSUV le toca ejercer esa función y ser vanguardia en el proceso de construcción y defensa de la Revolución Bolivariana y Socialista. La conclusión es obvia, debemos transformar al PSUV para que ejerza cabalmente su función de vanguardia en el proceso. La propuesta es obvia, la línea es transformar al PSUV en la verdadera vanguardia política del proceso revolucionario”.
Para despedir este corto escrito, ya habrá tiempo el próximo año para desarrollar en otros escritos estas ideas; aprovecho la cercanía de la Navidad y año Nuevo, para desearles a tod@s y a sus seres queridos, una “Feliz Navidad y Prospero Año 2014”. Y como dijo el Comandante Eterno en su despedida del 08/12/12.
“Hoy tenemos patria, que nadie se equivoque; hoy tenemos pueblo, que nadie se equivoque; hoy tenemos la patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado”. Patria, Patria, Patria querida…
